Firmas para defender nuestros parques nacionales

Un caballo en el Parque Nacional de Doñana. © Juanma Clemente

Un caballo en el Parque Nacional de Doñana. © Juanma Clemente

Un caballo en el Parque Nacional de Doñana. © Juanma Clemente

Sí, ellos también corren peligro. Aquí nadie se salva. Los 15 espacios que mejor representan la riqueza de la naturaleza de España, y que cuentan con la máxima protección, están amenazados por un proyecto de ley del Gobierno. A punto de cumplirse 100 años de la creación del primer parque nacional, el de Covadonga, en 1916, un movimiento ciudadano ha comenzado a recoger firmas para no bajar la guardia y pedir a las instituciones que respeten lo hecho hasta ahora y que la codicia no deteriore joyas como Doñana, Cabañeros, Monfragüe, Ordesa, Timanfaya, Teide, Garajonay, Cabrera. 

«Desde su origen histórico con Yellowstone en 1872, los Parques Nacionales son un ejemplo de conservación del patrimonio natural, una referencia emocional colectiva y un símbolo territorial de lo que un Estado moderno es capaz de proponer como valor de futuro».

Así comienza el Manifiesto redactado por la iniciativa ciudadana en defensa de estas 15 joyas de la Corona natural: Islas Atlánticas (Galicia), Picos de Europa, Ordesa y Monte Perdido, Aigüestortes, Guadarrama, Cabañeros, Tablas de Daimiel, Monfragüe, Doñana, Sierra Nevada, Cabrera, Teide, Garajonay, Caldera de Taburiente y Timanfaya (www.magrama.gob.es/es/red-parques-nacionales). Son Marca España de alta calidad, sin matices. Pero ahora también ellas están en peligro. Aquí no se libra nada ni nadie. El Gobierno conservador del PP ha remitido al Parlamento un proyecto de ley que pone en serio peligro su coherencia, coordinación, su preservación y futuro, según quienes han liderado este movimiento, que se presentó la semana pasada en La Casa Encendida, en Madrid, por cinco del centenar de primeros padrinos del Manifiesto: la escritora Ángeles Caso, el periodista de radio y televisión Juan Ramón Lucas, el líder de Ecologistas en Acción Theo Oberhuber, el periodista e historiador del movimiento ecologista Joaquín Fernández y el naturalista Luis Miguel Domínguez.

«La gestión de nuestros Parques Nacionales ha madurado hasta incorporar la idea de Red sin perjuicio de la autonomía de cada uno en su devenir cotidiano», continúa el Manifiesto. «En el proceso, el conjunto ha adquirido un inmenso valor como capital social y cultural compartido, y una evidente relevancia política. Una legítima posición de referencia que aparece hoy seriamente amenazada por un importante declive en el rigor conceptual, la coherencia normativa, la atención institucional y la coordinación y cooperación entre las administraciones responsables de los Parques Nacionales. Un proceso iniciado a partir de la adjudicación de su gestión habitual en exclusiva a las Comunidades Autónomas, y agravado con la reciente aprobación de un proyecto de ley que, en lugar de priorizar la conservación como objetivo principal de los Parques Nacionales, permite crear excepciones a su aplicación, abre la puerta a interpretaciones y usos incompatibles con la figura de Parque Nacional e introduce elementos jurídicos de difícil encaje constitucional».

Escuchemos lo que nos dijeron los padrinos del bautizo de este movimiento, que persigue crear una comisión de seguimiento y coordinación de los 15 parques nacionales en el Senado, ya que es la Cámara de representación territorial, al menos teóricamente.

Luis Miguel Domínguez: «Significan el 1% del territorio nacional, pero atesoran la gran verdad natural». «Aquí comienza la gran aventura ciudadana por defenderlos»

Ángeles Caso, cuya casa familiar se ubica en las proximidades de Covadonga -ahora Parque Nacional de Picos de Europa-: «He vivido la degradación de Covadonga, con la llegada de un turismo masivo e incontrolado, ante la indiferencia, y no solo la indiferencia sino también la codicia, de las instituciones». La que fue periodista estrella de televisión y ahora está volcada en sus libros, se sinceró: «Estoy tan desanimada con este país… Tanto… La única solución, ante este expolio de todo lo público, desde la salud a la educación y el patrimonio natural, es que mantengamos los ojos muy abiertos y las espadas muy en alto, porque estamos viviendo unos tiempos de triunfo de la codicia por encima de todo. Tiempos de codicia, zafiedad, banalización. Y en los que muy poco importan la belleza y la delicadeza».

