#Confesionesdeverano ‘Ninguna costilla’

Mural de Blu en Girona. Foto: Manuel Cuéllar.

Mural de Blu en Girona. Foto: Manuel Cuéllar.

Mural de Blu en Girona. Foto: Manuel Cuéllar.

Tercera entrega de nuestra serie ‘Confesiones de Verano’, coordinada por Sardiflor y escrita enteramente por mujeres. Hoy, con la periodista y poeta sevillana Myriam Seda, que nos habla de una vital transición: «Mi madre me ha dejado la instrucción más hermosa y horrible de todas».

POR MYRIAM SEDA (@myriamseda)

«Ninguna costilla te ha creado» (‘Siamesa’, María Ramos)

Una confesión se susurra o se escribe para transformar la vida gracias a una verdad.

En unos días seré la legítima dueña de la caja de la costura de mi madre. Se acerca mi cumpleaños y le gusta hablar del Tour de Francia de hace 20 julios. Caía el sol en las ventanas del hospital y en las paredes blancas resonaban los ecos de los sanfermines por la radio que anunciaban lo que estaba por llegar. Era joven y tenía miedo porque todas las semillas anteriores se habían perdido en lo oscuro. Ahora que soy mayor me dice que sufriré porque antes de mí vinieron otros que no fueron, y antes de ella, y antes de mi abuela. Me habla de la sangre y de unas enseñanzas que pasaron por generaciones de madres e hijas hasta llegar a nosotras.

Tú sabrás proteger a tu familia.

Me entrega como preparativo para la transición la cinta métrica con la que midió el crecimiento de mi cuerpo ochomesino, con la que su madre realizó el patrón de un vestido de novia que sería legado, con la que mi bisabuela calculó el hambre que la minúscula ración de leche en polvo dejaría en mi abuela a finales de la guerra.

Tú sabrás construir una casa de las cenizas.

Recuerdo con inocencia los días en los que pensaba que el útero era simplemente una copa de color rosa que aparecía de vez en cuando en los libros de conocimiento del medio y no una herencia maldita.

Con dolor parirás a tus hijas.

Mi madre me ha contado que al final de esta década ya me tenía en los brazos, que las mujeres de mi familia heredan un mismo nombre, una enfermedad y la caja de la costura. Me ha dejado la instrucción más hermosa y horrible de todas.

La única verdad que puedo afirmar con certeza de los mandamientos de mi madre es que no fueron las costillas de los hombres las que nos crearon, sino que seré yo, y confieso que no sé si algún día estaré lista.

* * *

Sardiflor  nos presenta a:

Myriam Seda.

Myriam Seda.

Myriam Seda fue una aparición casual en mi pantalla para acabar leyendo sus poemas e invitarla a estas confesiones. Nos unen costureros, libros de cocina, Chantal Maillard, 8 meses de inquieta espera, las croquetas caseras y T. S. Elliot. Aparece en los volúmenes Anónimos 2.1 de Cosmopoética, en la antología de los ganadores de UCOpoética Todo principio (La Bella Varsovia, 2014); en La tribu de Frida y Tenían 20 años y estaban locos, entre otros.

PUEDES LEER LAS ENTREGAS ANTERIORES

‘Un viaje con canciones bonitas que hacen llorar’ de Mari Ackermann.

‘Mentira y verdad’ de Marina Sorín y Ajo.

Relatos de El Asombrario #ConfesionesDeVerano por Sardiflor.

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