‘El hombre de las mil caras’ divide al público en San Sebastián

El actor Eduard Fernández en una escena de ‘El hombre de las mil caras’ de Alberto Rodríguez.

El actor Eduard Fernández en una escena de 'El hombre de las mil caras' de Alberto Rodríguez.

El actor Eduard Fernández, en una escena de ‘El hombre de las mil caras’, de Alberto Rodríguez.

Ayer fue el día del director Alberto Rodríguez en la 64 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. El autor de Grupo 7 y La isla mínima regresaba al certamen con El hombre de las mil caras a concurso en la Sección Oficial. También fue día de premios. El actor Ethan Hawke recibió su premio Donostia y la actriz Ángela Molina, el Premio Nacional de Cinematografía. De resto, vimos bastante cine. Aquí os dejamos constancia de algunos de los títulos visionados para que os podáis hacer una idea de algunas de las cintas que están por llegar a la cartelera.

El hombre de las mil caras. Alberto Rodríguez. España. Sección Oficial

«Spain is different, pero por los españoles». Quizá sea este el mensaje de mayor calado que esconde la nueva película de Alberto Rodríguez, que trata de las tribulaciones del espía Paco Paesa, más concretamente su papel en el caso de la huida y captura, 300 días más tarde, del director de la Guardia Civil Luis Roldán (interpretado por Carlos Santos) a mitad de los 90. Roldán había afanado 1.500 millones de pesetas de las arcas públicas y, según el filme, en los momentos de bajón se atormentaba por no ser buena gente ante su mujer, Nieves Fernández Puerto (Marta Etura). Políticos ligados estrechamente al caso Roldán como Antoni Asunción (fallecido este 2016) y, sobre todo, el chófer de Drácula (Juan Alberto Belloch), son retratados como unos incompetentes y ambiciosos sin escrúpulos en el mejor de los casos. ¿No somos todos los españoles culpables del desatino?, viene a preguntar la película al espectador nacional para la que está filmada. Paco Paesa fue más listo que los tonto-listos que hemos soportado demasiados años. Fingió su muerte, sigue en paradero desconocido.

Las caracterizaciones de los personajes principales, su parecido con los personajes reales, salvo la de Paco Paesa, brillantemente interpretado por Eduard Fernández (lo mejor de la película), fueron recibidas con división de opiniones por el respetable. La película cuenta unos hechos muy potentes en la historia reciente de España, eso que gana. Lo que pierde es la decisión del director de la sobrevalorada La Isla Mínima (2014) de hacerla comprensible desde el principio a través de una voz en off, la de José Coronado (que encarna al colega de correrías de Paco Paesa, el piloto Jesús Camoes). La desafortunada elección de contar la historia desde ese punto de vista -y a través de esa voz- lastra el filme desde el minuto uno. Tampoco los personajes adquieren durante los 108 minutos de metraje el alma necesaria. La ironía de esa música que distancia la película de los terribles hechos que narra tampoco la ayuda. El hombre de las mil caras -buen título aunque poco tiene que ver con lo que enseña el filme- es un entretenido thriller de espías que ha perdido la ocasión de haber sido un hondo drama de personajes inmensos inmersos en uno de los capítulos más bochornosos de la historia reciente de España.
(L. R.)

Un fotograma de Orphan de

Un fotograma de ‘Orphan’, de Arnaud des Pallières.

Orpheline / Orphan. Arnaud des Pallières. Francia. Sección Oficial

Con Orphan ocurre como con la música: en la primera escucha siempre es impredecible de una forma encantadora. Comienza como una buena canción de Lou Reed. En su letra encontramos desazón, soledad, desesperanza, drogas, tentaciones y situaciones mucho más allá de lo convencional. Si hasta el nombre de la protagonista acompaña. Se llama Kiki o Niki (depende de la edad en la que la pilles) y durante gran parte de los 111 minutos en que la vemos en la pantalla nos tiene atrapados. No solo queremos saber qué le va a ocurrir a continuación, también qué le va a suceder a esa muchacha en su pasado, pues Orphan está construida en 4 saltos en el tiempo que se explican unos a otros, como una ola le cuenta su razón de ser a la siguiente.

