Antonia San Juan: «Se apoya tanto el deporte, en lugar de la cultura, porque carece de ideología»

La actriz Antonia San Juan en una manifestación animalista. Foto: Flickr Creative Commons.

La actriz Antonia San Juan en una manifestación animalista. Foto: Flickr Creative Commons.

La actriz Antonia San Juan en una manifestación animalista. Foto: Flickr Creative Commons.

La actriz Antonia San Juan en una manifestación animalista. Foto: Flickr Creative Commons.

ENTREVISTA CON DIBUJO / Antonia San Juan, directora y actriz 

La famosa actriz estrena largometraje este otoño como directora, guionista y protagonista, Del lado del verano. Un ácido retrato de la familia. Aquí nos cuenta sus numerosos planes, desde su libro de poesías a los seis guiones de cine que tiene preparados, su trabajo en televisión, sus monólogos. Y nos habla, desde la agudeza de su hiperactividad, de madres castradoras y los hijos que no se van de casa, de la homofobia que persiste y de gobiernos que no quieren que la gente reciba ideas, pensamiento.

RAFA RUIZ 

Famosa en los últimos años por sus monólogos, sus obras de teatro y su papel en la teleserie La que se avecina, Antonia San Juan da un salto grande y en noviembre presentará como directora, guionista, productora e intérprete la película Del lado del verano, una visión ácida, pero que también provoca risas, de la familia. Con atractivo reparto: Macarena Gómez, Eduardo Casanova, Luis Miguel Seguí, Secun de la Rosa… Nos cita en el local de la productora que creó en el año 2000, Trece Producciones, en puro centro de Madrid. «En todo lo importante que me ha pasado en mi vida, estaba el 13 por medio».

Das una visión dura de la familia en tu película. De hecho, Del lado del verano se cierra con una reflexión tuya que dice que, para querer a la familia, hay que tenerla lejos, distanciarse de ella.

No hemos aprendido de los animales que los hijos no son nuestros, de los padres, sino que son de la naturaleza, de la especie, del ciclo de la especie. Tú tienes la responsabilidad con ese individuo, pero no por un acto narcisista de que es tuyo, sino porque es parte de la cadena de esa especie, y tú tienes la responsabilidad de darle alimentación, educación y una serie de valores. No convertirte en una madre fálica, totipotente. Además, hay una edad en que hay que dejar marchar a los hijos, por salud mental para todos. Y eso no lo hemos aprendido de los animales.

Tú sientes que, si te hubieras quedado en Canarias, ¿no te habrías desarrollado libremente?

Por supuesto. Observando lo que hay a mi alrededor, viendo a mi familia, a mis primos y los que están alrededor, veo que no crecieron. Algunos murieron prematuramente, por insatisfacción de la vida; otros viven cobijados en el alcohol o en la droga. Te das cuenta de que muchos no se criaron sanos. La madre es muy importante en el desarrollo y no debe ser una madre que aprisiona, una madre castradora… totipotente, fálica, una madre que no te deja hacer nada, que nada le gusta para ti y te convierte en un inútil.

Y lo que cuesta ahora que los hijos de las familias españolas se vayan de casa… Bueno, ahora, con las vacas flacas, pero también antes, con las vacas gordas… 

Los hemos criado así. Estamos haciendo una sociedad malsana y muy loca. Con un retroceso absoluto del individuo. En el siglo XX no hubo pensamiento. Hubo ciencia, pero no pensamiento. Religión, pero no pensamiento. La gente no te habla de pensadores, sino que te habla con referencias casi bíblicas, aunque no vayan a misa. Dicen: yo creo o yo no creo. Y vemos que siguen sin respetarse las diferencias, que la homosexualidad sigue siendo estigmatizada…

Retroceso del individuo en armarse de escudos protectores y sólidos, y ahora también del Estado de las libertades y del bienestar que tanto costó montar en el siglo XX… Mal vamos…  

