La extraña desaparición de Robles, traductor de Dos Passos, llega al cine

John Dos Passos, nieto del escritor de mismo nombre es pieza fundamental en el documental ‘Duelo al sol’.

John Dos Passos, nieto del escritor de mismo nombre es pieza fundamental en el documental 'Duelo al sol'.

John Dos Passos, nieto del escritor de mismo nombre, es pieza fundamental en el documental ‘Duelo al sol’.

‘Robles, duelo al sol’, el nuevo documental de Sonia Tercero, que se presenta este fin de semana en el festival Documenta Madrid, reconstruye la extraña desaparición durante la Guerra Civil de José Robles, amigo y traductor del novelista estadounidense John Dos Passos. Un trabajo complejo, que toca muchas fibras de nuestra historia, sobre el que hablamos con la directora.

Es una película sobre la amistad por encima de instituciones. Sobre relaciones personales que nos cambian las ideologías y la concepción del mundo. Sobre historia e intrahistoria. Sobre la literatura. Sobre la decepción. Sobre la vida y sobre la muerte. Porque cuenta cómo Robles, que entonces era profesor de Literatura Española en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EE UU), cayó víctima de las intrigas, del espionaje y contraespionaje, del férreo aparato soviético que se fue apoderando del sector republicano durante la Guerra Civil española, ante el acoso de los fascistas del otro bando.

Una historia oscura que se trató de ocultar porque, como dice la directora, «se le fue de las manos a la República, pues dañaba mucho su imagen internacional». Un complejo caso no del todo discernido sobre el que se han escrito varios libros, que son los que dieron base a Sonia Tercero para montar este extraordinario documental, hecho con meticulosa profesionalidad: Enterrar a los muertos, de Ignacio Martínez de Pisón; Idealistas bajo las balas, de Paul Preston, y La ruptura, de Stephen Koch. Este último libro desarrolla sobre todo cómo el asesinato de José Robles causó la ruptura de la amistad entre dos grandes escritores, Dos Passos (Manhattan Transfer) y Hemingway (Por quién doblan las campanas), que hasta ese momento se sentían muy próximos, personal e ideológicamente, pero a partir de ahí decidieron tomar rumbos distintos: «El primero se sintió tan defraudado ante lo que le había ocurrido a su amigo que abandonó su defensa del comunismo y se tornó esencialmente conservador; el segundo optó por mirar hacia otro lado en las historias personales y colocar por encima de todo la ideología y la defensa de unas ideas en las que creía», dice la directora. Y fue precisamente el libro de Koch el que animó a Tercero a emprender esta aventura que la ha mantenido ocupada prácticamente tres años. También ha sido importante la aportación del investigador y periodista Carlos García Santa Cecilia, comisario de la exposición Corresponsales en la guerra de España, del Instituto Cervantes.

Sus amigos de la agencia literaria y de comunicación Dos Passos querían celebrar con algo importante sus diez años; y Sonia les presentó una historia muy entroncada con España y con el escritor al mismo tiempo. «Porque aunque se había escrito ya bastante sobre él, seguían faltando piezas en el puzzle, que me apetecía enormemente investigar. Y fue ese trabajo de investigación lo que más trabajo y satisfacciones me dio». El documental Duelo al sol apuesta por que Dos Passos supo desde bien pronto, vía la Universidad Johns Hopkins, que a su amigo le habían matado y muestra que la relación con su hermano y la familia de su cuñada -figuras prominentes del bando nacional- pudieron tener bastante que ver en que surgiera la desconfianza y vigilancia hacia Robles desde las posiciones comunistas más radicales, y por tanto, en el negro final.

«¿Puede la historia sepultar la verdad?», se pregunta la directora en el tráiler de Duelo al sol:

Al estallar la guerra, Robles, que trabajaba en EE UU en la enseñanza del español desde 1920, se ofreció al Gobierno de la República, dado su manejo del inglés, francés y un poco de ruso. Fue asignado como jefe de relaciones con la prensa internacional del Ministerio de Estado y, más tarde, como hombre de contacto del General ruso Vladimir Gorev, que dominaba el inglés tras una prolongada estancia en Estados Unidos. Tras esta carrera ascendente al servicio del Estado, y mientras luchaba por sus ideales, Robles fue destinado a Valencia a trabajar con la Embajada Rusa. En esa ciudad le hicieron desaparecer. Las cartas enviadas por el profesor a su Universidad norteamericana, y a las que ha tenido acceso Socia Tercero, permiten reconstruir, más o menos, el triste final, con un ritmo cinematográfico de trama negra.

