Blanca Li trae a Madrid ‘el peor cabaré del mundo’ (y el más desvergonzado)

De izquierda a derecha, Nacha la Macha, Alain Kortazar y Blanca Li. Foto:

De izquierda a derecha, Nacha la Macha, Alain Kortazar y Blanca Li. Foto:

De izquierda a derecha, Nacha la Macha, Alain Kortazar y Blanca Li. Foto:

De izquierda a derecha, Nacha la Macha, Alain Kortazar y Blanca Li. Foto: Miguel Reveriego.

¡Cantar y bailar hasta que todo se solucione! La coreógrafa y bailarina Blanca Li y el incombustible Paco Clavel, todo un símbolo de la desvergüenza sobre los escenarios, traen a Madrid, a la mítica sala Morocco, ‘el peor cabaré del mundo’, tras su estreno con éxito en París, en la sala Maxim’s. “El tiempo pasa tan rápido que en esta vida no hay que quedarse con las ganas”.

Viernes noche. Un desfile ordenado de gente merodea por los alrededores de la sala Morocco, ese pequeño gran local que desde 1951 forma parte de la mochila llenita de farra que carga a sus espaldas la Gran Vía madrileña. Algo se mueve dentro. Son Las fiestas de Blanca Li, que arrancaron en abril, después de que la bailarina, coreógrafa y recién nombrada académica de las Bellas Artes de Francia las estrenara con éxito en París, ciudad donde reside desde hace 25 años. “El tiempo pasa tan rápido” nos cuenta horas antes de subirse al escenario, “que en esta vida no hay que quedarse con las ganas”.

¿Ganas de qué? De cantar, bailar, brillar, disfrutar de lo carnal por encima de lo justo y necesario, y abrazar la desvergüenza que el arte necesita para dar lustre al desenfreno. Ganas de recuperar tiempo perdido, “de compartir con los amigos de siempre”. Jolgorio para rescatar a la distancia del olvido. “En estos años he seguido viniendo a Madrid siempre con planes cerrados; trabajo, familia y poco más. Echaba de menos hacer otras cosas con mi gente”.

Uno de sus colegas, socio y cómplice, se llama Santi Camuñas, y el casi todo Madrid le recordará como parte de equipo que gestionó dos templos rockeros: El Agapo y la sala Revólver; ahora organiza Festimad. Santi y Blanca siguieron viéndose en París. Él buscando dónde armar veladas con mucho de furtivo y otro poco de flamenco. Ella siempre dejándose tentar. “Pensamos en recuperar las veladas del sótano de El Calentito (local regentado por Blanca allá por los 90), y arrancamos en París, donde funcionó de maravilla”, cuenta Li.

Nacha La Macha, Little Gaga, Alain Kortazar, Inés León, Trihanna, La Betty, Gherardo Catanzaro, Ditto Puton, Austín o Chus Gutiérrez, la hermana cineasta de Blanca Li, que en una de las citas se entregó a la copla cantando Como una ola, y así hasta 20 artistas diferentes. En el equipo no puede faltar Tao Gutiérrez, otro de los hermanos, organizador nato, que además firma la música de todos los trabajos de la coreógrafa y otras tareas artísticas. El cartel de cada noche se confecciona con un reparto dispar de estrellas invitadas donde un astro brilla especialmente: Paco Clavel, imprescindible para llegar al frenesí en este placentero cabaré.

Académica de día, cabaretera de noche

“Si hay un artista que ha demostrado que se puede ser libre toda una vida, es Paquito Clavel”, asegura Blanca con la autoridad de una noctívaga diagnosticada, que madruga cuando toca, combatiendo el cansancio y la deshidratación de los aviones a golpe de zumo de naranja natural. Hoy aquí, mañana en Barcelona, pasado en París, luego Nueva York… Académica de día, cabaretera de noche. “¿Por qué no? Yo sigo con mis coreografías, pero como me encanta cantar, pues canto. Aquí cada uno hace lo que le da la gana, aunque no sea perfecto. ¡Somos el peor cabaré del mundo!”, asegura repitiendo la frase con la que cada noche arranca el show.

