Tenemos un plan para un centenar de reservas en nuestros ríos

Río Verdugo. Ponte Caldelas, Pontevedra. Galicia. Foto: Gabriel González / Flickr Creative Commons.

Río Verdugo. Ponte Caldelas, Pontevedra. Galicia. Foto: Gabriel González / Flickr Creative Commons.

Río Verdugo. Ponte Caldelas, Pontevedra. Galicia. Foto: Gabriel González / Flickr Creative Commons.

La pasada semana viajábamos en esta ‘Ventana Verde’ a San Vicente de la Barquera (Cantabria) para certificar la recuperación de la Marisma de Rubín, antes una plantación de eucaliptos. Hoy visitamos la preciosa zona del Alto Jarama, en la confluencia de Madrid con Guadalajara, para contar la experiencia pionera de cómo gestionar una reserva natural fluvial, una figura de protección creada en 2005 por la Ley de Aguas, pero aún no desarrollada, todavía en un estado muy embrionario en nuestro país. Un proyecto puesto en marcha por la organización Ecologistas en Acción.

Se dice, y hay mucho de cierto, que España es un país que adolece de exceso de reglamentación que luego no se cumple. A la hora de crear figuras de protección de la naturaleza, tampoco andamos escasos; se superponen y solapan unas con otras, y, sin embargo, la realidad de conservación deja mucho que desear. También es verdad que hemos prestado mucha más atención a la tierra que al agua. Y así se ha insistido mucho más en los parques nacionales que en las reservas marinas, por ejemplo. Y en los bosques y montañas que en los ríos. Para proteger los ríos que han llegado hasta nuestros días más sanos y limpios, se creó hace ya más de 10 años la figura de «reserva natural fluvial». Algo que Ecologistas en Acción considera «una figura de protección esencial para la conservación de nuestros ríos».

Se creó la figura en 2005. Pero hasta 2015 los distintos planes hidrológicos de cuenca no recogieron los primeros listados de cauces a proteger. Se presentó un listado total de 135 reservas; de las cuales el Gobierno del PP aprobó 82 (en la cuenca del Tajo hay 15 declaradas). A partir de ahí se debe elaborar y aprobar los planes de gestión. Pero en este punto, también por los diversos avatares políticos, con un Gobierno en funciones durante casi un año, el asunto se ha quedado en agua estancada. Aunque para otras iniciativas, como dar vía libre a la firma de los muy polémicos tratados de libre comercio con Canadá y EE UU, el Gobierno sí se movió más rápido y, estuviera o no en funciones, sí les facilitó la pista libre.

Para darle un impulso a estas reservas, Ecologistas en Acción decidió dar un paso adelante este año y ha marcado un proceso y elaborado un documento de debate y trabajo que sirva de plantilla para elaborar un plan de gestión en estas reservas. Y lo ha hecho en el Alto Jarama, en un tramo de 28 kilómetros de los casi 200 con que cuenta este curso, en territorio de tres municipios: Montejo de la Sierra y La Hiruela en Madrid, y Cardoso de la Sierra en Guadalajara; una bellísima zona, más en otoño, con ricos y cuidados bosques de ribera de sauces, álamos temblones, abedules, robles, hayas, fresnos, serbales, y poblaciones estables de mirlo acuático, martín pescador y nutria, un bioindicador muy fiable del estado saludable de las aguas.

Ecologistas en Acción decidió impulsar las reservas fluviales, proponiendo una treintena más -sobre todo en La Rioja, donde dicen que han encontrado auténticos tesoros en la Sierra de la Demanda, pero incluso en las islas Baleares y Canarias, archipiélago en el que resaltan que la gestión hidráulica es una «vergüenza», «al margen de toda regulación comunitaria»- y elaborando este plan piloto de gestión -se pusieron manos a la obra con el comienzo de año, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, que ha aportado 40.000 €. Desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente también se está elaborando un plan piloto en el río Milagro, en la cuenca del Guadiana, en una longitud de 22 kilómetros, dentro de los municipios de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real) y Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo).

Pero desde Ecologistas en Acción insisten mucho en que estos planes han de elaborarse, como el del Alto Jarama, de abajo arriba, «un modelo de gestión participativa»; es decir, con mucho debate con la población y todos los agentes implicados en la zona, para que nadie se lo tome como algo una vez más impuesto desde arriba y que se pueda interpretar como un nuevo obstáculo a sus formas de vida y posibilidades de crecimiento, según nos explicó durante el viaje de prensa Raúl Urquiaga, responsable del Proyecto de Reservas Fluviales dentro de Ecologistas en Acción. «Para que sea una figura de protección útil».

A ver si es verdad y este centenar de reservas salen adelante y, como dijo Heráclito, «todo fluye». Porque, como dice el escritor verde Joaquín Araújo, «el agua no es, va siendo».

Deja tu comentario

¿Qué hacemos con tus datos?

En elasombrario.com le pedimos su nombre y correo electrónico (no publicamos el correo electrónico) para identificarlo entre el resto de las personas que comentan en el blog.

No hay comentarios

Te pedimos tu nombre y email para poder enviarte nuestro newsletter o boletín de noticias y novedades de manera personalizada.

Solo usamos tu email para enviarte el newsletter y lo hacemos mediante MailChimp.