Sonia se quedó impresionada con el recibimiento que le dispensó la familia del escritor cuando les planteó participar en la historia de recuperación de Robles. «Contacté por Facebook con su nieto, que es asesor de energías renovables, escritor y personaje bastante comprometido con el apoyo al Partido Demócrata. Me daba un poco de vergüenza entrarle así, pero la respuesta fue rápida y muy positiva. Enseguida me contestó diciendo que a su madre, la hija del escritor, le iba a encantar colaborar en el documental, porque Robles es una figura que siempre ha estado muy presente en la familia». O sea, que el español no tuvo un paso anecdótico en Dos Passos, sino que marcó una influencia fundamental en la trayectoria del escritor. Tanta fue la implicación, que el nieto, John Dos Passos Coggin, se trasladó diez días a Madrid para rodar diversas escenas, que reproducían la llegada del escritor al Madrid de la guerra como corresponsal extranjero, y, sobre todo, sus movimientos por la Gran Vía, entre su hotel en Callao y el Edificio de Telefónica, donde estaba la Oficina de Propaganda. Y son los movimientos del nieto los que tejen el relato principal en imágenes de una historia oscura y compleja, que causa perplejidad. Eso y las extraordinarias vistas aéreas de Madrid, de las que Sonia Tercero se siente especialmente satisfecha, que muestran, con cierta melancolía y una extraordinaria luz, la Gran Vía y la Casa de Campo, ahí tan cerca del puro centro urbano, donde en aquellos años se hallaba el frente de guerra y -tan cerca- el límite entre dos formas de concebir el ejercicio del poder y el futuro de Europa.

El nieto, la Gran Vía… Y dos mujeres con mucha fuerza: la hija de Dos Passos, Lucy, tan americana, tan elegante; y Carmen Robles, la sobrina de José; tan española, tan racial; que se prestaron a desnudar sus sentimientos ante la cámara de Sonia y recordar aquellos duros momentos: en el primer caso, manteniendo muy viva la memoria de Robles; en el segundo, corriendo un velo de silencio familiar (tan español, también).

Más la decisiva colaboración de la Johns Hopkins, que siempre entendió que quien había desaparecido en muy extrañas circunstancias y que finalmente pasó a los archivos como «accidente de guerra», era un miembro de la comunidad universitaria, y que hasta hoy hace gala de la defensa de los derechos de la gente por encima de cualquier otra cosa.

Sonia quiere además destacar, en este puzzle, otro personaje sobre el que apenas se ha escrito y que, como mujer, a ella le atrae especialmente: la esposa de Robles, Margarita Fernández Villegas, «clave de esta investigación». «Mujer luchadora de familia liberal, alumna de la Institución Libre de Enseñanza que se exilió en México, era amiga de Zenobia Camprubí, María Teresa León, Isabel Oyarzábal, Concha Méndez, y compañera de Bellas Artes de Rosa Chacel. Márgara, como la llamaban los amigos, era familia de Julián Besteiro -presidente de las Cortes Constituyentes con la Segunda República y figura prominente en la oposición a la influencia soviética en el Gobierno republicano; seguramente una pieza más en la desconfianza de los rusos hacia Robles- y de Luis Zulueta -embajador español en el Vaticano durante la contienda-. Márgara es quien nos ha ayudado a colocar algunas piezas en su lugar, y cuya correspondencia desgarradora custodia la Universidad Johns Hopkins a la que generosamente hemos podido tener acceso».

La directora Sonia Tercero con John Dos Passos en Madrid. Fotografía cedida por la realizadora.

La directora Sonia Tercero con John Dos Passos en Madrid. Fotografía cedida por la realizadora.

Con este trabajo -producido por Time Zone y Dos Passos más el apoyo de TVE y que se presentó en el Festival de Málaga y ahora en Documenta Madrid, dentro de su extraordinaria programación-, Sonia Tercero, que se formó como periodista y luego dedicó muchos años a trabajar en comunicación en cine, teatro y música, redondea una meritoria carrera como realizadora de documentales, con especial predilección por los cambios que aportó la Segunda República en la educación y en el rol de la mujer. Su película El secreto de educar cuenta la historia de las fundadoras del colegio Estudio, con el método de la Institución Libre de Enseñanza, y La escuela olvidada trata del Instituto Escuela, un método educativo experimental fundado en 1918 y que se consolidó con la Segunda República. «Fue un periodo con sus luces y sus sombras, pero hay que reconocer que en esos dos aspectos fueron revolucionarios, aportaron grandes y reveladores avances».

‘Robles. Duelo al sol’ se proyecta en Documenta el viernes 1 de mayo a las 19.30 y el domingo día 3, a las 21.30. El festival de documentales Documenta Madrid se celebra entre el 30 de abril y el 10 de mayo, con sede central en la Cineteca de Matadero.

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