“Blanca es incombustible”, comenta Camuñas. “Cuando Blanca se dispara…”, añade Clavel. “No podía organizar estas veladas sin Paco”, insiste la aludida devolviendo el requiebro. “Representa una época y una manera de vivir. El mundo da mil vueltas y ahí sigue Paco”. El cantante, dj, comentarista radiofónico, y actor cuando se tercia (acaba de rodar el cortometraje Mondo Lirondo, dirigido por Juan Sánchez junto a María Barranco), se quedó ligeramente flasheado ante la propuesta. “Me daba cierta pereza volver al escenario, donde siempre actué con Luis del Campo, cuando éramos Clavel&Jazmín. Pero la verdad es que tardé poquísimo en entusiasmarme”.

“Tengo el corazón contento”

Apenas se oye su nombre, el público entona el himno de Encarnita Polo, Paco, Paco, Paco, que mi Paco; Paco, Paco, Paco. No miente Blanca cuando asegura que sus amigos están en plena forma. Clavel entona el Corazón Contento, justo antes del intermedio, y cuando cierra la noche con El Twist del autobús el escenario se abarrota para cantar con él. “La mezcla es explosiva y la energía, que surge ya en los camerinos, es imparable”, añade el cantante. ¿Cabaré para tiempos de crisis? “Exacto. Madrid necesitaba algo como esto”, asegura Paco. Y puede que París necesite un poco más, volver a ser una fiesta. Blanca asegura que la ciudad está tensa. “Dura. Entre los atentados, los chalecos amarillos, Nôtre Damme…, la gente vive con la sensación de que van a seguir pasando cosas terribles”.

Toda la 'troupe' del cabaré de Blanca Li. Foto: Miguel Reveriego.

Toda la ‘troupe’ del cabaré de Blanca Li. Foto: Miguel Reveriego.

Cantar y bailar hasta que todo se solucione. Nueva vida también para Morocco, que últimamente solo funcionaba como discoteca los fines de semana. La propuesta de Santi, basada en la solera del local, hizo dudar a Blanca por si el peso de la historia acumulada en sus paredes pudiera disolver la emoción del presente. Todo lo contrario; hacer Las fiestas de Blanca Li en este local ha resultado un acierto. “Comencé a buscar por Chueca, pero al final caí en que Morocco tenía un pedazo de nombre y una larga  biografía como cabaret. Pasó por las manos de la familia Bosé, luego Alaska lo convirtió en templo del moderneo y el mariconeo de la posmovida madrileña”, detalla Camuñas. “A mí”, reflexiona Blanca, “me preocupaba que la gente tirara de recuerdos, pero el primer día ya quedó claro que no. ¡Pasó algo tan bonito! Mucho amor, mucha emoción y todo el mundo disfrutando con la emoción del reencuentro. El público que repite entra con una gran sonrisa”.

Celebrar la vida con cuantas más pelucas mejor

Gracias al efecto boca a oreja, en solo cuatro ediciones ya es el evento de la temporada. ¿Por qué? Blanca, acostumbrada a las tareas de promoción cada vez que estrena un espectáculo, también está sorprendida por el funcionamiento del boca a oreja. “Venimos a divertirnos. Nos disfrazamos, jugamos y celebramos la vida. ¿Cuántas pelucas? Pues todas las que encuentro por ahí”. Plataformas como escaleras al cielo, mallas y vestidos como epidermis, ropa propia y otra prestada por tantos amigos dispuestos a escarbar sin miedo en el baúl de sus recuerdos.

El 24 de mayo Las noches de Blanca Li vuelven a Madrid. Solo un día antes, el jueves 23, Les soirées de Blanca Li se instalan en el mítico Maxim’s de la parisina Rue Royale, hoy en ligera decadencia y en tiempos local predilecto de La Bella Otero, Marcel Proust, Chaplin, Cocteau, Orson Welles, los Windsor, Onassis, Maria Callas, Grace Kelly, Rita Hayworth… Esta primavera recupera parte de su esplendor por la gloria de Brecht&Weill.

“En este cabaré todo es de verdad. Así que si alguien desafina os aseguro que no es play back. Dejaos llevar, lo que a pase a partir de ahora es responsabilidad mía”.

‘Las Fiestas de Blanca Li’: 24 de mayo en Madrid. Sala Morocco (Calle Marqués de Leganés, 7). 23 de mayo en París. Maxim’s, 3 Rue Royale.

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