Infinitas formas de volar desde un único punto de vista
Detalle del cartel de esta edición del Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, Punto de Vista.
Detalle del cartel de esta edición del Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, ‘Punto de Vista’.
18 cintas concursan durante esta semana en el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, ‘Punto de Vista’. Un certamen que, en esta su XI edición, cuenta además con una retrospectiva monográfica sobre el concepto de volar.
La 11 edición del Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, Punto de Vista, echó a andar ayer con la proyección de la magnífica e inquietante Il Castello de los realizadores italianos Massimo D’Anolfi y Martina Parenti. La cinta disecciona el día a día de un año de la vida del aeropuerto de Malpensa en Milán. Il Castello se une, junto a la película de clausura, Nuestro siglo, de Artavazd Pelechian, a la restrospectiva temática de este año del festival que investiga sobre el concepto Volar a través de más de 40 títulos.
Il Castello es una película dura, áspera y correosa, pero resume como ninguna otra la temática central de esta edición de Punto de Vista. En ella hay infinidad de referencias a diferentes formas de volar o de acercarse al hecho de volar, pero, casi todas, en el límite. Sus dos creadores han mirado el aeropuerto bajo el prisma que da título al documental: es una fortaleza. Es una muralla plagada de almenas y obstáculos que hay que sortear para circular libremente por el mundo. Un muro en el que, además, puedes quedar atrapado.
Dividido en las cuatro estaciones y los epígrafes Llegadas, Seguridad, La espera y Salidas, D’Anolfi y Parenti nos muestran, sin más explicaciones que las imágenes que vemos, hechos unas veces del todo comprensibles y otras que llevan al espectador a sacar conclusiones algo más que turbadoras y escalofriantes. Los cineastas han tenido un acceso asombroso a lugares vetados dentro de un edificio aeroportuario para el ciudadano de a pie. Pero no por ello dulcifican su mirada. Nos muestran, entre otras cosas, cómo un aeropuerto es un lugar en el que se esfuman y vuelan derechos fundamentales de las personas; vuelan drogas, pero también cajas llenas de langostas vivas; vuelan mentiras y verdades, esperanzas y sueños… Pescados, pieles, los ojos aterrorizados de un perro o un galápago gigantesco, cualquier cosa llega volando a esta fortaleza.
Fotograma de Il Castello, película que ha inaugurado la XI edición del festival Punto de Vista de Cine Documental.
Algunos de los personajes que pueblan o defienden este castillo desarrollan extrañas ocupaciones. Conducir por arriba y por abajo de las pistas de aterrizaje y despegue para comprobar su buen estado. Disparar salvas de fogueo aquí o allá para que otros pájaros levanten el vuelo y lleven sus historia lejos de la ciudadela-frontera. Il Castello consigue que, tras visionarla, si levantas la cabeza y vuelves a divisar desde el suelo un avión volar por el cielo pienses en algo mucho más allá que un destino romántico de vacaciones o algún país exótico.
Esa palabra, Volar, escrita en blanco en una fina tipografía sobre fondo negro, preside un cartel en el que tan solo vemos, sobre ese fondo negro, la figura hiperrealista de un pájaro muerto. Esa curruca papirotada fue a estrellarse contra el ventanal del diseñador de la imagen del festival justo en un momento de crisis creativa tanto de él como del director artístico del certamen, Oskar Alegría, en la búsqueda de una idea perfecta. Una palabra, un ave y un cartel que repartidos por toda Pamplona anuncian esta nueva edición que terminará el próximo día 11.
Una edición dedicada al deseo de volar del ser humano, pero también a lo que esconde el vuelo de las aves, la composición del aire, el día a día de un aeropuerto-fortaleza, el sentir de un astronauta, las acrobacias de los saltadores de trampolín, el poder hipnótico de las nubes, la pasión por los halcones de los jeques árabes, los intentos de volverse un ser alado, la mirada vertical del cineasta y las aventuras de otros peatones del aire…
Un total de 1.290 películas, 654 largometrajes y 636 cortometrajes se inscribieron para participar en esta undécima edición de Punto de Vista, dentro de su sección oficial, denominada La Región Central. Finalmente solo nueve largos y nueve cortos optarán a alguno de los galardones tradicionales de su palmarés: Gran Premio Punto de Vista a la Mejor Película, Premio Jean Vigo a la Mejor Dirección, Premio al Mejor Cortometraje, Premio Especial del Público, Premio de la Juventud.
La propuesta del Festival se completa con un ciclo sobre la obra de Lucciano Emmer, uno de los referentes mundiales en el cine documental sobre arte. Además, la sección Heredocsias plantea el reto de organizar una retrospectiva de un cineasta que no hizo nunca ninguna película. Se trata del mítico escultor Jorge Oteiza, un enamorado del séptimo arte del que el director artístico del festival, Oskar Alegría –que abandona su puesto tras esta edición-, ha escrito un libro titulado Oteiza al margen. Notas manuscritas sobre cine y arte. Punto de Vista saca a la luz material inédito de su archivo junto a una serie de películas inspiradas en su obra.
Esta edición se completa con un ciclo de teatro documental que se ha denominado Quinta pared. La víspera de la inauguración oficial del festival, en el Teatro Gayarre de la capital navarra se pudo ver la primera obra de este ciclo. Un biodrama amoroso titulado Maruja enamorada. Un espectáculo basado en la vida y experiencias de la actriz Maruja Bustamante con dramaturgia y dirección de Vivi Tellas, pionera en Argentina del teatro documental.
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