Boa Mistura: «Queremos inyectar positividad»

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Los  chicos de Boa Mistura han sabido darle un contenido a su arte urbano que está calando en el planeta: desde Panamá y Sudáfrica a Brasil y Madrid, donde han realizado la intervención de ‘street art’ de mayor tamaño de España, en el Mercado de la Cebada. Ahora su proyecto CrossRoads, que persigue llenar de color y mejorar la autoestima en colectividades marginadas y desestructuradas, viaja a México. Hemos estado con ellos para que nos elijan sus mejores imágenes.

Son cinco afortunados chicos de Madrid, del barrio de Alameda de Osuna. Afortunados, porque tenían una afición que se convirtió en un sueño que se convirtió en su trabajo, en su vocación/pasión/profesión (ya siento que todas estas palabras terminen igual y suenen cacofónicamente, pero es así). Y eso, con los tiempos que corren en España, maltratando sobre todo a las generaciones de menor y mayor edad, tiene mucho, mucho mérito. Hablamos de Boa Mistura (buena mezcla, en portugués), el colectivo de ‘street art’ que se ha hecho ya con un nombre, y que comienza a recibir encargos sin parar, aunque ellos tienen algo claro; bueno, tienen muchas cosas claras, pero ante todo esto: no abandonar su línea de trabajo, no pervertirla, no edulcorarse, para no morir de éxito. Hemos estado con ellos en su estudio del barrio del Conde-Duque unos días antes de salir para México, a la Colonia de las Américas, en Querétaro, donde acometerán durante un mes el siguiente paso de su proyecto CrossRoads.

«Queremos colaborar de algún modo a aliviar esa depresión que notamos en la calle, en el ambiente, en la cara de la gente. Aportar lo que podemos aportar para llevar energía a las ciudades». Hablan como una sola voz, no discrepan, están ya tan engrasados, se conocen tan bien desde los 14 años, han crecido tanto juntos que dicen que, aunque sobre todo hablan dos, todos los entrecomillados se los atribuya a Boa Mistura, así todos a una (otra rima…, en fin; ya no pongo lo de: Frente a la grisura, Boa Mistura)… Frente a tanta pesadumbre, tratan de animar. «Si vives en un entorno gris, te acabas volviendo gris. Nosotros lo que queremos es transformar los lugares e inspirar a las personas; lo que define nuestra línea de trabajo es que se basa en lo positivo. Queremos llegarle a la gente, aportándole energía a su entorno».

La historia de Pablo, Juan, Pablo y Javier (todos del 83, o sea, tienen 30 años) comenzó por admiración a otro chico que intervenía en los muros de su barrio, Rubén, del 77, que finalmente también se sumó al grupo. Pintan juntos desde 2001. Y resulta increíble que con esas edades y esa actividad tan poco convencional hayan conseguido mantener el buen entendimiento, pero así es. Todos pasaron por la Universidad, cada uno para estudiar lo suyo -Arquitectura, Publicidad, Ingeniería de Caminos, Bellas Artes-, pero ninguno llegó a ejercer estrictamente de lo que había estudiado, ninguno ha tenido otro trabajo distinto al del arte callejero. Y seguro que la puesta en común de lo que aprendieron en aulas tan distintas ayuda a enriquecer sus propuestas, a darles esa altura de miras y ese buen acabado, concepto y trasfondo.

Una pregunta de mala leche: Quizá funcionáis tan bien porque siempre visteis esto como una empresa, como dijo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que había que ver al PP… (Encajan bien el directo). «En absoluto, jamás vimos esto como una empresa, ni lo planificamos, sino que ha ido fluyendo hasta llegar hasta aquí». Desde 2009 se han formalizado como un estudio, con un local en el centro de Madrid. «Ahora tenemos que pagar muchas facturas…». E inciden en algo: que nadie vea lo que le ha pasado a Boa Mistura como un golpe de suerte, y ya; sino que lo que hay detrás es también trabajo, trabajo, trabajo. «Sabemos que entramos al estudio a las nueve de la mañana, pero nunca a qué hora vamos a salir».

