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Escribir para iluminar nuestras zonas de sombra y oscurecer las zonas de luz

Por manuelcuellardelrio, el 16 de septiembre de 2016, en entrevistas

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El escritor y profesor de la escuela, Juan Carlos Márquez.

Autor de las novelas ‘Los últimos’ y ‘Tangram’ y de varios libros de relatos, Juan Carlos Márquez (Bilbao, 1967), el profesor del mes de la Escuela de Escritores, nos habla en esta entrevista de su faceta como docente y del oficio de escritor. “La escritura», asegura, «sirve para conocernos un poco mejor, iluminar nuestras zonas de sombra y oscurecer nuestras zonas de luz, lo cual no significa que escribir nos haga mejores”.

¿Cuándo y por qué empezaste a escribir?

En la adolescencia, supongo que para ordenar mis sentimientos, pero lo cierto es que no me acuerdo muy bien.

¿Por qué enseñar a hacerlo?

Para transmitir a otros la inquietud y la emoción de escribir y para seguir aprendiendo.

¿Hay algún escritor a quien consideres tu maestro? ¿Fuiste alumno de algún taller de escritura?

Javier Sagarna, hoy director de Escuela de Escritores, me dio un gran empujón en el Taller de Escritura de Madrid de Enrique Páez, hará ya 16 o 17 años. Estuve dos años. Yo ya venía con la constancia y el trabajo puestos, pero en el taller, con Javier y con compañeros maravillosos, aprendí a entornar la mirada y a resolver cuestiones técnicas que hasta entonces ni me había planteado. Javier también me reclutó para ser profesor años después, así que ha sido determinante para mí haberlo conocido. De hecho, ha cambiado mi vida.

Uno puede ser un buen escritor, pero un mal profesor. Los hay que son malos en ambas cosas, como escritores y profesores. ¿Qué cualidades se necesita para enseñar a escribir?

La principal es el entusiasmo, contagiar el entusiasmo por la escritura y la lectura, todo lo demás, si el profesor conoce los fundamentos técnicos y sabe transmitirlos con claridad y amenidad, llega por añadidura.

¿Qué les exiges a los alumnos que van a tus clases?

Nada. Que vengan y, si pueden, escriban. En los talleres de escritura funciona bastante mejor la complicidad que la exigencia.

¿Alguna vez te has equivocado en cuanto a las expectativas que tienes sobre un alumno, para mejor o peor?

No me lo he planteado nunca así. «Expectativas», «exigencia», son palabras como de carrera profesional. Yo creo en los talleres como generadores de una pulsión creativa, una corriente que lleva a disfrutar de la escritura y la lectura.

¿Qué te aporta la enseñanza de la escritura y qué te disgusta de ella?

Me permite seguir aprendiendo, contagiar y contagiarme de otros y ayudar a difundir lo artístico. Disgustarme, nada, salvo los alumnos revienta-clases, que vienen a escucharse y no escuchan a nadie, pero me siento afortunado en ese aspecto: han sido muy pocos en muchos años y de paso fugaz.

Has escrito cuento y novela, ¿alguna preferencia en cuanto a géneros?

No.

¿Para qué sirve la escritura?

Para conocernos un poco mejor, iluminar nuestras zonas de sombra y oscurecer nuestras zonas de luz, lo cual no significa que escribir nos haga mejores.

A la hora de escribir, ¿cuál es tu método de trabajo? ¿Cuáles son tus rutinas y tus manías?

Escribo a primera hora del día en un portátil, en sesiones cortas, de una o dos horas. A partir de dos horas, corro más riesgo de empezar a reproducir clichés de escritura o a tirar de oficio, algo que prefiero evitar.

Un libro que odies por encima de todos.

El principito.

Otro que ames por encima de todos.

El gran cuaderno.

¿Qué le dirías al lector de esta entrevista que quiera convertirse en escritor?

Que olvide eso de convertirse en escritor y escriba.

Concurso Escuela de Escritores/El Asombrario

Si quieres participar en el Concurso Escuela de Escritores/El Asombrario, lee esta entrada de Juan Carlos Márquez en el blog de la Escuela, en la que explican las claves para escribir el texto y los plazos para enviarlo . El relato ganador será publicado en las páginas de El Asombrario, y el autor podrá disfrutar de un mes gratis en cualquiera de los cursos que se imparten en la Escuela, tanto presenciales como por Internet.

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