Seis Caperucitas que no son como esperas

Olvida todo lo que has sabido hasta ahora de la niña de la caperuza, la abuelita y el lobo. Te proponemos seis aproximaciones para todas las edades. Algunas sorprendentes, otras asombrosas todas inesperadas.

JAVIER PIZARRO 

El gran escritor y pedagogo italiano especializado en literatura infantil Gianni Rodari dijo: “Bastan cinco palabras – niña, bosque, flores, lobo, abuela – para que cualquier persona de nuestra sociedad evoque y responda: Caperucita Roja”.  El personaje es tan arquetípico, tan bien delineado, que casi todos los lectores (incluso los que no han leído el cuento) se han hecho inevitablemente una imagen de esa niña en su cabeza. De aquella muchacha que armada de valor se adentró en las profundidades del bosque para llevar pan y miel a su abuelita enferma. Incluso Rodari armó su propia Caperucita en un cuento que tituló Confundiendo historias (Editorial Kalandraka), donde juega a liarnos con los cinco tópicos del cuento a los que anteriormente aludía. Los colores, animales, parentescos y demás ingredientes imprescindibles son siempre una sorpresa en esta ceremonia de la confusión.

Charles Perrault creó el personaje en 1697, que más tarde pasó por las manos de los hermanos Grimm, quienes la hicieron menos moral y represiva. Y tal vez porque el cuento siempre ha sido uno de los favoritos de niños y no tan niños del todo el mundo, unido al hecho fundamental de que el personaje es patrimonio de la humanidad libre de derechos de autor, el caperucho rojo y su dueña siguen dando guerra. Y ha gustado a todo tipo de gente. Como muestra, lo que escribió Charles Dickens de este imperecedero cuento: “Caperucita roja fue mi primer amor. Sentía que si me hubiera casado con ella hubiera conocido la felicidad perfecta”.

La nueva Caperucita y el lobo podrían incluso llegar a twittear así…:

–       Caperucita, qué moderna te veo…

–       Es que ahora vivo en una gran ciudad.

–       Caperucita, qué cambiada estás…

–       Es que ahora a veces llevo una caperuza verde.

–       Caperucita, qué ojos más rasgados tienes…

–       Es que vengo de una familia japonesa.

–       Caperucita, qué decidida eres…

–       Espera lobo, espera y verás…

¿Qué es lo que tanto nos enamora de Caperucita Roja? Quizá lo desvelemos al conocer los libros que presentamos a continuación. A partir de estas líneas intentaremos disfrutar del personaje y de sus nuevas variantes.

1) ‘Una Caperucita Roja’, de Marjolaine Leray (Editorial Océano Travesía).

Unos trazos enérgicos y vivos en rojo para definir a la niña y unos trazos enérgicos y vivos en negro para definir al lobo sobre fondo blanco con una sencillez gráfica apabullante. Es quizás la Caperucita Roja con menos detalles de todas y la que ejerce una expresividad mayor; su cara solo se define con una rayita para su nariz, por cómo está dibujada lo dice todo.

Aquí ya no es esa niña inocente que todos pensábamos que era; en esta versión se deja llevar por el lobo para ir adonde ella quiere. Se enfrenta a sus preguntas, se acerca descaradamente a su enorme dentadura, sabe decir NO y es que esta Caperucita Roja ya sabe enfrentarse ella sola a los lobos.

Marjolaine Leray recrea esta versión del cuento con mucha picardía y un estilo más que personal. Consigue del lector una sonrisa al llegar a su última página.

2) ‘Caperucita Roja’, de Adolfo Serra (Editorial Narval).

Adolfo Serra consigue hipnotizarnos con su versión desde la misma portada del cuento. No utiliza ni una sola palabra en todo el libro y ni falta que hace.

El camino se inicia en la cola del lobo que atraviesa la casa de la niña de rojo; allí comienza su andadura Caperucita que termina en la punta de la nariz del lobo, donde se encuentra la casa de su abuelita. En medio queda el bosque, en la peluda espalda del lobo, que la niña ha de recorrer en busca de su destino final. El cuento presenta todo el rato a un lobo acechante a todos los movimientos de la niña.

Las imágenes nos despiertan diferentes sentimientos y emociones, miedo, curiosidad, inocencia, reto, amor, valentía, engaño… Quizá para que cada lector construya su propia versión.

3) ‘La niña de rojo’. Historia e ilustraciones de Roberto Innocenti; escrito por Aaron Frisch (Editorial Kalandraka).

En esta ocasión, Caperucita vive a las afueras de una gran ciudad, bajo el nombre de Sofía. Esa gran urbe puede ser esa que todos tenemos cerca y en la que resulta sencillo  identificar cuáles son sus peligros, sus tentaciones, sus mensajes con doble intención, sus pasajes sombríos llenos de miseria, sus gentes… La ciudad es el bosque que hay que atravesar.

Aquí el lobo va en moto y con chupa de cuero. Y entrevemos que puede ser cualquiera de los personajes que conviven con nosotros en estos tiempos, un banquero dispuesto a desahuciar, un político que cobra en sobres… De hecho, en una de las escenas donde aparece el lobo se ve una valla publicitaria donde nos parece distinguir a Berlusconi junto a la frase “I’m the best”.

El cuento tiene dos finales: el real y el mágico. Así que aquí cada cual tendrá que elegir cuál es el que prefiere…

4) ‘Caperucita Roja’, de Louise Rowe (Editorial La osa menor).

Caperucita vive en un mundo 3D en esta edición. Las principales escenas del cuento las encontramos en pop-up; una maravilla, que, con la técnica del collage para crear los troquelados, va componiendo los diferentes escenarios, frondosos bosques, una casa con ventanas por donde asomarte, un lobo que se te enfrenta al abrir una doble página…

5) ‘Caperucita Roja y lo que sucedió en el vientre del lobo’. Con ilustraciones de Francois Amoretti y textos de Audrey Alwett (Ediciones Jaguar).

Todos sabemos qué paso antes y después de que el lobo se comiera a Caperucita Roja, pero ignoramos completamente qué sucedió mientras la niña estuvo en la barriga del animal. Vamos a conocer el camino que Caperucita tuvo que hacer para llegar al mundo de los adultos y que, para sobrevivir, no le quedó otra que convertirse… ¡en una loba! En las tripas del lobo, conoceremos un mundo nuevo, con nuevos personajes y con el encuentro con la abuelita…

Es un libro que podemos situar entre el mundo del cómic y el álbum ilustrado. Un libro cargado de mensajes simbólicos e imaginación, muy aderezado de ironía y sátira.

Las ilustraciones están realizadas a lápiz y tinta por Francois Amoretti, con un toque muy asiático que nos recuerda los dibujos manga y actitudes tipo Lolita. La edición se presenta con textos en castellano y japonés.

6) ‘Érase veintiuna veces Caperucita Roja’, de varios autores (Editorial Media Vaca).

Estas 21 Caperucitas nacen de un taller que tuvo lugar en el Museo Itabashi de Japón en el verano de 2003. Se pidió a sus participantes, cuyo trabajo se reproduce tal cual en el libro, que fueran libres a la obra de versionar el personaje de Perrault, que hicieran todos los cambios que desearan en función de los necesidades y gustos de cada uno. Solo se les indicó una limitación: los dibujos debían realizarse a dos tintas. El resultado: este sorprendente libro, donde encontramos historias de risa, miedo, amor, gastronomía…

 

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