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‘Regeneración’ gana el concurso Escuela de Escritores / El Asombrario

Por manuelcuellardelrio, el 5 de febrero de 2016, en concurso

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Foto: Manuel Cuéllar.

Foto: Manuel Cuéllar.

El narrador toledano Jesús Manzanaque Fraile, con el relato ‘Regeneración’, ha ganado la nueva edición del Concurso de la Escuela de Escritores / El Asombrario, que se convoca una vez al mes y siempre está ligado a una clase teórica. En esta convocatoria se analizaba el espacio narrativo y el autor debía describir en 500 palabras la casa y el pueblo al que se retira una mujer de 40 años, sin hijos, tras abandonar la ciudad y un puesto ejecutivo en una gran empresa.

El jurado ha destacado del texto de Manzanaque “la sutileza con la que el personaje ilumina a su paso los diversos espacios y cómo estos espacios, a su vez, nos hablan de cómo es María y del calibre de la decisión que ha tomado”.

El texto se publica hoy en El Asombrario y el autor podrá disfrutar de un mes gratis en cualquier de los cursos que imparte la Escuela de Escritores, tanto presenciales como por internet.

Cursos de la Escuela de Escritores

Regeneración

Le dejó la espalda como recuerdo. El presidente de la compañía, su jefe, en un alarde de pericia, levantó una ceja durante un instante y dibujó una mueca de asombro hasta que el portazo le devolvió a la realidad. María ni siquiera necesitó esa triste caja que aparece en las películas para llevarse sus cosas. Las pocas que tenía las donó al olvido de su lujoso despacho. En el último viaje de su ascensor privado, cambió los tacones, la falda negra y la chaqueta a juego por unos vaqueros, una camiseta y unas zapatillas deportivas, y con un profundo suspiro cerró esa etapa de su vida.

Condujo sin prisas hasta la carretera comarcal, atravesando pueblos cada vez más pequeños, donde el tiempo no parecía correr al mismo ritmo. Allí las prisas eran una ficción televisiva. Y cada vez que notaba el olor del campo, olvidado hace ya tanto, se notaba viva otra vez. El desvío apenas estaba señalizado. El paso del tiempo había ido degradando la estrecha carretera hasta convertirla en una pista rural, con escasos recuerdos del asfalto que en su día tuvo. La vegetación de las cunetas crecía libre e invadía algunos tramos. Después de siete kilómetros de subida continua, con multitud de curvas, se encontró de nuevo con el pueblo abandonado donde había decidido refugiarse. Unas quince o dieciséis casas, de piedra oscura, con tejado de pizarra, que formaban un conjunto anárquico rodeando una pequeña iglesia de estilo indefinido, de la que destacaba, recortada en el horizonte del atardecer, un achaparrado campanario medio en ruinas.

– Quizá los ecos de sus desaparecidas campanas aún puedan oírse en las noches mágicas de luna llena, rebotando entre los peñascos circundantes –pensó María.

Aparcó sin excesivo cuidado, y quiso aprovechar los veinte minutos que quedaban para que fuera noche cerrada para volver a recorrer el pueblo. Eran solo tres calles estrechas, con el suelo de piedra, aunque muy deteriorado por el paso del tiempo, levantado en muchas zonas y sin aceras. Algunas de las casas ya sufrían los estragos del paso del tiempo y tenían esa pátina de antiguo que tanto gusta a los urbanitas enganchados al llamado “turismo rural”.

Solo la luna iluminaba las calles cuando llegó a la única casa habitable y donde iniciaría su nueva vida. Atravesó la puerta, ancha, de buena madera, aunque algo ajada por la humedad y el tiempo de abandono, de esas partidas por la mitad que permite abrir, si se quiere, solo una de las partes. La casa no era muy grande, pero suficiente para una persona sola y con ansias de soledad. Un salón con chimenea sin muchos lujos, un cuarto de baño sencillo y una cocina sin los múltiples y quizá superfluos aparatos de cocina de diseño de su antiguo apartamento. Una escalera estrecha y arriba tres dormitorios escuetos de mobiliario. María sabía que tendría que hacer reformas, pero se prometió a sí misma que siempre mantendría el espíritu que la llevó allí. Y sobre todo que intentaría ser feliz.

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Comentarios

Hay 6 comentarios

  • 05.02.2016
    Eli dice:

    Enhorabuena, es sobervio!!

    • 14.02.2016
      Jesús dice:

      Muchas gracias, no imaginas lo que me anima

    • 18.02.2016
      jesus manzaneque dice:

      Muchas gracias, me alegro que te guste

  • 14.02.2016

    ¡Hermoso relato! Felicidades, Jesús, por el bien merecido premio:-)

  • 25.02.2016
    lucinda dice:

    Genial…, quiero aprender a escribir así. Te felicito desde Venezuela.

    • 29.02.2016
      jesus manzaneque dice:

      Muchas gracias, lo mas importante para mi es que te haya gustado. Y ponte a escribir, todo el mundo puede

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