Eco-música con instrumentos insólitos

Instrumentos del dúo Vibrató.

Instrumentos del dúo Vibrató.

Instrumentos del dúo Vibrató.

Hay músicos que se dedican a sacar melodías de las cosas que tiramos. Transforman en arte aquellos utensilios o desechos en los que muchos sólo ven basura. Y hacen música con ladrillos, botellas, recogedores, manillares de bici, tubos de riego… Son algunos de los instrumentos insólitos que protagonizan ‘Desinstrumentados’. Además de ser muy saludable, esta eco-música suena bien. En ‘El Asombrario recicla’, siempre alerta de nuevas ideas de ‘recuperación’, hemos querido saber más sobre este documental, de la mano y letra de su propia autora.

Cuando Xavi Lozano ve un ladrillo, un bote vacío de champú o el tubo de una aspiradora estropeada, no puede evitar sacarles el alma musical. “Lo que propongo es que antes de tirar cosas, nos lo pensemos dos veces”. Como él es músico (toca instrumentos de viento), un día se le ocurrió empezar a soplar objetos que no fueran instrumentos convencionales. “Estaba con mi abuelo y al ver su muleta automáticamente vi una flauta. Así que empecé por ahí y luego ya no pude parar”. Xavi hace melodías hasta con una valla de obra o la rueda de una silla de ruedas. Tampoco se le resisten los tubos de la instalación eléctrica.

Ni a los dos componentes de Vibra-tó. Joaquín Sánchez y Miguel Guinea afinan el oído cuando pasan por un contenedor y así descubren qué músicas salen de él. Del reciclaje hacen su folclore del vertedero, pero también de utensilios inimaginables como una escoba o un recogedor. “Estamos rodeados de cosas que son basura o lo serán tarde o temprano. Nosotros hemos comprobado que no son necesarios grandes medios para hacer música, y así podemos aprender a disfrutar con nuestras propias creaciones frente al ocio imperante basado en el consumo”, explica Joaquín.

Con esa filosofía crearon Vibra-tó, un proyecto didáctico-musical en el que interpretan músicas con instrumentos no convencionales, como latas, peines, embudos, regaderas…Y botellas de vidrio, un interesante material para crear sonido. En la memoria de muchas personas estará la imagen de los abuelos tocando la botella de anís, o las copas llenas de agua, resbalando el dedo sobre el borde. De hecho, inspirado en ese sonido, Benjamin Franklin inventó en el siglo XVIII la armónica de cristal, compuesta por varios platos de vidrio superpuestos sobre un eje central que gira. Con el roce de los dedos mojados en agua, emite sonidos parecidos a las copas. Hasta Mozart compuso alguna pieza para este instrumento.

Los músicos de Vibra-tó también soplan sobre botellas vacías para crear melodías. “¡Todo suena! Si nuestros antepasados se servían para la construcción de sus instrumentos de los materiales prescindibles para la supervivencia ¿De qué podemos servirnos nosotros?”, se pregunta Miguel. Cuenta que así reafirman su compromiso con el medioambiente, la denuncia de la contaminación acústica y la promoción de estilos de vida alternativos y saludables.

De todo esto habla el documental Desinstrumentados, un proyecto sobre la magia de los instrumentos insólitos que se está autofinanciando con la venta de camisetas y de un disco con temas cedidos por los artistas que lo protagonizan. Se trata de canciones hechas con materiales de este tipo, pero también con sonidos del propio cuerpo humano (¿hay algo más ecológico que el silbido?), instrumentos antiguos poco conocidos, procedentes de otros países e incluso instrumentos que nos ofrece la Naturaleza.

Uno de los temas (Canción para llamar al ganado) lo interpreta Silverio Cavia (Neonymus). Silverio sale a caminar por la montaña y se encuentra palos, huesos de animales o cuevas que resuenan con los ecos del pasado, recuperando los sonidos de la Prehistoria. “No es lo mismo escuchar una canción hecha con una trompeta que con un árbol seco o una flauta hecha con huesos de buitre. Prestas otra atención diferente a la magia de la música. Al final la música es como pura magia”.

La familia Mayalde ha rescatado los instrumentos que usaban nuestros antepasados en el mundo rural. “La gente pasaba hambre y utilizaban estos instrumentos para evitarla, para irse a la cama sin haber cenado tocando unas cucharas o el caldero en vez de hacer unas sopas de ajo porque no tenían”, recuerda Laura Martín. Su padre, Eusebio, pone en valor todo el saber que atesoran los mayores, de los que han ido aprendiendo ritmos y sonidos. “Toda esa gente que vivía entre las ovejas todo el día, que comía como las ovejas, que olía como las ovejas, tuvo un punto en el que acabó convirtiendo unas tijeras de esquilar en un instrumento: porque no eran ovejas”.

Laura va enumerando objetos con los que tocan jotas y charradas. Lo mismo les sirven monedas que muñecos de madera, pasando por el rano (hecho con un culo de botella, pelo de caballo, piedra y palo), o la criba para el grano (que con garbanzos imita el sonido del mar). “Es bonito tender un puente así entre abuelos y nietos, recuperando ese saber popular. Los abuelos no lo contaron porque los nietos no preguntaron, y no preguntaron porque no lo conocían. A nuestros conciertos se acerca también gente muy joven sorprendida porque no conoce muchas de las cosas que tocamos”.

La sartén es uno de los instrumentos rescatados que toca Vanesa Muela. “Las mujeres tocaban con lo que tenían a mano, por lo tanto la tradición oral pasa por la vía femenina”. Una llave antigua o una cuchara para golpear el lado externo y un dedal para el interno le permiten sacar sonido a la sartén. Vanesa invita a acercarse sin prejucios a estos instrumentos. “Si no se da al público al posibilidad de conocerlo, no sabrá si le gusta o no. Hay que acercarse sin prejuicios a escuchar”.

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Comentarios

  • Vetinari

    Por Vetinari, el 19 enero 2016

    Vamos, lo que vienen haciendo Les Luthiers desde hace décadas.

  • Joaquín Sánchez

    Por Joaquín Sánchez, el 20 enero 2016

    Exactamente, y antes que Les Luthiers también estaban sus «abuelos», «La Troupe Garraus». Sobre ellos os recomiendo este artículo:

    http://www.lesluthiers.org/curiosidad.php?ID=39

    También cabe mencionar a muchos más luthieres de lo cotidiano como el genial Chabier Aparizio (Chabieraas), de Zaragoza, del que aprendimos muchísimo, también está Max Vandervorst, Bart Hopkin, Ángel Di Stéfano… y un larguísimo etcétera (que estamos intentando recopilar y difundir en http://www.vibra-to.com y fb.com/duovibrato)

    Pero más que ser los primeros o los últimos creo que lo interesante es seguir difundiendo la cultura del reciclaje y la creatividad así como el amor por la música y los instrumentos.

    ¡Gracias por el artículo!

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