Sensaciones y ‘egospam’ de los creadores de ‘Esa sensación’

De izquierda a derecha: Juan Cavestany,

De izquierda a derecha: Juan Cavestany,

De izquierda a derecha: Juan Cavestany, Julián Génisson y Pablo Hernando.

Julián Génisson, Juan Cavestany y Pablo Hernando conversamos en modo colaborativo casi igual que como escribimos y rodamos nuestra película ‘Esa sensación’, que se estrena este viernes en salas de varias ciudades. (El shock de escribir un nombre propio y luego el verbo en primera persona, otro ejemplo: Ramón Martínez tengo hambre).

Juan: Los de El Asombrario nos han pedido que les escribamos algo. No tenemos derecho a estar cansados de contar cosas sobre Esa sensación. De hecho, no creo que tengamos derecho a nada, en general. Tenemos una película que ha gustado bastante a una parte de la crítica y que no sabemos cuánta gente verá después, pero queremos que la vea en cine o en plataformas online toda la gente que podría querer verla. Salas y online legal a la vez, para el que prefiera cada cosa, mira qué bien. Queremos que nuestra película Esa sensación disfrute de la sensación de ser verdaderamente una película.

En base a este arranque, que podéis cambiar a vuestro antojo si queréis, me atrevo a lanzar dos preguntas para que las recojáis, para que las cambiéis por otras preguntas o bien para que habléis de otra cosa.

Primera pregunta: ¿Qué es peor? ¿Leer las respuestas de uno mismo transcritas y editadas en función al espacio del medio que sea, o escuchar la propia voz nasal y esforzada diciendo sandeces?

Segunda pregunta: ¿Es posible hacer ego surfing pero engañándose a uno mismo, como para tener la “sensación” de que realmente no lo estás haciendo tú, como si trataras de convencerte de que es otro el que lo está haciendo y tú sólo ves a través de sus ojos? Buscarte a ti mismo en Google pero pensando: “Esto es lo que vería alguien que buscara mi nombre en Google”.

Julián: ¡Hola! Primero me sorprendió que no quisieras hacernos hablar de la película sino de nuestros sentimientos sobre la acogida de la película (el no merecer el no entusiasmo que habría despertado en las redes, que no peinamos febrilmente en busca de nuestro nombre), pero tienes toda la razón: es más digno no hablar de la película, porque si no parecería que hay algo que explicar, algún tipo de rareza o proceso oculto (que explicaría por qué la crítica nos pone estrellas –no precisamente de Hollywood– pero nadie la irá a ver), cuando es una película absolutamente transparente, sin claves ni mensajes subliminales, donde lo que ves es exactamente lo que hay, como en la escena de Taxi Driver en la que el personaje pregunta a la dependienta del puesto de golosinas del cine X si tiene no sé qué chocolatina, y ella le dice “lo que ves es lo que hay”. ¡Nunca se me habría ocurrido comer en una sala porno! Esto me hace pensar también en el momento en el que el mago enseña un sombrero o una baraja antes de un truco, y pide a alguien del público que compruebe que son “normales”. Me gustaría hacer un espectáculo entero en el que los espectadores comprueban que todos y cada uno de los objetos de la sala son normales. Contestando a tus preguntas: me da más bochorno/rabia leer mis respuestas transcritas que escucharlas, porque parecen más meditadas; en audio queda más claro que no sé de qué estoy hablando. En cuanto al egospam, cuando quiero googlear mi nombre a menudo tengo la tentación de ir al locutorio (gente que sólo caga en casa/gente que sólo caga fuera de casa; ir a comer a una sala porno para expiar algo o para arreglar algún tipo de injusticia).

Un fotograma de la película 'Esa sensación'

Un fotograma de la película ‘Esa sensación’.

Juan: Pablo, ya no puedo decir “siempre había querido preguntarte esto” puesto que ya te lo había preguntado antes, pero al rodar tu parte de la película ¿limpiábais los objetos urbanos con trapos o algo antes de que Lorena los besara? Y en otro orden de cosas, ¿qué te parece el dibujo de Noguera en el que un bicho se mete en el bolso de una señora que va dormida en el metro y la gente no se atreve a decir nada? ¿Crees que si hubiéramos visto antes este dibujo habría sido necesario hacer esta película? Por cierto, gracias a los dos por regalarme La muerte del Piyayo en Málaga cuando perdí mi tarjeta de débito y no podía sacar dinero.

