Tratado de Paz: del ‘pendrive’ de ETA a los relojes de Hiroshima

La Urraca sobre el cadalso de Pieter Brueghel. Una de las obras emblemáticas de la muestra Tratado de Paz.

La Urraca sobre el cadalso de Pieter Brueghel. Una de las obras emblemáticas de la muestra Tratado de Paz.

‘La urraca sobre el cadalso’, de Pieter Brueghel. Una de las obras emblemáticas de la muestra ‘Tratado de Paz’.

‘Tratado de Paz’ (Bake-ituna, en euskera) es el título de uno de los proyectos de mayor envergadura e implicación internacional que tendrán lugar en España entre 2016 y 2017. Se trata de una gran muestra en la que se abordarán las representaciones de la Paz en la Historia del Arte, la Cultura y el Derecho. Un empeño por explorar las formas y representaciones que la Paz ha tenido desde 1516 hasta 2016. Será una de las grandes apuestas de San Sebastián 2016, Capital Europea de la Cultura.

Tratado de Paz acogerá distintas exposiciones, laboratorios, publicaciones y formatos en torno a la representación de la Paz, construcciones que pertenecen al imaginario común de las gentes y a las formas políticas que han legado el Arte y el Derecho. La concepción de la idea corresponde a Santiago Eraso y el comisariado a Pedro G. Romero; se presentó en sociedad ayer en el Museo de Prado de Madrid. “El proyecto no pretende explorar, una vez más, el par de la Guerra y de la Paz, sino atender a la Paz, a las formas y representaciones complejas que ha atravesado históricamente”, aseguró Santiago Eraso durante la presentación.

La muestra central estará dividida entre los museos de San Telmo y el Koldo Mitxelena de la capital donostiarra, entre los meses de junio y octubre (del 17 de junio al 2 de octubre). Reunirá obras de reconocidos artistas provenientes de los fondos de 21 museos internacionales, entre los que se encuentran el Louvre, Reina Sofía, El Prado (que ha realizado el mayor préstamo de obras de su historia para esta exposición, según reconoció su director, Miguel Zugaza) y el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Se expondrán más de 400 piezas de artistas de la talla de Goya, Rubens, Murillo, Ribera, además de Picasso, Le Corbusier o Maruja Mallo; hasta llegar a Elena Asins, Alice Creischer y Nancy Spero, o las fotografías de Sophie Ristelhueber, entre otros.

También estarán representados, en otros lugares de Tratados de Paz, objetos como la fotografía del USB que se recibió en la Redacción del diario Berria que recogía el anuncio del cese definitivo de la actividad armada de ETA, publicado el 20 de octubre de 2011, o los relojes que viajarán desde el Museo de la Paz de Japón y que quedaron detenidos en la misma hora en la que la bomba atómica impactaba sobre la ciudad de Hiroshima.

En la exposición principal, las piezas están distribuidas en ámbitos argumentales propios de los asuntos en los que la Escuela Ibérica de la Paz dividía cualquier Tratado de Paz: territorios, historia, emblemas, milicia, muertos, población, economía, armas y tratados. De hecho, todo el proyecto toma como punto de partida la figura de Francisco de Vitoria, inspirador de la llamada Escuela de Salamanca, primera escuela de Derecho Internacional Europeo.

Asimismo, Tratado de Paz reproducirá estancias de museos y exposiciones que han existido a lo largo de la historia y han abordado contenidos semejantes a este proyecto. Estancias como El Salón de los Reinos del Casón del Buen Retiro de Madrid, que conmemora las paces triunfales que se representan antes de la Revolución Francesa; La Galería de los Espejos de Versalles, que conmemora la Pax Borbónica, o la firma del Tratado de Versalles en 1919, que da fin a la I Guerra Mundial. Pero también estarán representadas, entre otras, la Exposición del Tercer Mundo que tuvo lugar en La Habana en 1968 o el Memorial del Holocausto de Auschwitz.

También se mostrarán ejercicios y prácticas históricas ligadas a la pedagogía, que van desde los ejercicios jesuitas de asimilación cultural (los llamados «catecismos de indios») hasta las acciones performativas colectivas propuestas por Yoko Ono para el desarme y la paz. Esas mismas piezas sirven para llevar a cabo la investigación que da lugar al diseño de la mediación artística. Dentro de Tratado de Paz, se podrán contemplar producciones encargadas a artistas contemporáneos que activarán los elementos puestos en juego en el proyecto desde puntos de vistas singulares, antagonistas incluso. Así, entre otras, se llevarán a cabo intervenciones en el espacio público, se crearán nuevas piezas escultóricas o cinematográficas para inducir a la reflexión y el pensamiento crítico.

Las intervenciones no se desarrollarán en San Sebastián, sino en otras localidades guipuzcoanas como Azkoitia, Eibar o Lazkao, y serán coordinadas por agentes locales en diálogo con las/los artistas (Ibon Aranberri, Eduardo Molinari/Archivo Caminante, Ines Doujak & John Barker, Mitra Farahani, Juan Luis Moraza, Alejandra Riera y Asier Mendizábal).

Todo sobre San Sebastián Capital Cultural Europea 2016.

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