A la hora de señalar un antes y un después, hablan de su trabajo en Sudáfrica, en Ciudad del Cabo, su intervención Diamond Inside, toda una declaración de principios de que lo más valioso suele estar dentro, hay que descubrirlo. «No se nos olvidará que alguien nos agradeció lo que hacíamos allí, porque nuestra intervención podía ayudar a dar confianza a los vecinos del barrio, y, quién sabe, si no podrían salir de allí nuevos mandelas… Eso nos dijeron y esa idea es la que nos tocó el corazón y la que marca lo que hacemos: que nuestros trabajos ayuden a que la gente que convive con ellos gane en autoestima. Empoderar a esa gente por la vía del arte. Ayudarles a que se sientan más seguros de sí mismos y de su comunidad, y que se planteen el futuro de un modo positivo. Pequeños cambios pueden dar lugar a grandes cambios».

Luego vinieron más encrucijadas de incertidumbre: la Casbah de Argel, la favela Vila Brasilândia de São Paulo, El Chorrillo en Panamá (promovido por la Bienal del Sur), un lugar con una problemática de marginación y violencia muy fuerte que es donde, confiesan, mayor tensión han sentido, pero también donde más adentro les tocaron. Y así nació y se va componiendo su proyecto CrossRoads (cruce de caminos, encrucijada), que es el de mayor envergadura y el que más satisfacciones les aporta. «Son intervenciones en las que no partimos con un diseño a priori, con una idea preconcebida. Porque es muy distinto pensar algo metidos aquí, en este estudio blanco, en Madrid, a vivir el lugar. Por eso, lo primero que hacemos es dedicar los primeros tres, cuatro, cinco días a vivir el lugar, a hacer un trabajo de percepción, a hablar con la gente, a vivir con ellos para conocerlos y entenderlos, y ver lo que nosotros podemos aportar para que sientan su comunidad de otra manera. No queremos que nuestro trabajo sea como un meteorito que les cae, sin mayor implicación. Queremos que sean obras ancladas a la gente, y por eso buscamos implicarles a los vecinos en la transformación de su propio espacio. Lo nuestro es como una semilla, pero queremos que lo que hacemos sirva para algo más, sea como un catalizador para un cambio más profundo. Sirva para que ellos ganen confianza y energía. Queremos generar un diálogo e inyectar positividad. Y también poner un foco de atención para que desde fuera se fijen en ellos, servir de altavoz a sus problemas… Pequeños cambios pueden generar grandes cambios».

Lo último que ha realizado Boa Mistura ha sido la medianera de un altísimo edificio de viviendas de Salamanca coincidiendo con el Congreso Wild10 bajo el lema «Hacia Lo Salvaje» y el enorme mural -el mayor de Madrid, y el mayor que ellos han acometido nunca; cuatro semanas, mil horas de trabajo- del Mercado de la Cebada, en La Latina, un mercado tan apagado que incluso parecía estar cerrado. Ahora, gracias a Boa Mistura -y la Asociación de Comerciantes del Mercado y la marca JB de whisky; el ayuntamiento de Madrid se ha mantenido al margen-, las cúpulas del edificio se han llenado de colores, y al menos da la sensación de que ahí algo se mueve. Otra pregunta con efecto enrevesado: Hay gente que ha criticado esta intervención por considerar que le lavabais la cara al Ayuntamiento, que el gobierno municipal de Gallardón/Botella creó un problema en ese complejo tirando el único polideportivo de la zona y no invirtiendo para revitalizar el mercado, y ahora vosotros habéis venido a darle una mano de pintura para aminorar el sonrojo que debería sentir el Ayuntamiento de Madrid… (También lo encajan bien). «Bueno, críticas va a haber siempre; y los debates, si son debates y no críticas destructivas, siempre son enriquecedores. Frente a algo que está mal, uno puede gritar a los cuatro vientos: esto es una mierda, esto es una mierda; o puede pensar en cómo mejorarlo, en cómo podría ser. Con positividad. Nosotros siempre nos hemos sentido más cómodos en esta segunda vía. Y esa es nuestra seña de identidad. Pero es que además el Ayuntamiento no ha tenido nada que ver con este proyecto. En fin, nosotros preferimos ver el mercado como está ahora, lleno de color, en el que te fijas, donde notas que está vivo, que pasa algo, que con esa pátina de tristeza de antes. Y eso es lo que nos ha dicho la mayoría de la gente. Creemos que el resultado es bueno, porque también puede dar mayor confianza a los comerciantes que trabajan ahí y que no se merecen ofrecer a la ciudad una fachada deprimente. Antes era un lugar que pasaba desapercibido. Ahora ya no».

