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Heavy 1986, Miguel B. Núñez

Por bonsauvage, el 8 de julio de 2016, en Buensalvaje Cómics Reseña

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Heavy 1986. Imagen cedida por la editorial.

Heavy 1986. Imagen cedida por la editorial.

POR MIREIA PÉREZ

Mireia Pérez reseña Heavy 1986, de Miguel B. Nuñez, publicado por la editorial Sapristi (Barcelona, 2016).

Miguel B. Núñez es dibujante de cómics y músico. En Heavy 1986 (Sapristi Comic) hace alarde de sus habilidades en ambas materias. Por un lado, y dando forma a su propia experiencia, consigue describir cómo era la vida de un adolescente de barrio en el Madrid de los años ochenta, lejos de la movida, llevando los pelos largos y la cazadora cubierta de parches. Por otro, y matizando cada capítulo con unas notas autobiográficas, nos invita a introducirnos en la historia del heavy rock. Un género amplísimo que siempre ha aunado la rebeldía con la música y la estética, juntando a personas de todo el mundo porque, en palabras del propio autor, “el heavy gusta a la gente que quiere ser diferente, sin pretender ser una minoría”.

Miguel construye desde la memoria, con su ya inconfundible trazo de línea clara y colores planos, un artefacto que invita a la camaradería en las calles. Adela, Marta, Venom y Alfonso se han criado en el parque, rodeados de litronas y yonkis, bajo la mirada (y la mano levantada) de unos padres que no les comprenden, les temen o les dan por perdidos. Heavy es una historia coral, protagonizada por un puñado de chavales y chavalas que hacen vida en un barrio humilde y comparten una misma afición, el heavy rock, pero también los mismos peligros: el aburrimiento y una generación precedente educada en el miedo y la miseria. Le pregunto a Miguel si de verdad había chicas heavys en los ochenta, porque conozco bien sus intenciones feministas y precisamente ha introducido a dos muy poderosas en la historia. Me confiesa que no muchas, pero que cuando aparecía una era la más heavy de todas. “Las chicas os teníais que enfrentar a una doble acusación por querer ser diferentes. Pero precisamente las de esta historia están inspiradas en mujeres reales, amigas mías”.

Todo esto me fascina también desde un punto de vista de herencia, porque Miguel y yo nos llevamos quince años y para mí el heavy era cosa de mis primos mayores de Segovia (tengo la sensación de que en Valencia por aquella época estábamos a otras cosas). Pero Miguel me explica que el tipo de música es una excusa, que la vida sigue funcionando así en los barrios y que lo que en 1986 pudo ser el heavy en Carabanchel es hoy el rap en Moratalaz. Los prejuicios siguen existiendo y hay que luchar contra ellos, permitiendo a la gente acostumbrarse a los cambios y demostrando que llevar melena o la cabeza rapada o vivir en el extrarradio no implica ser un delincuente.

Además, hoy existe un claro revival del heavy. Está de moda ­–le digo a Miguel que hagan el favor de fabricar parches de tela con la mano haciendo los cuernos de la portada del libro para coserla en la cazadora vaquera que pienso estrenar esta primavera–, por lo que Heavy tiene la capacidad de unir a tres generaciones. Lean Heavy. Regalen Heavy. Va a gustar a aquellos que puedan identificarse en las experiencias y localizaciones (el metro o la mítica sala Canciller) pero sin caer en la nostalgia, nos gustará a los que hemos llegado tarde a la movida pero queremos entender cómo era realmente la vida de nuestros primos mayores, y gustará a la chavalada porque, además de ser muy entretenido, habla de la superación de la lucha por la amistad, por encima de la soledad, los prejuicios y metidas de pata.

Mireía Pérez (Valencia, 1984) es una historietista e ilustradora española. Con La muchacha salvaje: Nómada (2011) recibió el Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Sins entido.

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