Arnaud des Pallières, que dirige la cinta y confirma el guion junto a Christelle Berthevas, nos hace dar un buen paseo por el lado salvaje con especiales paradas en el sexo utilizado como vehículo para la huida hacia delante de un túnel al que no se le ve el fin. Tan salvaje en ocasiones, que nos regala una de las que probablemente será de las más tórridas y a la vez inquietantes escenas que vea el jurado de la sección oficial. Todo con un regusto freudiano al final de cada episodio de pasión animal. Tal vez la única pega que pueda encontrarle.

Y lo que empieza como un tema de Lou Reed se transforma, de repente, en una canción country, de esas en las que sabes que la tormenta escampará en los últimos compases. Pero no. En Orphan, tras el claro de sol, sigue lloviendo. Cosas de cerrar círculos que den sentido al título de la película y, también porque al final nada hay más placentero que una buena canción triste.
(M. C.)

Neruda. Pablo Larraín. Chile. Perlas

San Sebastián pasó sus dos primeras jornadas entre aguaceros. Es la primera vez que sucede en los últimos nueve años. No es lo mismo escribir una crítica a palo seco que con el agua calando los huesos. Gustó en la sección oficial La doctora de Brest (Emmanuelle Bercot) y parece que entretuvo con nota en la última hora la nueva versión de Los siete magníficos (Antoine Fuqua). Pero la estrella de la primera jornada no fueron Ethan Hawke -el actor de Boyhood (Richard Linklater, 2014) es coprotagonista de Los siete  magníficos y Premio Donostia este año-; ni Billie August, presidente del jurado de la Sección Oficial; o Bertrand Tavernier, que llegó a San Sebastián por su filme Las películas de mi vida en la sección Zabaltegi, que este año inaugura sección competitiva. La primera jornada, el foco se lo llevó el poeta chileno de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Pablo Neruda, retratado por su paisano Pablo Larraín, uno de los principales directores latinoamericanos.

La película más excéntrica de Pablo Larraín dibuja a un excéntrico Neruda desde el momento en que empieza a ser perseguido por su propia ficción. El filme, situado en 1948, con un gran trabajo de ambientación e interpretaciones sobresalientes, rehúye como al diablo el convencional biopic para sustentarse por la sólida interpretación de Luis Gnecco en el papel del poeta que enamoraba con su recitar cadencioso y relamido. No es una película de ritmo fácil, hay un staccato acompasado tanto por la interesante banda sonora como por una puesta en escena que no respeta la continuidad de tiempos y espacios. Una de sus principales características es este interesante, aunque a ratos también desconcertante, juego de secuencias con diálogos que saltan con los mismos personajes en distintos espacios.

¿Cuánto de nerudiano diría usted que hay en la vida de Neruda? El director chileno de la sórdida Tony Manero (2008), No (2012) -primera chilena en ser nominada al Óscar- y El club (2015) -sobre abusos sexuales a menores de la Iglesia-, hace en Neruda un difícil homenaje al poeta del Canto General tratando de componer con su película un poema que fuera del maestro. El filme, trenzado por el trayecto que describe la persecución a que fue sometido Ricardo Neftalí Reyes por su condición de comunista -la orden del gobierno era hostigarlo, pero nunca apresarlo-, resulta deliberadamente imprevisible, paradójico, lírico, libre. Insuperable virtud es que su visionado anima a releer al poeta.
(L. R.)

Sipo Phantasma. Koldo Almandoz. España. Zabaltegi-Tabakalera

“Un crucero de una hora de duración, un ensayo metafílmico, una película fantasma. La historia de una búsqueda que da lugar a descubrimientos que llevan a su vez a otras búsquedas. Un collage narrativo con fragmentos de libros, cartas, informes, anuncios, telegramas, artículos de prensa, extractos de películas, teatro de papel… Caleidoscopio de anécdotas, historias y personajes”… Así se define este largometraje en su nota de prensa. Sipo Phantasma, o Barco Fantásma, como prefiráis, es el único largometraje español que concursa en Zabaltegi del festival, sección que este año sí otorga premio.