Junto a estas intervenciones, ellos siguen desplegando sus trabajos «ilegales», sin encargos ni permisos, efímeros porque en cualquier momento alguien se los puede borrar, en rincones de la urbe que ellos eligen -con cuidado de mejorar el soporte más que de perturbarlo-, como el que puede verse en el bulevar de Alonso Martínez, en Madrid, que dice: «Ama lo que haces». «Son intervenciones que sentimos la necesidad de hacerlas».

Para rematar el artículo, antes de irse a la Colonia de las Américas les pedimos que elijan sus cinco trabajos que mejor pueden resumir su trayectoria. Este es el resultado, esto lo que los Cinco de Boa Mistura han querido compartir con los lectores de ‘El Asombrario & Co.’:

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Comentarios

  • ¿Y Borondo?

    Por ¿Y Borondo?, el 08 noviembre 2013

    Me he llevado una profunda decepción al comprobar que la intervención de Boa Mistura ha tapado completamente la obra de otro artista, Borondo, que había dibujado con figuras clásicas todo el frontal del Mercado de La Cebada. Ahora en su lugar hay grandes paneles de colores. Es una pena que se haya perdido esa obra (de gran calidad) y que además se haya violado el código no escrito entre artistas de arte urbano de no tapar con tu trabajo obras preexistentes. Muy triste…Para conocer más sobre este estupendo artista: http://borondo.blogspot.com.es/

  • ¿Y Borondo?

    Por ¿Y Borondo?, el 08 noviembre 2013

    Esta es la propia explicación del autor acerca de su obra el Mercado de La Cebada: «Las Cinco figuras simbolizan los cinco palos de la baraja española con el comodín situado en el centro.

    Por un lado decidí utilizar este tema debido a la fuerte carga de tradición popular que uno puede percibir apenas entra en el espacio. Por el otro, históricamente, los palos de la baraja simbolizan los estratos sociales que componían el estado; Los oros son la burguesía, las copas(el cáliz) son el clero, las espadas serian el ejercito y los bastos el pueblo llano. Actualmente dicha división social es anulada por una entidad superior, las potencias económicas, es decir, el mercado.

    La técnica utilizada es la ya que vengo utilizando desde hace ya algún tiempo, aplicación de pintura blanca sobre la superficie del cristal y a continuación la definición de la figura a través de la sustracción de esta». La obra puede verse en el blog antes sugerido.

    • BOA MISTURA

      Por BOA MISTURA, el 11 noviembre 2013

      Sentimos tu decepción pero me temo que no está bien dirigida. Nuestro proyecto siempre ha contemplado mantener la obra de Borondo, por varios motivos. El primero porque le conocemos personalmente y el segundo porque respetamos profundamente su obra.
      Los paneles NADA tienen que ver con nosotros. Es un tema del Mercado. Nosotros les hemos transmitido en varias ocasiones que los retiren cuanto antes. Nos dicen que son temporales, para una serie de actos que se están dando en el interior del Mercado. Las ultimas noticias que tenemos es que a finales de Noviembre los quitarán, y la obra de Borondo convivirá perfectamente con la nuestra, como así deseamos. Un saludo y esperamos haber aclarado el tema.

  • Paulina

    Por Paulina, el 16 noviembre 2013

    Hola! soy estudiante de arquitectura en Mexico y estoy realizando un trabajo de investigacion sobre Boamistura, quisiera saber si me podrian proporcionar informacion sobre la fomracion academica de los integrantes de Boa (donde estudiaron año de graduacion, etc). Muchas Gracias!

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