Iniciativas para ganar la ciudad para los peatones

VENTANA VERDE

La muestra Gráfica Peatonal reivindica el espacio para el peatón en las ciudades. Estará todo el verano en La Casa Encendida y en ella colaboran asociaciones de viandantes que han recogido elementos gráficos desarrollados por varios colectivos sociales que quieren ciudades más habitables. Muchos con humor, otros con fuerza, todos comprometidos. 

RAFA RUIZ

Hay iniciativas que merecen ser subrayadas, aplaudidas, difundidas, aunque no resulten de una obvia espectacularidad. Y esta es una de ellas: la muestra Gráfica Peatonal, que reivindica el espacio para el peatón en las ciudades y que puede verse en el Torreón 2 de La Casa Encendida de Madrid hasta el 22 de septiembre; o sea, el veranillo completo. Por cierto, con los líos de Bankia, ahora La Casa Encendida se presenta como Fundación Especial de Caja Madrid (esperemos que dure este centro y no decaiga ni se distorsione, pues lo que hacen está bien, muy bien, como está).

Esta muestra quiere profundizar en la figura del peatón, sus imágenes y el lugar que ocupa dentro de la ciudad. Ideada y creada en su primera instalación por la Fundación Cristina Enea de Donostia-San Sebastián, ahora ha sido adaptada a la ciudad de Madrid por A Pie. Nos habla Marcos Montes, presidente de esta asociación de viandantes que lleva trabajando serena y tenazmente desde 1995: «Hemos recogido muchos de los elementos gráficos desarrollados por colectivos sociales que reclaman mayor protagonismo del peatón en el diseño y desarrollo de las ciudades. Es un reconocimiento a su labor, a sus esfuerzos, que a menudo no encuentran recompensa». Es también el caso de A Pie. «Al principio, en el Ayuntamiento de Madrid es que ni nos escuchaban. Por lo menos, han cambiado de actitud. Nos consultan. Nos convocan a reuniones. Hay técnicos con una sensibilidad muy cercana a la nuestra, la de defender una ciudad mucho más amable con el peatón; pero sigue faltando una estrategia general. Hay actuaciones a la vista, como las peatonalizaciones, pero inconexas, sin un concepto general. En todo este tiempo hemos llegado a la conclusión de que el Ayuntamiento de Madrid es como una medusa con un montón de cabezas, donde cada departamento va a lo suyo; mientras unos acometen peatonalizaciones, otros se afanan en construir túneles. Hay ahora en Madrid una tendencia municipal que nos preocupa de manera especial: la privatización del espacio público, tanto superficial como del subsuelo, en forma de terrazas y de parkings».

A Pie nos muestra, por ejemplo, anuncios de la Dirección General de Tráfico de los años sesenta y setenta con un discurso plenamente a favor del automóvil. Llama la atención ese cartel que dice: «Peatón: Respete al conductor». O ese anuncio de televisión con el eslogan dirigido a los niños: «Saber andar no basta. Enséñele a circular». Entre las iniciativas más radicales, recoge el material del grupo sevillano denominado Peatón Bonzo, que se define como «especialistas en desobediencia peatonal» y que señala como uno de sus principios fundacionales, no sin ironía: «Campaña de Desobediencia al Estado de Soberanía del Coche en la Ciudad». Uno de sus carteles señala con total desparpajo: «El 70% de las personas mayores de 65 años no pueden cruzar a tiempo los semáforos. Nosotros que podemos, crucemos en rojo». En la muestra aportan su material otros colectivos como Catalunya Camina y Walk 21.

Como una vez señaló Cristina Narbona, cuando era ministra de Medio Ambiente con el Gobierno del PSOE, y que ha sido una de las pocas personas que han tenido realmente poder en la Administración sabiendo de lo que hablan cuando hablan de desarrollo sostenible y ganándose el respeto de los colectivos ecologistas, lo que no es normal es que los automóviles supongan el 20% de las personas desplazadas en el interior de una ciudad como Madrid y, sin embargo, se les reserve a ellos el 80% del espacio público; «tenemos que pensar en revertir esos porcentajes». Así, A Pie plantea otros usos para nuestras urbes, darle la vuelta a nuestro comportamiento, al que, a menudo, por inercia, apretamos el on sin mayor crítica. Más ejemplos que explica Marcos Montes: «Queremos hacer reflexionar sobre la dificultad de salir a pie de la ciudad, por todo el desarrollo de infraestructuras de circunvalación que la rodea, la acorrala, sin que en ningún planeamiento se tenga la más mínima consideración a los ciudadanos que se desplazan caminando». Y destaca dos iniciativas que han hecho repensar la ciudad: Por un lado, la coordinadora de Defensa de la Dehesa de la Villa (Madrid); por otro, el 15-M, que hace dos años acampó en plena Puerta del Sol y nos hizo soñar no solo con otra estructura de gobernantes, sino con otra manera de estar en la gran ciudad, un movimiento que llamó a tomar las plazas para intercambiar ideas, para ejercer la solidaridad, para debatir… y no solo para cruzarlas, para acatar y consumir.

Quizá llegue un día en que, igual que ahora nos resultan extemporáneas aquellas llamadas a que el peatón aprendiera a circular, nos suenen raras esas plazas donde es imposible sentarse a leer simplemente un libro o una revista, sin tener que consumir en la terraza de un bar.

Sobre el autor

Rafa Ruiz

Periodista convencido de que las luces al final del túnel solo se ven desde una perspectiva progresista de la realidad, con un compromiso sólido con la cultura, el arte y el medio ambiente, temas a los que ha dedicado la mayor parte del tiempo de su vida profesional -10 años en 'El País' y 15 años en 'El País Semanal'-. Autor de los libros de cuentos infantiles 'Toletis' y 'Ninoninoni', codirector de la galería madrileña Mad is Mad -centrada en artistas emergentes- y uno de los socios fundadores de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA).

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