La película de Koldo Almandoz se sitúa entre el cine experimental, el documental y, por supuesto, el cine de autor. Al enfrentarse a la película en sus primeros minutos es como si nos asomáramos a un acantilado, a un abismo de planos fijos de muchos segundos de duración y a una forma de narrar que queda en las antípodas de lo que nos tiene acostumbrados la cartelera comercial.

Pero una vez que el barco comienza a navegar, Almandoz sabe dosificar curiosidades sobre la historia del cine, la navegación y el esoterismo que terminan atrapando. Nuestro barco fantasma hace escala en F.W. Murnau y su película Nosferatu; en el trío amoroso entre Bram Stoker, su esposa Florence Balcombe y su novio Oscar Wilde. En naufragios célebres y vacaciones en un barco. Y hasta en una tumba profanada en un extraño ritual demoníaco. Un juego de espejos con vampiros reales y de ficción; soledad, deshumanización y control social. Y en el centro de todo, la novela Drácula; su protagonista, su estructura, su trasfondo.
(M. C.)

SIPO PHANTASMA from txintxua on Vimeo.

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Comentarios

  • magrab

    Por magrab, el 18 septiembre 2016

    ¿»sobrevalorada, La Isla Mínima»? – por mí, no. Era una peli excellente. Entonces, irá a ver «El hombre de las mil caras» con mucho interés.

  • Luis Roca

    Por Luis Roca, el 19 septiembre 2016

    Sobrevalorada solo para los que la consideran una «obra maestra», coincido en que es una película con muchos méritos, potente, de un muy buen director, aunque a mi juicio con una resolución precipitada y algunas interpretaciones cuestionables. Esta de Paesa no está al mismo nivel, pero solo por la recreación de los sucesos, la época, los personajes y vale la pena.

  • Javi

    Por Javi, el 22 septiembre 2016

    Pues yo le tengo muchas ganas a El hombre de las mil caras, todo lo que he leído es bueno

  • jaime

    Por jaime, el 22 septiembre 2016

    Yo he vivido la historia de El hombre de las mil caras, lo que me parece alucinante es que Paesa y Roldán aprovechen la peli para lucrarse encima de todo, eso sí que es tener mucha cara

  • Pedro Ruiz

    Por Pedro Ruiz, el 22 septiembre 2016

    Yo creo que el hombre de las mil caras puede inaugurar un género, como se haga una peli de todo lo que hay … no hay suficientes guionistas en españa

  • Guille

    Por Guille, el 22 septiembre 2016

    A mi se me va a hacer raro ver a Carlos Santos como Roldán en El hombre de las mil caras, lo tengo asociado a otro tipo de papeles más cómicos

  • Guille

    Por Guille, el 22 septiembre 2016

    A mi lo que me gusta de Alberto Rodríguez es la sutileza en sus pelis con el tema político, me gustó como lo hizo en La Isla Minima y seguro que El hombre de las mil caras no defrauda en ese sentido

  • María José

    Por María José, el 11 febrero 2017

    En todas las páginas que he leído sobre el hombre de las mil caras, así como en la misma película, el nombre de la mujer de Luis Roldán es Nieves, ese es un gran error, en aquella época Luis Roldán estaba casado con Blanca Rodríguez Pérez, su segundo apellido era Pérez y no Porto como hacía creer ella porque no soportaba apellidarse Pérez

  • Luis Roca

    Por Luis Roca, el 11 febrero 2017

    Muchas gracias , María José, por la observación. Si el error está en la propia película, la cosa sería ver si está también en la novela que adapta. Supongo que un cambio así estará motivado por algo más que un error o despiste de los autores…

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