El festival Temporada Alta transforma la pandemia en una oportunidad creativa

La actriz Laia Torrents de Cabosanroque presenta ‘Audioguía para supermercados en tiempos de pandemia’

El Festival Temporada Alta de Girona decide no solo llevar a cabo su edición número 29 sino hacerlo tomando la pandemia como una oportunidad creativa. De aquí el nacimiento de una nueva sección denominada ‘A distancia’ en la que se proponen espectáculos concebidos para los nuevos canales de creación y exhibición que impone la emergencia sanitaria. El festival apuesta por la programación eminentemente presencial, pero, consciente de las dificultades, ha preparado un jugoso plan B. 

‘¿Y ahora, qué?’, dice Salvador Sunyer, director del Festival Temporada Alta de Girona, que al encarar esta 29 edición del certamen tendría que responder en primer lugar a esta pregunta. “Haremos el festival pase lo que pase, aunque tenga que ser con 30 espectadores en el teatro. Aunque haya que suspender algún espectáculo o haya que traspasar algunas propuestas del teatro a su emisión on line”. Esta fue la respuesta.

Pero en esa pregunta había encerrado mucho más que un sí o un no. Mucho más que tirar de cintura ante una realidad cambiante día a día. En esa pregunta había encerrada una clara oportunidad creativa y el Festival ha elegido exprimirla. Sunyer quiso dejar claro ayer, en la rueda de prensa de presentación del festival, que la prioridad será “hacer cuantos más espectáculos presenciales mejor”. Pero también confesó que la realidad es tozuda y por eso anunció la necesidad de crear, además de la presencial, una nueva programación on line que se ha denominado A distancia. Un espacio que no solo sirva al festival para reinventarse apostando por la producción y exhibición on line, explorando nuevos formatos y nuevas maneras de relacionarse con los espectadores, sino también para asegurar que, de una manera u otra, la oferta del festival tratará de ser la mejor, ocurra lo que ocurra.

De esta manera, esta 29 edición del Temporada Alta que se celebrará entre el 7 de octubre y el 8 de diciembre contará con 69 propuestas presenciales y 80 en su programación A distancia. Una programación que no se limitará a la emisión en streaming de contenidos que han sido realizados para verse sobre un escenario. Temporada Alta contará en esta edición con montajes que exploran nuevos formatos de creación y exhibición, que aprovechan los nuevos canales de «comunicación segura» para jugar e interactuar con el público. Podcast, llamadas telefónicas, vídeos…, grupos y artistas como CaboSanRoque, David Selvas y Taida Martínez, Francisco Cuéllar y Agrupación Sr. Serrano estrenarán propuestas pensadas expresamente para el nuevo espacio digital. Entre estos espectáculos hay seis estrenos, cuatro de los cuales son coproducciones del festival. 

Así, por ejemplo, CaboSanRoque presentará Audioguía para supermercados en tiempos de pandemia, un montaje en formato virtual pensado para descargar y escuchar en un supermercado. Un podcast que simula la experiencia de pasear por un supermercado a través de sonidos cotidianos. El espectador tendrá la opción de descargarse el audio, ir a cualquier supermercado y disfrutar de la propuesta a través de su móvil o tableta.

El espectáculo Sucia, de la creadora emergente Bàrbara Mestanza, será un ejemplo paradigmático de la transversalidad que algunas de las propuestas proponen entre lo presencial y lo on line. Se trata de una obra en la que se denuncian las situaciones de abuso a través de un actor y una actriz. Una cabina transparente insonorizada separará a ambos intérpretes, de modo que el público podrá elegir entre acudir al teatro a escuchar a uno de ellos mientras observa cómo sucede la otra historia de fondo o conectarse a una página web de porno para ver en directo los hechos que se están narrando dentro de la cabina.

El festival también programa cinco espectáculos pensados para vivir en directo a través de la plataforma de Zoom y para un público reducido, con Irene Escolar, Lluís Soler, Anna Alarcón, Ivan Benet y Jordi Oriol.

La sección A distancia permitirá, además, a los espectadores recuperar un catálogo on line de grandes obras de teatro nacionales e internacionales de directores como Guy Cassiers, Romeo Castellucci, Daniel Veronese, Christane Jatahy, Claudio Tolcachir, Alain Platel, Oskaras Kursunovas, Needcompany, Angélica Liddell, Àlex Rigola, Carles Santos y Lluís Pasqual, previa suscripción y con precios que oscilarán entre los 3 y los 10 euros. También varias obras de la programación presencial podrán emitirse en formato digital en caso de que las medidas para el covid-19 impidan su exhibición con el público en la sala. Las entradas para toda esta programación on line se podrán adquirir en la web del festival.

EL festival se inaugura con el espectáculo ‘Bouvetøya (la necessitat d’una illa)’ de Julio Manrique, ivan Benet, Cristina Genebat y Sergi Pompermayer.

Nada es como antes

“Muchas instituciones como la ópera Metropolitana de Nueva York han anunciado un cierre que durará cerca de un año como mínimo”, explicó Sunyer. “Con estas premisas y un 30% menos de presupuesto, debido sobre todo a la imposibilidad de empresas privadas de continuar este año como patrocinadores, lo lógico habría sido no hacer el festival”. El director explicó que la profundísima crisis que golpea el teatro ha convertido casi en una obligación llevar a cabo esta edición del festival. “No hay trabajo para los involucrados en el sector y necesitan certámenes como el nuestro para sobrevivir”, explicó Sunyer. “Además, pensamos que los ciudadanos también necesitan de esta ventana para respirar en momentos como este”.

Sunyer explicó que durante todo el festival se observarán unos aforos de 50% con la política de silla sí, silla no, siempre que las condiciones sanitarias lo permitan. Aseguró también que la mayoría de los espectáculos serán “estrenos que ya se han realizado teniendo en cuenta las normativas sanitarias”, pero también confesó que algunas propuestas, como la de Romeo Castellucci, han tenido que ser transformadas por dificultades técnicas. “El primer espectáculo que traía el director italiano necesitaba hasta 30 actores en escena y ha tenido que ser sustituido por otro título”. Se trata de Il Terzo Reich, una videoinstalación acompañada de una performance de un solo actor que nos hará reflexionar sobre la comunicación impuesta y obligatoria.

Guy Cassiers, uno de los creadores belgas más destacados y ya habitual de la programación, volverá a Temporada Alta con Antígona in MolenbeekTiresias, un programa doble de monólogos que reescriben los dos mitos clásicos con un lenguaje contemporáneo y contextualizados en un entorno urbano, uno de ellos con dramaturgia de la rapera y poetisa británica Kae Tempest. Pleasant island de los belgas Silke Huysmans y Hannes Dereere, una de las parejas artísticas que empiezan a despuntar con fuerza en el panorama europeo, es una propuesta de teatro documental sobre Nauru, una isla paradisíaca que cambió totalmente la fisonomía tras una sobreexplotación minera. El espectáculo está basado en el material recogido directamente por los dos artistas a través de sus teléfonos móviles.

El festival impulsa además coproducciones internacionales como Historia de un jabalí (o alguna casa de Ricardo), del dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón; Todavía hay alguien en el bosque, de Cultura i Conflicte, y los espectáculos de danza Sonoma y Hidden, de La Veronal y Lali Ayguadé respectivamente, incluidos en el proyecto transfronterizo Pyrenart.

Puedes consultar toda la programación del festival Temporada Alta aquí.

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