Kurt y Amy

Kurt Cobain en una imagen del documental

El líder de Nirvana en una imagen del documental ‘Kurt Cobain. Montage of Heck’.

Kurt Cobain y Amy Winehouse protagonizan dos de los mejores documentales musicales de 2015. Exhaustivos y titánicos trabajos de documentación y lucha contra la subjetividad

Por ANDREA MORÁN

El director norteamericano Brett Morgen afirma sin complejos que ahora mismo podría considerar a Kurt Cobain como su mejor amigo. Por su parte, el británico Asif Kapadia admite que sabe tantos detalles de la vida de Amy Winehouse que ha llegado a corregir las historias que los amigos de la artista cuentan de ella. Estos dos miembros del denominado Club de los 27, Kurt y Amy o Amy y Kurt (nótese que ya desde el comienzo decidimos tomarnos la confianza de llamarles por el nombre de pila), han llegado recientemente a las carteleras españolas. Lo han hecho además con documentales parejos que exploran los caminos por los que el clásico compilation film puede alejarse del material de archivo ajeno y alcanzar una subjetividad mucho más inspiradora. No se trata tanto de narrar una vida como de reconstruirla a partir de los restos que ha dejado de sí misma. Coleccionar canciones antes que testimonios.

Quién iba a decir que todo lo que Kurt Cobain produjo en vida cabe en una decena de cajas a las que, previa bendición de Courtney Love, Morgen tuvo acceso. En un almacén de apenas doce metros cuadrados el director se encontró, entre otros tesoros, 108 casetes con la voz de Cobain verbalizando sus pensamientos. La cinta que da título al documental, Montage of Heck, es un batiburrillo de sonidos en el que se mezclan los Beatles con Simon & Garfunkel, extractos de películas de terror y poemas recitados por el cantante. Algo así como una banda sonora alternativa que nos mete dentro de su cabeza y cuya naturaleza mixtape se expande por todo el documental, mezclando cine de animación con recuerdos familiares, actuaciones en conciertos y escenas en el backstage. Eso sí, todo supervisado. El letrero con el que comienza el film nos deja bien claro que todas y cada una de sus escenas han recibido el visto bueno de la familia. El caso de Amy es distinto. La película de Asif Kapadia, liberada de cualquier compromiso contractual o ético, saca el dedo acusador para señalar al padre y al marido de la artista por haber contribuido a su muerte. Lo más arriesgado es que la acusación llega también hasta el público. Denunciando el acoso que Amy sufrió por parte de los medios, Kapadia termina culpabilizando al espectador, dando por hecho que todos fuimos, en algún momento, consumidores de su infelicidad.

A pesar de este golpe bajo, lo mejor del film es que sin caer en la consabida idea del malditismo logra restaurar el talento de la intérprete británica, un tanto menospreciado en el último tramo de su vida, cuando se sancionaban sus excesos. Montage of Heck no tiene que lidiar con ningún lavado de cara, quizá porque en el altar del culto lo que en la mujer se entiende como una desnortada decadencia, en el hombre aún se percibe con cierto romanticismo. Tal vez porque Kapadia podía contarlo y Morgen no debía, el clímax en Amy es la muerte, precedida de un acorralamiento mediático que previsiblemente se traduce en un rápido montaje de flashes y empujones. Kurt sin embargo muere, por así decirlo, en el epílogo. Los últimos acordes de “Where did you sleep last night” dejan paso a una nota sobre la pantalla que nos informa de su suicidio. La era digital ofrece demasiadas imágenes como para no utilizarlas; la nostalgia de los noventa, en cambio, permite un gesto de elegancia. En ambos casos el biopic documental contado en tercera persona es sustituido por una suerte de autobiografía audiovisual. Aquí ya no hay sitio para amigos de tercera fila o vecinos y colaboradores que pasaban por allí. Hablan más y mejor los vídeos domésticos y las letras de las canciones, materiales confesionales que logran instaurar una intimidad para convencernos de que no solo somos testigos, sino también cómplices. Y después de esto, ¿qué podemos esperar de las biografías del futuro? Probablemente las memorias del próximo Kurt Cobain ya estén siendo escritas por su community manager.

Andrea Morán (1988) es periodista y realizadora audiovisual. Escribe crítica en Caimán CUADERNOS DE CINE y en su blog Filmin 365

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Comentarios

  • manitu69

    Por manitu69, el 07 enero 2016

    Montage of Heck es un documental producido con el dinero de Courtney Love, primera sospechosa de la muerte de Kurt Cobein. Si de verdad quieren ver un documental sobre lo que paso al lider de Nirvana vean Soaked in bleech. En este documental basado en el libro escrito por el detective privado que fue contratado por Love y que fue quien encontro el cadaver de Cobein se desvelan muchas de las cosas que Love lleva mas de 20 años intentando tapar.

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