Pablo: No he pensado nada en qué significa la película o de qué va o si queríamos decir algo, así que me cuesta mucho hablar en abstracto de ella y por eso digo tantas tonterías en las entrevistas. Por eso y porque llevo unos meses con una flojera mental que creo que ya no se va a ir nunca. Esto lo estamos escribiendo en un documento de Google compartido y todos podemos ver en tiempo real lo que están escribiendo los otros dos. Me daba vergüenza que me vierais escribir en directo y me he puesto a escribir esto en el Open Office. No quiero que veáis mi tartamudeo mental (un día hablamos de la vergüenza que da que alguien vea tu proyecto de Final Cut abierto, como si tu forma de editar fueran calcetines agujereados). Creo que los tres pasamos mucho tiempo analizando lo que hemos dicho y hecho, avergonzándonos de todo, insultándonos por dentro. Eso es muy narcisista y deberíamos dejar de hacerlo. Bueno, decía que me cuesta mucho hablar en abstracto de Esa sensación, así que gracias, Juan, por tus preguntas porque son muy concretas. No, no limpiábamos los objetos antes de que Lorena se magrease con ellos. La consciencia del asco ha venido después. En una de las escenas estábamos debajo del puente de Madrid Río, con Lorena subida a horcajadas a una viga de metal, y unos niños nos escupían desde arriba. En la rotonda había basura. Tampoco limpiamos el parquímetro antes de que Lorena le besara los botones. Cuántas manos pasarán por ahí a diario. ¿Cientos? Igual con la crisis la gente aparca menos, no lo sé. De todas formas, Lorena debería hacerse un chequeo. Sobre el libro de Noguera: reconozco que la primera vez que lo leí me decepcionó un poco porque por primera vez no me parecía mejor que el anterior. Ayer lo volví a leer y estaba equivocado: es sobrenatural. No creo que nunca hagamos nada que Noguera no haya expresado ya de una forma más concisa, graciosa y poética de lo que nosotros podríamos jamás. Creo que somos el cocinero que intenta hacer una sopa dentro de otra sopa mucho más grande.

Juan: En otro orden de cosas, ¿creéis que es posible sentir cosquillas cuando te las hace un extraño?

(Aparte: hacedme una pregunta vosotros, por favor, que si no parece que yo soy el “moderador”). (No borrar la nota entre paréntesis anterior, ni tampoco ésta).

Julián: Yo creo que sólo sientes cosquillas cuando te las hace un extraño, aunque te las esté haciendo un amigo o un familiar. ME EXPLICO: las cosquillas siempre se producen en una parte del cuerpo que no debería estar expuesta al otro, porque encierra órganos importantes, o en general apunta a algún tipo de indefensión o brecha de seguridad (caso de las plantas de los pies: si alguien tiene acceso a ellas quiere decir que estás en una posición desde la que no te puedes defender, como tumbado boca abajo). Si alguien te hace cosquillas, quiere decir que tiene acceso a esas partes indefensas, y el cuerpo se ríe para zafarse de esa persona, pero de buen rollo, sin ánimo de ofender. Esto quiere decir que, instintivamente, no nos fiamos de esa persona, familiar o amigo. Es una reacción hipócrita del cuerpo, que aparentemente dice: “Gracias por hacerme reír, amigo”, pero en realidad está diciendo: “No me siento seguro entre tus manos”. Es una HUIDA DE BUEN ROLLO. Me parece un caso alucinante de reflejo hipócrita. (Gracias por cambiar el rumbo de la conversación: preguntas concretas en vez de seguir calumniándonos a nosotros mismos).

Juan: Julián, gracias por esta respuesta que habla de brechas de seguridad en el sistema corporal y en la estructura de los sentidos, creo que sin duda esto tiene que ver con nuestra película. Como no me hacéis ninguna pregunta, me imagino una y la contesto yo directamente:

Sí, estamos muy contentos con Esa sensación, con que nos haya salido una película coherente a pesar de no haber preparado ninguna tesis a priori, no hemos querido esconder del público la dificultad de montar un relato medio estropeado como es Esa sensación, no queremos tampoco engañar a nadie haciendo creer que tenemos la fórmula del disfrute, y sin embargo al mismo tiempo estamos seguros de que la película es sabrosona, pues tiene distintos sabores, es ecológica y no contamina, se ha hecho con muy muy poco, viéndola con distancia creo que funciona casi todo el rato y “te deja pensando”. (Nos han dicho ya dos personalidades de la radio española que Esa sensación estéticamente es bellísima, no sé si dejar esto entre paréntesis aquí o quitarlo luego).

Julián: Anoche, antes de dormirme, se me ocurrió una pregunta muy buena –informativa y además creo que bella– para los dos, pero no la recuerdo. Siento que parezca que estoy yendo a mi bola. No estoy haciendo preguntas ni dando explicaciones, pero quiero insistir en algo: la película me gusta mucho, estoy muy contento con ella y con vosotros, y creo que, pese a las formas, es una película absolutamente normal. Lo único raro, como en el caso del mago, es que te pidan que des fe de que lo es. La película está llena de esos momentos: “¿Este sombrero es normal?” – “Tiene que serlo, porque si no no lo llevaría, pero… ahora que lo dices no te sé decir”. Como lo normal es no pensar en la normalidad de las cosas, cuando lo haces te parecen raras, pero ahí acaba toda la rareza, de verdad.

Toda la info en: https://twitter.com/EsaSensacionOk

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