2) Los libros de autoayuda y el valor de las relaciones

SEGUNDA ENTREGA DE LAS Aproximaciones surrealista-poscastizas a grandes fenómenos literarios de nuestro tiempo.

La amistad

RAFA RUIZ

-Cuánto tiempo, Josefina, sin verla…, pero cuánto tiempo.

-Ya lo creo, ya.

-Ya me alegro de verla, ya. ¿Y qué tal todo, la familia y los hijos y los periquitos y todo?, ¿qué tal?

-Pues bien, Margari, bien.

-Pero cuánto tiempo, mujer, cuánto tiempo. Ya me alegro, ya. Y entonces, ¿todo bien?

-Pues sí, Margari, sí, todo bien, gracias.

-Sí que me alegro, sí, de volver a verla, mujer. El otro día, sin ir más lejos, le decía yo a Jacinto: ¿ y qué habrá sido de la Josefina?… Ya lo creo, ya, que si me acuerdo de usted. Y entonces todo bien, ¿verdad?

-Pues sí, no puedo quejarme, sí, no puedo quejarme, no.

-Ya tenía yo ganas de verla, mujer… Pero si es que siendo vecinas… y del mismo pueblo… Bueno, ¿y los hijos, Josefina, bien?

-Pues sí, bien, ya lo creo. Gracias a Dios todos están colocados, y menudo bien colocados que están.

-Pues, sí, mujer, sí, no sabe cuánto me alegro. Fíjese que el otro día le dije yo a Jacinto: ¿y de la Josefina qué habrá sido, le habrá pasado algo grave, que no se la ve ni en el ascensor ni en la ventana ni bajar a por el pan ni nada?

-Pues no, ya ve, aquí sigo. Pues bien, Margari, bien.

-Cuánto tiempo, Josefina, pero cuánto tiempo. ¿Así que están bien todos en la familia? Con la mala salud que han tenido ustedes siempre, Josefina, y lo flacuchos y raquíticos que se han criado sus hijos. Porque hay que ver lo flacuchos y raquíticos que se criaron…, ¿eh?

-Pues no, gracias a Dios, no, ahora están bien todos. Sí, no podemos quejarnos, no.

-Pero uno de ellos le salió mariquita, ¿no?

-Pues no, gracias a Dios, no, parecía que iba a salir, pero no, Margari, no. Ya se casó y todo, y muy bien casado que lo tengo, ya lo creo que sí. Casado y divorciado ya. Y con piso suyo y todo.

-Ya me extraña, ya, pero, bueno, ya me alegro, ya. Pero el otro bien colocado no estará, ¿no? Con lo torpe que era, ¿verdad, Josefina?

-Pues no, gracias a Dios, no, parecía que sí, pero no, no, y bien colocado que está, bien, ya lo creo que sí, con su colocación y todo, sí. ¡Y fijo, fíjese! Con un contrato fijo de tres semanas.

-Bueno, Josefina, pues nada, la veo muy bien, ¿eh? Ese abrigo, ¿qué es, de las rebajas, no? Han hecho este año unas rebajas estupendas. Será de esos que pusieron a mitad de precio, porque tenían algún defecto, ¿no?

-Pues no, parece que sí, pero no, gracias a Dios, no, es de esta temporada.

-Pues nada, ¿eh? No sabe cuánto me alegro de verla. Bueno, pues hasta otra, ¿eh? A ver si no pasa tanto tiempo, mujer. Parece mentira, que siendo vecinas y del mismo pueblo… no la vea ni por la ventana. Me voy a comprar unos pimientos verdes, de esos que parecen rojos pero son verdes. Bueno, pues lo dicho, Josefina, hala, besos para todos.

-Hala, adiós, que le salgan ricos los pimientos y las cebolletas.

-Adiós, gracias a dios, adiós.

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