El lenguaje de las telas africanas frente a la ropa-uniforme

Una de las piezas expuestas en la muestra ‘El lenguaje de las telas: arte textil en África Occidental’.

Una de las piezas expuestas en la muestra ‘El lenguaje de las telas: arte textil en África Occidental’.

Una de las piezas expuestas en la muestra ‘El lenguaje de las telas: arte textil en África Occidental’.

Una de las piezas expuestas en la muestra ‘El lenguaje de las telas: arte textil en África Occidental’.

Viajar a África es sumergirse en un mundo de extraordinarios colores. Los que viste la naturaleza y los que visten sus habitantes en unas telas que son más que unas prendas; son un espejo cultural, antropológico, pura historia en un mundo que, sin embargo, camina sin tregua hacia la uniformidad. Ahora, la exposición ‘El lenguaje de las telas: arte textil en África Occidental’, en el Museo Nacional de Antropología (Madrid), nos trae a la gran ciudad ese universo de telares, teñidoras, sastres y diseños que visten las calles de Malí, de Ghana, de Costa de Marfil.

Por ROSA M. TRISTÁN

La muestra se desarrolla de la mano de la Galería Mamah África, una iniciativa de la diseñadora Maica de la Carrera y su hermana Laura de la Carrera, quienes llevan más de 20 años en el empeño de conjugar la riqueza cultural de ese continente con la nuestra, mucho menos colorista.

El Lenguaje de la telas, que estará abierta hasta el 20 de mayo, tiene como componente principal las imágenes con las que el fotógrafo catalán Kim Manresa, con un sinfín de premios en su haber, ha sabido captar la vida que hay detrás de cada tejido, así como la asombrosa diversidad de técnicas que tienen siglos de historia, hasta embarcarnos en un recorrido en el que los tejidos y sus fotos interactúan para el disfrute visual del visitante. A las obras de Manresa se añaden los diseños de Maica de la Carrera, quien conjuga con sabiduría la belleza de las telas africanas con su mirada europea, abierta y creativa. Así, en las vitrinas se hacen presentes los signos de ese lenguaje que Maica aprendió desde muy joven, en concreto desde que su hermano Nicolás se fue a vivir a Senegal y comenzó a enviarle desde allí la telas que veía a su alrededor.

La forma de vestir dice mucho de nuestra personalidad a este lado del Estrecho, pero en África los materiales, colores, formas y motivos son un auténtico código de comunicación que durante siglos ha permitido identificar la pertenencia a una etnia, el estatus social de una persona, su profesión e incluso el rango adquirido por la edad. Son tradiciones textiles que están especialmente vivas en África Occidental, donde continúan funcionando, desde hace siglos, los ancestrales telares en los que se producen telas kente, adinkra, bogolan y korhogo, que pueden verse en esta exposición. Eso sí, como en el resto del mundo, cada vez son más quienes en ese continente caminan sin pausa hacia un paisaje mucho más monocorde impuesto por la avalancha de ropas y tejidos baratos llegados desde China y aledaños, contra los que no hay competencia artesanal y local posible.

Antes de entrar en el museo, en la misma calle, ya se ofrecen pistas de lo que encontraremos en su interior, gracias a unos gigantescos paneles que visten el edificio de África. Las manos que tejen, los tintoreros, los mercados, las mujeres rodeadas de batiks… Y una vez dentro, en lo que es un gran escaparate de una expresión cultural a conservar y proteger, descubrimos que los tejidos kente de los Ashanti de Ghana vestían reyes pero fueron inspirados, según la leyenda, por una sencilla araña; que los paños Adinkra están estampados con símbolos que significan liderazgo, fortaleza, protección o resistencia, como si la persona que los lleva pudiera revestirse de esos poderes; que los bogolán hechos con barro de Mali llevan tintes vegetales elaborados con plantas terapéuticas que curan; que las figuras en las telas Korhogo son el reflejo de la cosmovisión de la etnia senufo de Costa de Marfil; o que el batik, una técnica basada en el uso de ceras de abeja, fue importado de Asia con la colonización, pero hoy está impreso en su propia tradición.

Más adelante, en varias salas, la imágenes de Kim Manresa se fusionan con los tejidos hasta llegar a formar parte de ellos, pues se han impreso directamente sobre tela de saco o sobre el algodón adamascado de los batik. Y esa fusión se hace realidad en las vitrinas que acompañan sus fotografías. “En los viajes que hice con Maica y Laura fuimos comprando algunas de las mismas telas que estaban haciendo en el momento que captaba con la cámara, así como los utensilios que tenían entre sus manos. No imaginábamos entonces que acabaría en este museo”, explica el fotógrafo, un gran conocedor de ese continente.

La diseñadora, por su parte, una vez en España, ha pasado varios meses comunicándose con esas telas, hasta dar forma a las posibilidades que esconden para vestirnos aquí con la expresión de unas culturas milenarias de allí. Para acercar dos mundos en los que no hay vallas ni fronteras. Diversos maniquíes distribuidos por las salas nos invitan a ello. “Tanto para mí a nivel personal como para nuestra galería, Mamah Africa  , esta exposición es un gran paso adelante en nuestro camino para dar a conocer la cultura y la tradición africanas en España, fundamentalmente a través de la moda. Desde que cayeron en mis manos telas de ese continente, cuando era muy joven, decidí centrar en ellas mi trayectoria y ver ahora mis diseños en esta exposición, como vehículo entre esa tradición y nuestro mundo, es un lujo”, señala Maica de la Carrera.

Tanto ella, como Laura de la Carrera están también detrás de gran parte del exquisito montaje de las piezas por las salas, entre las que también hay obras de la pintora y escultora Carmen Varela y de Ricardo Álvarez Muiña, joyas diseñadas por Andrea Baragaño y fotos de lienzos de Sara Velázquez. El diseño gráfico es obra de Nicolás de la Carrera y la autora de este artículo ha hecho una pequeña aportación con los textos.

El proyecto ha contado con el patrocinio de Epson, Fundación La Caixa, la embajada de Ghana y Royal Air Maroc. La Fundación La Caixa también está detrás de la cooperativa de mujeres con la que Mamah África trabaja en Malí desde hace algún tiempo, una colaboración que favorece a ambas partes: en Malí genera puestos de trabajo y en España le permite a la diseñadora mostrarnos la belleza africana a través de sus diseños.

‘El lenguaje de las telas. Arte textil en África occidental’. Museo Nacional de Antropología, en Madrid. Hasta el 20 de mayo. Entrada gratuita.

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