La irresistible atracción y solidaridad de las voces graves

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Coro de Voces Graves. Foto: Coro de Voces Graves de Madrid GGC

Cincuenta hombres juntos, cantando a pleno pulmón, haciendo de sus voces una sola voz y creando belleza. Si nunca has presenciado algo así, te aconsejo que lo pruebes; no te dejará indiferente. Es la irresistible seducción que ejercen los tonos graves, las voces profundas, que nos atan a la tierra. Son 50 cantores que forman parte del coro de Voces Graves de Madrid GGC y que actuarán como si fueran uno solo el próximo 27 de diciembre en el teatro Monumental de Madrid, en el concierto solidario ‘Un bolígrafo, una ilusión’, de la Fundación Crecer Jugando.

A estas voces masculinas se unirán las del Coro de Jóvenes de Madrid, formado por chicos y chicas de entre 16 y 23 años, que también actuará esa noche en la que se recaudarán fondos para Crecer Jugando, que tiene como fin la defensa y promoción de uno de los derechos fundamentales del niño: el derecho al juego. A la dirección, la misma persona, brújula de ambas formaciones, el músico Juan Pablo de Juan.

De Juan es todo entusiasmo, carisma. Componente (bajo) en el coro de Radio Televisión Española, director de coro y de orquesta… Muchas cosas dentro del mundo de la música. Y sobre todo catalizador de proyectos como los dos coros mencionados. Ambos grupos ya existían antes de que él se embarcara a dirigirlos, si bien su llegada supuso una vuelta de tuerca.

Se trata de casos muy distintos. El Coro de Voces Graves de Madrid contaba con un sólido núcleo formado por poco más de una docena de cantores unidos por la música desde su infancia en un colegio del centro de Madrid. Este coro ya era algo muy especial en el panorama coral amateur español; un coro de voces masculinas en la línea de la tradición de los países del Este de Europa, donde proliferan dada la enorme literatura para coros de hombres heredada la liturgia ortodoxa. También en el País Vasco y Cataluña habían sido tradición, con música escrita en euskera o en catalán incluso durante la dictadura. De Juan comenzó a dirigirlo en 2005 y desde entonces no ha parado de crecer y de cosechar éxitos en multitud de conciertos, concursos, giras, encuentros… Ya son 52 componentes y hay lista de espera para entrar, algo que sorprende en un país en el que el resto de los coros de voces mixtas siempre sufren un déficit de voces de hombre. Hay sopranos y contraltos de sobra, pero es muy habitual que falten tenores y bajos.

Escucharlos es un disfrute total: conectan con el público por su decisión y orgullo de grupo, con sus voces potentes y por lo casi siempre original de sus presentaciones; con un repertorio escrito a veces exprofeso para ellos por compositores como Javier Busto o Xabier Xarasola, con temas más clásicos y con otros que incluyen sonoridades de latitudes exóticas como del Norte de África o Asia.

No sólo es su potente presencia escénica. También la sonoridad de un coro de voces graves tiene un algo muy especial. La física nos echa una mano para comprenderlo: “Está estudiado que las frecuencias más graves dan confianza; quien las escucha se siente arropado, dan seguridad. Lo grave siempre es el sitio desde el que se puede empezar a construir algo”, explica Juan Pablo. Este aspecto tan positivo tiene su contraparte. “Musicalmente es más complejo trabajar con un coro de voces masculinas, cuesta mucho obtener el sonido limpio y cristalino que tan propio es de las voces femeninas”, explica el director.

Otro de los puntos positivos de un grupo de estas características es el espíritu amateur, que Juan Pablo de Juan define así: “Hay algo especial en los coros amateur que trabajan por una calidad artística profesional. En ellos se unen tres aspectos que producen algo mágico: el poder de la música, el de la palabra de las obras que se interpretan y el poder del grupo, la calidad humana”.