Me parece totalmente descabellado un país que se gasta un dineral por algo que daban por hecho, que íbamos a ser olímpicos, pero que estaba completamente en el aire. Mira, yo veo aquí una cosa tendenciosa: ¿por qué se apoya tanto el deporte? Porque no tiene ideología. Por eso no se apoya el cine, el teatro…, la cultura. Todo lo que entrañe una posibilidad de pensar, de que un artista pueda transmitir pensamiento al pueblo resulta ya subversivo. El entramado está perfectamente hecho, incluso de manera inconsciente, para que existan unos vigilantes de la cultura; vigilantes que van seleccionando: no, no, esto no, esto no, que sea todo blanco. Y vamos creando una sociedad enferma. Todo está mal visto. Lo que no se dice se convierte en tabú y el tabú en síntoma de una enfermedad.

En tu película la mayoría de los personajes realmente no hablan, sino que murmuran, malmeten, manipulan, critican.

El único personaje que intenta el diálogo es Tana, que es la que quiere alejarse de la familia.

Y la sensatez acaba marchándose lo más lejos posible: a Australia.

Sí, lo más lejos posible. Es que este es un país que ve mal el trabajo.

Y el mérito.

Sí.

Veo en ‘Del lado del verano’ como una maraña cada vez más espesa que paraliza a los personajes, que no les deja avanzar, expresarse, desarrollarse. Que todo es un voy, vengo, dimes y diretes.

Sí, una pérdida de tiempo. El tiempo no se aprovecha para leer, estudiar, aprender…, sino para estar pendiente de los demás y  criticarlos. Es la neurosis perfecta. Una pérdida de tiempo, vamos. Totalmente improductiva.

¿Conclusión? La familia es a menudo una pérdida de tiempo.

Mira, en la familia todo es qué corta va, qué larga va, que gordo está, que delgado está, qué feo, qué fea, esa chica no me gusta para ti, ese chico no me gusta para ti, tu hijo es gay, tu hijo no es gay, tu hija es bollo, tu hija no es bollo… Eso es la familia. Bueno, vamos a ver, cuando digo esto no quiero decir que el 100% de las familias y de la familia sea así… De la misma manera que cuando hablo de pederastia entre los curas no estoy diciendo que todos los curas sean pederastas. O como cuando dicen: es que los gays tienen muy buen gusto, pues mira que yo he conocido cada tranco… O que los negros llevan la música en la sangre, pues algunos no saben ni bailar… A ver, las generalizaciones, en su medida.

El tema de la homosexualidad está muy presente en Del lado del verano. Y me dices que la sigues viendo estigmatizada. ¿Tampoco en esto hemos realmente avanzado? ¿Es solo que el grueso de la sociedad disimula que se siente molesta con la homosexualidad?

Cuando algo es un insulto, es que sigue sin estar normalizado, ¿qué quieres que te diga?… El otro día vi en la televisión que un chico se puso como una fiera porque decía que le habían llamado homosexual. Si pasa eso, es porque se lo toma como un insulto. Y luego, lo de Rusia. Bueno, bueno, bueno, ¡cómo es lo de Rusia! Y como todo es pendular, podemos estar yendo al otro extremo: a la persecución y la caza de brujas. Es como otra cosa, que también nos la hemos creído, y yo veo que no funciona, que es una utopía. La mezcla de razas. Nos ha parecido sencillo y para nada. Porque la gente se mueve de un país para otro, pero lleva sus creencias en la mochila. Y crean sus guetos. Y traen su burka y su ablación… Además, también es una cosa muy sádica de Occidente pretender que cambien de golpe y porrazo y lleguen adonde nos ha costado siglos llegar a nosotros. Es un proceso. No podemos llegar a un sitio y decir: venga, quítate el velo, y ya. Son procesos. Y llevan su tiempo. Yo en la mezcla de culturas así de sopetón no creo.

Haces también un retrato duro de Canarias en la película.

No, yo no lo veo como un retrato de Canarias, sino como un retrato bastante universal. Y a la universalidad se llega a partir de contar lo que tú realmente conoces, en lo que tú has vivido. Yo intento siempre hablar de lo que he visto y he conocido. Aunque la película está ambientada en Canarias, familias así, en las que las hermanas no se hablan, y en las que el 99% de la conversación es mira lo que me dijo y yo le dije y fíjate lo que ella me contestó, las hay en Galicia, en Valencia, en Andalucía. Y ese dicho de «vengan los cuartos del velatorio, y cásese el diablo con el demonio» es universal. Eso de que todo nos parece mal, pero si hay que hacer la vista gorda por dinero se hace, es universal.

