Cinco discos para agitar cuerpo, mente y alma

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Con tiendas y sellos entonando un réquiem conjunto, resulta milagroso que todavía se sigan editando discos que uno pueda tocar, acumular, consultar e incluso escuchar. Estas son cinco recientes ediciones discográficas que os proponemos desde El Asombrario & Co. para disfrutar de la música en su gozosa diversidad creativa. Música para bailar, pensar, rozar la trascendencia e incluso estudiar historia.

Romi Anauel & Soldiers of Ra – “Love Merkhaba” (Sauri Records, 2012)

Si el nuestro fuera un mundo en el que primaran los factores artísticos y no las frivolidades habituales, Romi Anauel & Soldiers of Ra hubiera estado en boca de todos durante este verano. Love Merkhaba, el primer trabajo de esta formación liderada por la cantante Romi Anauel, el percusionista Alberto Pérez y el guitarrista Raúl del Moral, es un arma de agitación anímica. Si África es la madre, reggae, jazz, funk, ritmos afrocubanos y música de baile son algunos de los hijos reconocidos de esta banda con epicentro en Barcelona. La voz de la angoleña Romi Anauel (Terrakota) cabalga a lomos de una poderosa sección de vientos y percusión con la que han recorrido importantes escenarios este verano: el del Africa Festival de Wüzburg (Alemania), el muy veterano de jazz (bueno, casi de todo menos de jazz) de Montreux (Suiza) o el reciente Rototom de Benicasim. Aunque aseguran en letra que we are not machines, el grupo parece tener la mecánica de baile perfectamente engrasada. Eso sí, cuando paran máquinas y frenan tempos, mecen al oyente con bellísimos temas como Under my skin (con el ngoni –esa especie de arpa africana- evocando nuestro imaginario de África sobre un precioso arreglo ambiental) y le hacen a uno entrar en feliz trance con un himno felizmente adictivo titulado Compliqué, mi canción del verano.

The Ex & Brass Unbound – “Enormous door” (Ex Records, 2013)

El hazlo tú mismo del punk no implica necesariamente que sea de cualquier manera. Un par de días vale, pero más de treinta años en activo no son casualidad. The Ex empezó a dar sus primeros pasos allá por 1979 en plena efusión del movimiento y en ello siguen, aunque en el camino se hayan ido unos y llegado otros (del cuarteto actual, sólo Terrie Hessels permanece desde su fundación). En todo ese tiempo, los holandeses han trazado un camino serpenteante, alejado de las cómodas autopistas de la complacencia. En su currículo quedan colaboraciones con el inclasificable chelista Tom Cora, con los ruidistas Sonic Youth, con geniales improvisadores como el baterista Han Bennink o con el saxofonista etíope Getatchew Mekuria. Con esta especie de primitivo Ornette Coleman firmaron en 2006 Moa Anbessa (repitieron en 2012 con Y´Anbessaw Tezeta), con el etíope soplando sus pentatónicos himnos guerreros enmarcados por la música de batalla de los holandeses. La conexión etíope de los músicos de The Ex (como grupo y en proyectos particulares) sigue dando frutos incluso en este nuevo trabajo junto a Brass Unbound, el nombre con el que han bautizado a un cuarteto de vientos que incluye a dos de los sospechosos habituales de la escena de la improvisación más extrema del jazz: el estadounidense Ken Vandermark y el sueco Mats Gustafsson. Recogido ya en una casete de 2004 (que registraba la gira etíope del cuarteto junto a Han Bennink), el grupo recupera Belomi Benna (Díselo con un limón), tema de la etnia gurage de Etiopía popularizado por el cantante Mahmoud Ahmed, ahora en voz de su baterista Katherina Bornefeld. Según las notas del libreto, en Etiopía es costumbre arrojar un limón para declararse enamorado. Qué cosas. Como escuchar leer la música de forma tan moderada y disciplinada a sopladores de naturaleza incendiaria junto a una de las bandas más abiertas a la infección sonora. Tan abierta como esta Enormous door que se cierra con el batallador Theme from Konono No.2, basado en un riff de la banda congoleña Konono No.1. Para que el cuello baile y se disloque.

Jaimeo Brown – “Transcendence” (Motéma Music, 2013)

La música espiritual forma parte de la fundamentación del jazz. El baterista USAmericano Jaimeo Brown estudiaba para su tesis la influencia de la iglesia negra en esta música cuando se topó con las voces de las Gee´s Bend Quilters, las tejedoras de colchas de la comunidad de Gee´s Bend, a orillas del río Alabama. La historia de estas mujeres y sus cantos se remonta a tiempos anteriores a la Guerra Civil estadounidense, cuando los esclavos tejían con restos las colchas con las que se protegían del frío por las noches. Ahora estas colchas son piezas de museo en Estados Unidos por sus particulares formas geométricas y colores. En el transcurso de sus investigaciones, Jaimeo Brown se encontró con el disco recopilatorio How we got over: sacred songs of Gee´s Bend, que acoge registros de 1941, cantos con los que estas tejedoras acompañaban sus labores. “La belleza y la divinidad de estas canciones se entreteje con las colchas”, dice Brown, quien a su vez teje su propia música con los retazos de esas grabaciones de campo, canciones que “le daban un sentido espiritual al paso de las horas en el trabajo”. Esa espiritualidad impregna el jazz de Brown (deudor, en cierto modo, de los estadios místicos coltranianos) que se fortalece con su fe en el blues, el rock más terroso y en algunos sorprendentes apuntes de música vocal de la India. Una grata sorpresa que curiosamente coincide en el tiempo con otro proyecto (éste sin grabación discográfica, sí radiofónica), inspirado por las mismas colchas y cantos de las mujeres de Gee´s Bend, que el Museo de Arte de Philadelphia le encargó al pianista Jason Moran.

