Coronado se corona Iván el Terrible en el Festival Internacional de Música de Canarias

José Coronado durante la representación de Iván el Terrible. Foto: Gabriel Fuselli.

José Coronado durante la representación de Iván el Terrible. Foto: Gabriel Fuselli.

José Coronado durante la representación de Iván el Terrible. Foto: Gabriel Fuselli.

José Coronado durante la representación de Iván el Terrible. Foto: Gabriel Fuselli.

Más que terrible, extraordinario. La 34ª edición del Festival Internacional de Música de Canarias –que se prolongará hasta el 17 de febrero- fue inaugurada el 11 de enero en Fuerteventura con una gran producción de la obra ‘Iván el Terrible’, de Prokofiev. Doscientos de los mejores músicos del mundo dando vida sobre el escenario a Iván IV Vasílievich, el primer zar de Rusia. Con el actor José Coronado ciñendo el cetro del temible déspota como impresionante maestro de ceremonias, a la vez juez y parte. Un espectáculo con el que, reconoce el prestigioso director de orquesta César Álvarez, “vamos a marcar un antes y un después pues nunca se ha hecho nada parecido con esta obra”.

Suena a exceso prosopopéyico, pero no lo es tanto cuando la puesta en escena está tutelada por José Carlos Plaza, galardonado en tres ocasiones con el Premio Nacional de Teatro, la interpretación corre a cargo de la Orquesta Filarmónica de Novosibirsk (Siberia), una de las más importantes de Rusia, y cuenta con la participación del Coro Nacional de España bajo la dirección de Miguel Ángel García Cañamero. Como solistas destacan con luz propia la mezzosoprano Polina Shamaeva, el barítono Sergey Plyusnin y alguien muy especial, el actor José Coronado (Premio Goya 2012), quien además de ser el narrador se pone en la piel del sanguinario zar. “Es el mejor regalo de Reyes que me han hecho en la vida”, reconoció emocionado el actor a los periodistas el día antes del estreno. “No he visto nunca nada parecido. Esta fusión es algo maravilloso y servirá para acercar al espectador al arte. Hay momentos en los que Iván me posee”.

Y vaya si le posee. La espectacular voz de Coronado brama en el escenario con una violencia rayana en el delirio, exigiendo sangre y sumisión a su pueblo a golpe de orquesta sinfónica. La hora y media del espectáculo se desarrolla fugaz en medio de un ambiente terriblemente tensionado, todo pasión y música grandilocuente, sin dar la más mínima tregua al angustiado espectador para que pueda reordenar sus sentimientos.

Iván El Terrible

Con un director, César Álvarez, que ha estudiado y habitualmente trabaja en Rusia, una sinfónica siberiana, una mezzo moscovita y un barítono de Molotov, este Iván de Sergei Prokofiev (1891-1953) no puede ser más intensamente ruso. Ni más expresionista, como le habría gustado a Sergei Eisenstein (1898-1948), autor del proyecto cinematográfico sobre la vida del enigmático zar Iván IV, quien entre 1533 y 1584 sostuvo con mano de hierro uno de los reinados más largos de la historia de Rusia.

Después de colaborar para la banda sonora del Alexander Nevsky en 1938, en 1945 Prokofiev vuelve a trabajar para Eisenstein. Escribió 29 números de música dramática, con episodios corales patrióticos y épicos tan del gusto de la época y el lugar, la Unión Soviética de Stalin. Son largas secciones que se inspiran en la liturgia ortodoxa rusa, a veces grotesca para retratar a los enemigos, y otras veces en canciones populares. Una de estas piezas, quizá la más hermosa de todas, está directamente influida en la Obertura 1812 de Tchaikovsky.

Eisenstein planificó el proyecto cinematográfico en forma de mini serie, tres largometrajes o episodios que el dictador Stalin, alter ego de Iván el Terrible, se encargó de cercenar dejándolos en apenas uno. En la primera película se narran las victorias militares del zar, lo que a Stalin gustó y premió con exageración. La segunda muestra el cambio de su carácter y violenta respuesta al asesinato de su esposa Anastasia. Esto a Stalin ya no le gustó. En realidad le desagradó enormemente. Por eso la prohibió. El contradictorio zar había evolucionado y empezaba a dudar sobre la utilidad de tanta sangre derramada en aras de la unificación de un país. No era un buen ejemplo para quien promovió una terrible purga que encarceló a cinco millones de personas, ejecutó a un millón y provocó la muerte de dos millones más sometidos a terribles trabajos forzados. La tercera película fue destruida por la censura soviética y solo se han conservado apenas siete minutos de metraje.

En realidad Prokofiev nunca escuchó su Iván el Terrible como se interpreta en la actualidad. Nació como banda sonora de la trilogía y solo la primera parte se estrenó en vida de sus autores. De hecho, antes de morir Eisenstein reconoció que la segunda película era su “nota de suicidio”. Prokofiev escondió la partitura. Nueve años después de su muerte, en 1962, Abram Stasevich compuso una cantata basada en las dos películas para poder ser interpretada en las salas de concierto y, en 1988, Michael Lakester añadió un narrador en inglés para facilitar su comprensión.

Pero como se encargó de explicar con gran pedagogía el divulgador musical Fernando Palacios antes de su estreno en Fuerteventura, director y compositor “trabajaron conjuntamente de una forma extraordinaria que nadie ha seguido, pues la imagen se adaptó a la música y no al revés, algo único”.

La proyección en el escenario de algunas de las icónicas imágenes de Eisenstein mientras suena la música de Prokofiev aumenta aún más la intensidad de esa narración tan exaltada de las glorias del pueblo ruso, adaptada al arte propagandístico propugnado por el régimen soviético durante la Segunda Guerra Mundial.

Festival de invierno

El estreno de Iván el Terrible inaugura el Festival Internacional de Música de Canarias en Fuerteventura, Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, para luego recalar en Santander, Logroño, Bilbao y Murcia. Marca el inicio de otros 30 conciertos a celebrar en 18 escenarios de las ocho islas del archipiélago, incluida La Graciosa.

Además de la Filarmónica de Novosibirsk, sonará en esta edición en Canarias la Orquesta Sinfónica de Tenerife, la Filarmónica de Gran Canaria y la de Múnich, además de la Orquesta de Cámara de Viena, Nordic Voices, Ensemble Praeteritum y Cuarteto Klengel. Destaca la presencia de jóvenes directores de orquesta españoles como Pablo Heras-Casado, César Álvarez y Guillermo García-Calvo, así como los pianistas Alexei Volodin y Javier Perianes y el violista Pinchas Zukerman, entre otros.

El Festival es la única propuesta cultural en Canarias que lleva la música clásica a todos sus territorios insulares, pero también la única de estas características que se celebra en invierno en Europa. Organizada por el Gobierno de Canarias desde 1985, se prolongará hasta el 17 de febrero bajo la dirección del tenor palmero Jorge Perdigón, de reciente y precipitada incorporación al certamen. El anterior director sembró la polémica con la última edición al desplomarse el número de entradas vendidas y dejar un agujero de 410.000 euros en las arcas regionales. El escándalo le costó el puesto a él y a la consejera de Cultura.

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