¿Crees que tu público será consciente de la dureza de lo que planteas? Vivimos unos tiempos difíciles en los que para mucha gente su familia es lo último que tiene donde agarrarse; aunque se engañen…

Bueno, no sé, hay dos lecturas, según las herramientas que apliques. En el teatro me pasa, estoy diciendo las mayores barbaridades y hay mucha gente que me dice solo: ay, es que contigo cómo me río… Me estoy metiendo con lo más grande, pero me dicen: ay, qué graciosa eres, jodía, yo me meo contigo, qué simpática eres…

¡Cómo es la imagen de la boda en la película! Impacta. Esa mujer con un vestido de novia de 4.000 euros, la limusina… y saliendo de un edificio paupérrimo de pisos…

Aquí, cuando una familia muy humilde consigue tener dinero, llama a El Corte Inglés para que decore la casa.

Y si quieres, te ponen hasta los libros…

Con los lomos del color que te combine con el sofá… Cuando tienes dinero y tienes clase, el dinero no se ve. Pero si vienes de una clase social baja, el dinero se traduce en poner griferías doradas y cristales esmerilados. Que se vea bien. No pones muebles nórdicos de los años 50, una foto de Chema Madoz y otra de José Manuel Ballester, no, eso lo hacen los que tienen dinero de verdad…

Tacita a tacita, vas haciéndote un carrerón… Este primer largometraje lo has escrito, dirigido, interpretado, incluso montado…

Bueno, en realidad no es el primer largometraje. Hice Tú eliges en 2008, pero se rodó en solo 20 días y, además, tuve un equipo muy escéptico. Entonces era que Antonia San Juan, la actriz de Todo sobre mi madre, la película de Almodóvar, quería dirigir. Tuve un equipo en contra, no a favor, para rodarlo; era una película muy psicoanalítica, le tengo mucho cariño, pero digamos que era muy discursiva, estaba muy mal realizada, con un equipo en contra… Y, bueno, que era mi primera película. Lo que he aprendido yo desde entonces hasta Del lado del verano. Es la segunda; pero, bueno, yo la veo como la primera y la otra como un… preámbulo.

¿Tus siguientes pasos?

Quedan tres capítulos de la séptima temporada de la serie La que se avecina; a ver si hay una octava. Y estoy reescribiendo mi próximo largometraje, Covadonga, muy comedia, la historia de una pija. Tengo ahora mismo seis guiones de cine muy profundos, pero no es el momento para hacerlos. Ahora es el momento de hacer comedia. Si estuviéramos en un momento de apoyo a la cultura, creo que son seis joyitas. Pero ahora en cine lo que quiero hacer es una comedia, para que la gente se parta el culo. He creado un personaje de pija; divina, mucha melena, mucha bota, mucha ese… Eso será lo próximo… Ahora lo que hay que hacer es moverse mucho para buscar financiación, para películas que se puedan rodar con millón y medio de euros o dos millones. Covadonga es una comedia desde el momento uno hasta el final. Súperdivertida. Una loca con un marido ex futbolista, gordo y putero; donde todo se desarrolla a partir de una boda, que desemboca en un disparate. Además, estoy preparando mi espectáculo de nuevos monólogos. Se llama Mi Lucha.

Llegamos a la fase beta de la entrevista. Hazme un dibujo. A ti no te va a resultar difícil… Por lo que veo en las paredes de todos los despachos de tu productora…

Pinto de toda la vida.

dibujo

¿Has ido cambiando tus temas de inspiración?

