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Alejandro Marcos: “Simplemente escribo porque me hace sentir bien”

Por manuelcuellardelrio, el 18 de febrero de 2016, en Cuestionario básico

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Alejandro Marcos.

Iniciamos nueva sección en el blog de Escuela de Escritores, ‘Cuestionario básico a’, en el que entrevistaremos a antiguos alumnos que han pasado por nuestras aulas y que ahora colaboran con nosotros. La idea es que los lectores de este blog conozcan de primera mano la experiencia de aprendizaje de otros escritores, una posible fuente de inspiración y una herramienta para su propio proceso creativo.

Arrancamos sección con Alejandro Marcos (Madrid, 1986), licenciado en Periodismo, uno de los estudiantes que formó parte de la primera promoción del Máster de Narrativa de la Escuela y profesor del centro en la actualidad. Cada mes publica un artículo sobre escritura creativa en Revista Chévere. Su segunda novela, El final del duelo, fue publicada en 2015 por la editorial Orciny Press.

Cuéntanos cuándo empezaste a leer. ¿Y a escribir?

Para mí las dos cosas van unidas. Empecé a escribir en cuanto aprendí a leer. Por imitación. Yo también quería escribir todo lo que leía. Fue bastante temprano, aunque no recuerdo la edad. Las madres son las que saben esas cosas.

¿Tus  autores favoritos?

No tengo autores favoritos porque cada obra es diferente. Además, leo todo tipo de géneros, desde realismo a ciencia ficción. Las obras que más me han conmovido o gustado son las de Faulkner, Ford Madox Ford, Carmen Martín Gaite, Javier Marías…

¿Por qué escribes?

Por necesidad. Supongo que algún psicólogo podría encontrar el problema que de pequeño me hizo comenzar a escribir. Lo cierto es que hoy en día no concibo mi vida sin la escritura. No me gusta escarbar en las razones, simplemente escribo porque me hace sentir bien.

¿Cuál es tu método de trabajo?

Nunca empiezo corrigiendo. Si comienzo revisando algo que he escrito, puedo bloquearme. Prefiero  jugar primero, crear, hasta que me agoto, después ya puedo corregir, aunque nunca corrijo el mismo día lo que acabo de escribir. Siempre dejo que pasen unos días para ganar perspectiva.

¿Tu lugar de trabajo?

Mi cuarto. No soy muy fetichista, pero me distraigo con facilidad, por lo que necesito que sea un espacio que ya conozco para que no haya nada nuevo con que distraerme.

¿Cuento o novela?

Siempre he sido más de novela. En el máster practiqué con las dos cosas, pero siempre suelo tirar más para la novela. Muchas veces depende de la historia, está claro, pero en cantidad producida, he escrito y leído mucha más novela que relato.

¿Cómo fue tu experiencia en el máster de la Escuela?

Muy buena. Para mí significó entrar en contacto con un mundo que desconocía. Me enseñó a canalizar toda esa energía creativa que siempre había tenido y que se me escapaba. Me enseñó a ser disciplinado y, sobre todo, a creer en mí mismo, que yo era capaz de escribir una novela.

Ahora has publicado una novela (la segunda que has escrito) y eres profesor de la Escuela. ¿Qué les dirías a las personas que desean ser escritoras, a quienes le pica el gusanillo?

Que escriban. Siempre. Incluso aunque a nadie le guste lo que hacen. Creo que es importante tener una formación para hacerlo bien, pero considero que es aún más importante tener las ganas. Si quieres escribir, escribe. Lo demás son excusas. Si puedes formarte, mejor, vas a ver que merece la pena.

¿Qué proyectos tienes entre manos?

Yo siempre estoy escribiendo algo. En este caso me encuentro con otra novela, de la que llevo sólo el esbozo. No puedo contar más, que si no la gafo.

Concurso Escuela de Escritores/El Asombrario

Os recordamos que sigue abierto el plazo de la nueva convocatoria del Concurso Escuela de Escritores/El Asombrario. En esta nueva edición, de acuerdo con las bases de la lección de la semana pasada, se trata de escribir en 500 palabras una historia disparatada, pero no una sarta de despropósitos absurdos. Como te explicábamos, fíjate en Ursula Wölfel: sólo un aspecto tiene que estar exagerado, mientras que lo demás (y los otros personajes) permanece dentro de la normalidad. No infantilices la historia demasiado o la estropearás.  El trasfondo debe tener un humor sutil y una crítica amarga. No escribas moralejas ni nos digas que la escena es absurda: eso lo tiene que ver el lector al observar el comportamiento de tus personajes. Envía el texto al Concurso de la Escuela de Escritores / El Asombrario antes del 22 de febrero. Publicaremos el texto ganador en El Asombrario y su autor ganará un mes gratis en cualquiera de los cursos de la Escuela de Escritores, tanto presenciales como por internet.

Para enviar el texto pincha aquí

Las pruebas de acceso para la VIII Promoción del Máster de Narrativa de Escuela de Escritores 2016-2018 ya están abiertas. Haz clic aquí para conocer todos los detalles del primer programa de estudios creado en España para formar escritores

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