Pornografía para insectos, José María Parreño
POR PEDRO LETAI
Pedro Letai evoca el universo poético de José María Parreño en la sección de poesía de Buensalvaje. Reproducimos tres poemas de Pornografía para insectos (Pre-Textos, 2014), su último libro.
A principios de los años ochenta cantó “este otoño que tanto te quiero / te regalo la lluvia” y con Instrucciones para blindar un corazón fue finalista del Premio Adonáis. Desde entonces se refugió del vendaval este poeta (Madrid, 1958), también historiador del arte y de obra espaciada, dulce pero provocadora, que tras casi una década de nuevo silencio se sentó a escribir una Pornografía para insectos a la que apenas tuvo tiempo de arrancarle unos versos.
Lo que él creía tan misterioso se hizo de pronto transparente y se le vino encima una realidad que era la suya levantándose del suelo, no la de las moscas. De ese encuentro involuntario, de ese sobresalto con el final dulce que dan los descartes que te arreglan las cosas le salió un libro nuevo que muy torero ha conservado el título del que nunca fue aunque, es él quien lo dice, este otro tendría que haberse llamado –y acaso se llama– El desvividor. Y así Parreño, que otra vez se iba, pero que por suerte se queda, desviviendo. Qué se le va a hacer.
Ya,
Esto es.
Estoy en medio
de la llamada vida.
Treinta y cinco
y catarro.
Desordenada
Dentadura
íntegra,
salvo los cuatro juicios.
Me acostumbro al que soy:
Espía de mí mismo,
capataz de mí mismo,
amigo
horriblemente
de mí mismo.
Estudiante del agua,
petirrojo en los versos
de un poeta mejor.
Ahora pago las deudas
al precio que me pidan
y suplico
poderlas pagar.
Tengo planes secretos
para sin volverme
completamente imbécil
ser feliz.
–Entonces
–¿Sí?
–Entonces, ¿es así?
–Desde luego
–¿Y cómo seguiré viviendo…
tan herido?
–Vivirá tan herido
–Pero, tal vez…
–No, no sufra de esperanza
–No tuve suerte
–Eso depende
de su humor,
porque aquí
sólo hay muertos
o heridos.
NANA
En la noche rosada
de su vientre,
modelada a latidos
sobre un yunque de vello.
Bajo constelaciones de lunares
y el ramaje estival de sus manos,
nadas en agua viva,
viva en tu nada.
Ahora que no eres
ni siquiera un milímetro de historia,
pero ya te ha vestido la ternura,
pero ya te ha divisado el olvido.
Ahora que tu muerte
acaba de nacer.
Ahora que no me oyes
y porque no me oyes
te lo digo:
Lo dulce y lo espantoso
se van a suceder puntualmente
como el sol y la luna
–y también lloverá.
Por raro que te suene,
en adelante
dará igual lo que elijas.
Lo importante no es qué
sino el porqué
de la elección.
Llorarás más
cuando a los veinte años
te abandone quien ames
que cuando a los treinta
muera yo.
No sé explicarte cómo
se sobrelleva
todo.
Ni porqué.
Pedro Letai (Madrid, 1982) es escritor y doctor en derecho. Colabora con la revista Cosmopolitan y el programa de Radio Vallecas Poetas en el aire. Acaba de publicar el libro de poemas Todos los aviones (Lastura)