Como en la poesía, no me lo planteo; es un poco automático, lo que va saliendo. Acabo de editarme un libro de poesía, Casa sin muñecas… Cuando dibujo y pinto es también así, lo que va saliendo…

Pero por lo que veo en tus cuadros y por lo que me estás haciendo, sueles pintar gente…

Siempre gente. Es que uno siempre espera algo de los humanos… Es duro ver cómo está tan podrido el ser humano; pero… ¿Y los políticos? Cómo me gustaría ver algún día un político que reconociera su mierda. Que saliera uno y dijera: «Sí. Yo he robado. Sí, mi partido es corrupto». Sería genial… Pero, no sé, yo veo al ser humano muy resabiado. Estamos de vuelta de todo, todo, todo, todo… Lo veo decepcionado… Y desorientado.

(Terminado el dibujo)

Curioso, has puesto mimo y detalle en el traje, pero la figura no tiene cara. No sé qué querrá decir, pero algo quiere decir, seguro.

La anterior exposición que hice se llamaba Mujeres en blanco; para que cada ser humano hiciera su propia historia. Y no tenían cara. Ninguna.

Aquí hay algo.

(Sonríe). Hay algo.

Ya fuera de grabación, una confesión: «A mis 52 años, siento que soy una mujer feliz, por todo lo que tengo y lo que estoy haciendo».

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Comentarios

  • Felip

    Por Felip, el 23 septiembre 2013

    Algunos que trabajan en la industria del entretenimiento están empeñados en hacerse pasar por Cultura a base de ideología. Olvidan que el Romanico Palentino es cultura, olvidan que la gastronomía es cultura, la enología, el paisajismo y jardinería, la pintura, las fiestas patronales, los toros, la tecnología… Todo eso es cultura sin ideología… Por eso el cine Español va para abajo, por que los directivos del entretenimiento – Antonia San Juan incluida – pretenden darnos lecciones a base de extremismo ideológico que luego ellos no cumplen.

    • jma

      Por jma, el 23 septiembre 2013

      En toda cultura hay ideología. No hay que estudiar un master de antropología para saber eso.
      Lo que plantea A. San Juan es que algunas manifestaciones culturales se utilizan precisamente para desideologizar, pero esto es algo más complejo de entender que lo anterior.

    • pepelu209

      Por pepelu209, el 23 septiembre 2013

      Si los toros son cultura, el fascisnmo es democracia, que probablemente es lo tu piensas

      • Felip

        Por Felip, el 23 septiembre 2013

        Los toros son Cultura nos gusten o no y de hecho han cautivado e inspirado las obras de grandes genios de la poesía, la pintura, la danza… de la España de los últimos siglos; igual que la matanza del cerdo y todas sus chacinas y embutidos son Cultura, igual que la dramaturgia, la horticultura, la danza…

  • Julian

    Por Julian, el 23 septiembre 2013

    Alguien debería explicarle al editor de público que ha puesto este titular en la portada, la importancia de los signos de puntuación:

    «Antonia San Juan: “Se apoya al deporte y no a la cultura porque carece de ideología”»

    Así escrito transmite exactamente lo contrario de lo que en realidad dice.

    • antonio

      Por antonio, el 23 septiembre 2013

      querido esto es el diario.es

  • olebasi

    Por olebasi, el 23 septiembre 2013

    Disiento, ideología hay en toda expresión de cultura y por extensión de vida. Sin ide-ología no sería posible la sociedad ni la vida.

  • Pampuzo

    Por Pampuzo, el 23 septiembre 2013

    Se apoya al deporte porque es un espectáculo que gusta a la gente. El cine español no.

  • Alba

    Por Alba, el 23 septiembre 2013

    Eso de que se apoya el deporte es bastante cuestionable.

  • Sergio

    Por Sergio, el 01 octubre 2013

    Se apoya al deporte porque no te hace pensar.
    Mi padre desde siempre me ha dicho que se ha usado el fútbol para tranquilizar a las masas. Que Franco, cuando veía que la gente se revolucionaba un poco, partido por la tele al canto. Y eso pasa ahora también.
    La palabra Cultura tiene muchas acepciones y para mi cualquier violación de algún derecho en el acto de realizar cualquier actividad deja de ser cultura. Porque por esa regla de tres las lapidaciones, ablaciones, etc, también serían cultura.

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