Joaquín Fernández: «Estamos a punto de celebrar los 100 años de la creación del primer parque nacional, el de Covadonga, por una ley de 1916, promovido por el Marqués de Pidal y con el apoyo del Rey Alfonso XIII. Y vemos que el principal problema para los parques nacionales no es la falta de dinero, sino la desafección; desafección de los políticos, del Gobierno, y también de la sociedad». «En las instituciones, estamos viviendo una época pornográfica, impúdica, inmoral. Esto es un sindios, y, para colmo, gobernados por beatos meapilas. No protegerán los parques nacionales, pero veréis cómo acabarán condecorando a la Santina y a la Virgen del Rocío». «La presentación de este manifiesto es una manera estupenda de comenzar la lucha por defender lo que es nuestro, de todos».

Theo Oberhuber, uno de los miembros históricos y más tenaces del movimiento ecologista en España: «Resulta curioso, e incluso puede desanimar, que 100 años después, cuando ya parecían asentados, y compartidos por todos, una serie de principios básicos, que nos veamos de nuevo así; lamentablemente, volviendo casi al principio. Porque con el actual proyecto de ley (alumbrado desde los despachos del candidato del PP a Europa, el ex ministro Cañete), si sale adelante, los parques nacionales pueden perder todos los baremos de calidad que les ha mantenido como son hasta nuestros días y convertirlos en 15 reinos de taifas, sin unidad ni criterio».

Volvamos al Manifiesto: «Revertir este retroceso inaceptable significa recuperar la capacidad de generar instrumentos institucionales, jurídicos y técnicos capaces de acompañar e impulsar a esta realidad singular, sin desvirtuarla con igualaciones a la baja, ni contaminaciones conceptuales de otros ámbitos del uso territorial. El futuro próximo nos demanda, más que nunca, unos Parques Nacionales que, preservando su singularidad, se integren en sus territorios contagiándoles la vitalidad ecológica y económica que emana de la buena gestión de su excelencia. Y una red abierta que, por encima de colores políticos y tamaños administrativos, sea la sede del diálogo, la colaboración y el respeto a la diversidad, sin generar imposición, discordia, ni otra tensión que la propia del debate científico y técnico».

Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Unesco, envió un mensaje por vídeo a la presentación en La Casa Encendida: «Como dijo Nelson Mandela, el mayor compromiso de una generación es la generación siguiente». «Al menos en esto, a ver si todos los partidos son capaces de alcanzar un pacto nacional. Es urgente».

«En atención a todo ello», concluye el Manifiesto, «y teniendo en el horizonte inmediato la celebración del centenario de la Ley de Parques Nacionales de 1916, pionera en el mundo, entendemos que España puede y debe seguir siendo un referente mundial en este ámbito. Por tal motivo, los abajo firmantes, encabezados por quienes ostentan el honor y el orgullo de haber contribuido a trazar los rumbos y navegar los vientos de nuestros más valiosos territorios:

– Abogamos por mantener a los Parques Nacionales en su posición de referencia máxima de una conservación de la Naturaleza hecha desde el mayor respeto a su singularidad excepcional, a las expresiones culturales y sociales crecidas a su amparo, y a los principios de una gobernanza integradora y plenamente democrática.

– Apoyamos su expresión en una Red que, sin aspirar a suplantar a legítimos agentes en otras tareas, ahonde y diversifique su misión de construcción compartida, signo de referencia, garantía de calidad, intercambio de conocimiento, difusión y promoción de sus ideas y valores, relaciones internacionales y cooperación al desarrollo.

– Instamos a los poderes públicos, a los agentes sociales, políticos y económicos, a las organizaciones civiles, a los medios de comunicación, y a la ciudadanía en su conjunto, a conocer, valorar y defender los Parques Nacionales de España; a destacar su singularidad; a construir consensos, alianzas y escenarios de colaboración para su futuro; y a fomentar el valor de la Red que constituyen, en coherencia con el progreso del Estado al que tan magníficamente representan desde hace un siglo.

– Y proponemos a todos poner en marcha para ello un proceso participado que, con la base del consenso social, y acogido por el Senado como cámara representante de los valores territoriales de España, conduzca a alcanzar un Acuerdo de Estado entre todas las fuerzas políticas, para la recuperación esencial, sólida, duradera e independiente del símbolo moderno y vigoroso que debe ser nuestra Red de Parques Nacionales».

Luis Miguel Domínguez terminó: «En estos tiempos de crisis/estafa, España está como Pirandello, en busca de un autor».

Aquí ya tenemos un guion. Aprovechemos a seguir escribiéndolo.

Entre los firmante, gente de peso en el mundo de la ecología como Joaquín Araújo y Jesús Garzón; periodistas como Rafael Serra, director de la revista Quercus; Juan López de Uralde, líder del partido Equo; gente del mundo de la cultura como Elvira Lindo y Elena Arzak; alcaldes, como el de Santander, Íñigo de la Serna, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias; el juez Baltasar Garzón…».

Y quieren/queremos que sean muchos más, muchos miles…

Más en: iniciativaciudadanaparquesnacionales.wordpress.com/iniciativaciudadana/ 

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