Es esto lo que enganchó a De Juan con el Coro de Voces Graves y a sus componentes con él, igual que en el caso del Coro de Jóvenes de Madrid.

La de esta formación es una historia es muy diferente en la que sus 85 componentes y su director han tenido que hacer unión y grupo enfrentándose a las dificultades de la crisis y a los drásticos recortes que desgraciadamente afectan a algunos más que a otros -sobre todo si los primeros son artistas y los segundos son banqueros-. Este coro antes se llamaba el Coro de Jóvenes de la Comunidad de Madrid, pues era iniciativa y recibía una subvención de la Consejería de Educación del Gobierno Regional.

Existía inicialmente el coro de niños y después cuando los pequeños se fueron haciendo mayores, nació este de jóvenes, que De Juan comenzó a dirigir en 2010. Pero si esperaban que se limitara a ensayar con los chicos y chicas para preparar un par de conciertos al año y actuaciones institucionales, erraron en su elección. El nuevo director, con su empuje habitual, comenzó a conseguir más y más conciertos, giras al extranjero… Y todo, según cuenta De Juan, con el mínimo gasto de la Consejería, dado que los chavales y sus familias se costeaban los traslados y las estancias. Pero doce días antes de emprender una gira por el Norte de Alemania, en julio de 2014, con todos los billetes comprados de su propio bolsillo, las reservas hechas y los conciertos organizados, se rompió la baraja y la Comunidad de Madrid retiró la subvención al proyecto totalmente sin más explicaciones y lo dejó a su suerte. Tras infructuosos intentos para recuperar el apoyo y haciendo un esfuerzo personal importante entre familias, cantores y dirección, la gira salió adelante y el coro continúa su andadura de manera autogestionada. Los chicos y chicas se han remangado para conseguir fondos grabando discos, vendiendo merchandising, dándose a conocer… y han constituido una asociación en la que ellos son los que toman las decisiones y siguen cantando, plenos de ilusión. Borrando, eso sí, las palabras “Comunidad de Madrid” de su nombre y dejando solo Madrid.

Como ya no tenían espacio para ensayar, el Coro de Voces Graves les cede su espacio. Si ya comparten director… cómo no compartir lugar de ensayo. Tan hermanados están, que el coro de hombres insistió en que los jóvenes tuvieran su espacio en el concierto solidario del día 27. La solidaridad empieza con los que tenemos cerca y si se trata de predicar, mejor hacerlo con el ejemplo.

Así que el día 27 tendremos a estas dos formaciones sobre el escenario del Monumental. A buen seguro, una y otra emocionarán al público y vibrarán al son de la dirección de Juan Pablo de Juan, pero sobre todo, al abrigo de sus propias voces, de su propia y única voz.

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Comentarios

  • Antonio Ventura

    Por Antonio Ventura, el 20 diciembre 2014

    Apreciada Ana, los coros de hombres se denominan «de voces graves» para distinguirlos de los coros de mujeres o «de voces blancas». Pero dentro del Coro de Voces Graves no todos son «tonos graves y voces profundas», pues las cuerdas de barítonos y bajos conviven y armonizan con las cuerdas de tenores primeros y segundos. E incluso habría más de un componente que, con justicia, podría calificarse de espléndido contra- tenor. Así que junto a esos tonos graves y voces profundas en este coro encontrarás tonos altísimos y voces angelicales,y todos, en increíble conjunción armónica, consiguen elevarte al cielo.
    No te los pierdas.
    Afectuosamente tuyo.

  • Jose Acacio

    Por Jose Acacio, el 20 diciembre 2014

    Una pequeña apreciación ,que siempre me ofende,no solo hay Coros de Voces Graves en Euskadi y en Cataluña ,en Asturias también los hay y con gran solera ,antigüedad y muchos y muy buenos.Al Cesar lo que es del Cesar ,para mas ampliación pueden acudir a la Web de la Federacion de Masas Corales de Asturias.

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