Yasmine Hamdan – “Ya Nass” (Kwaidan Records/Crammed Discs, 2013)

Una vampira insomne sufre atormentada la ausencia de su amor y se da por vencida. No es la descripción biográfica de Yasmine Hamdan, sí la letra de una de las canciones clave recogidas en Ya Nass, disco con el que la cantante libanesa debuta en solitario (en realidad el disco es su presentación internacional; ampliación de una primera edición publicada en 2012 en Francia y Líbano). Hamdan pone voz a la historia de esta vampira en Hal, canción de película. Jim Jarmusch presentó en el último festival de cine de Cannes su Only lovers left alive y en ella se escucha la voz de esta libanesa residente en París, que anteriormente formaba parte de un dúo de música electrónica beirutí llamado Soapkills. Hamdan, cuya infancia transcurrió entre varios países del Golfo, también en Grecia, domina diversos dialectos árabes, idioma en el que canta a pesar de que algún sello haya intentado que lo hiciera en inglés. Su rechazo a este vampirismo anglosajón con el que la condicionaban, ha sido una de las causas, según la edición londinense de la revista Time Out, de que tardara en poder grabar a su nombre. De vocación pop, la voz de Yasmine Hamdan seduce con su toque árabe entre ambientes electrónicos y con la producción del francés Marc Collin (Nouvelle Vague), que apuesta por una estética oscura, noctámbula. Música para una velada vampírica.

Kenya Special – “Selected East African recordings from the 1970s & ‘80s (Soundway Records, 2013)

En tiempos de descrédito del formato físico, Kenya Special nos recuerda el valor del objeto como fuente de información y contexto, como puerta a una mejor comprensión y disfrute de la música. El sello británico Soundway, comandado por Miles Cleret, lleva desde 2002 trabajando con grabaciones de diferentes países africanos y latinoamericanos. Turno ahora para Kenia, país al que seguramente se ha prestado menos atención que a sus vecinos etíopes (para gourmets quedan, por ejemplo, los casi treinta cedés de la serie Éthiopiques coordinada por Francis Falceto) o que, por supuesto, a los países de África Occidental que habitualmente convocan nuestro interés: Mali o Senegal. Escuchar está bien, pero mejor entender qué se escucha, lo que conlleva un esfuerzo de búsqueda, catalogación y contraste de información que para esta recopilación ha realizado Emmanuel Mwendwa, autor de las notas referidas a cada uno de los 32 cortes recogidos en esta edición, grabados en los que denominan años dorados de la música de Kenia. Dos años de trabajo para llegar a configurar el material de dos cedés (o un triple vinilo) que se reparten cortes y que, en muchos casos, fueron singles en origen que bien habían sido olvidados o bien corrían ese riesgo. Esa es una de las labores del sello británico que nos permite indagar aquí en las sonoridades del estilo benga, una variante de la rumba que tiene su origen, según las notas del libreto, en los músicos de la etnia luo (tercer grupo étnico en Kenia), radicados en las tierras en torno al lago Victoria. Un estilo que se extendió por el país y que adquirió diferencias y matices según el grupo étnico, ya fueran los kikuyu o los kamba. Diferencias estilísticas e idiomáticas que encontraron un espacio común de distribución en la River Road de Nairobi, calle en la que durante los 60 y 70 se podían encontrar centenares de pequeñas tiendas de discos, muchas de ellas propiedad de los productores musicales (la piratería fue acabando con ellas a partir de los ochenta; la proliferación de casetes que llegaban de Uganda a precios imbatibles para el mercado legal, fue un anticipo de los trágicos tiempos que vivimos). Más allá del benga y sus variantes, del ‘liquid soul’ de los kikuyu y otras expresiones domésticas, la recopilación se fija en la influencia de estilos occidentales como el rock y el funk o también del afrobeat (con Fela Kuti como faro inevitable), así como en documentar la presencia en Nairobi de bandas de países vecinos como Tanzania, Congo o Zambia.

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Comentarios

  • Ana

    Por Ana, el 26 agosto 2013

    Mi poder adquisitivo no me permite contribuir al milagro, aunque bien quisiera. Agitado pero no revuelto, una gran propuesta.

  • mariaretha

    Por mariaretha, el 26 agosto 2013

    Tengo bastantes sufridos cassetes de esos, se vendian por todas parte en Kenya, a veces en las mismas tiendas de discos, no sabía que venían de Uganda creía que eran de Zaire, entonces Zaire.
    Bestiales ex & brass unbound.

  • Mondo Technoir

    Por Mondo Technoir, el 29 agosto 2013

    Excelente, he enlazado vía tu Twitter. Enlaces directos a Spotify, Rdio y/o Grooveshark serían un buen modo de samplear álbums completos.

    Saludos desde el otro lado del charco (Atlántico).

  • mariaretha

    Por mariaretha, el 29 agosto 2013

    Increíble Yasmina Hamdan, ¡que dulce!. Espero que siga sin grabar en inglés ni falta que hace.

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