Veinte libros para agosto: sobre virus, amigos, crímenes y fantasías

Foto: Pixabay

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Seguro que muchos habéis pedido consejo sobre qué leer este verano. Aquí van una veintena de recomendaciones de libros para este agosto. Para, sin movernos de una cómoda butaca o tumbona, sobre la yerba o la arena, viajar lejos, saber más sobre esta pandemia, aprender a cuidar el planeta, mirar tu cuerpo de otra manera, comprender el mundo en el que vivimos e incluso intentar cambiarlo. De Andrés Neuman a Rosa de Luxemburgo. De Nuria Barrios a Patricia Esteban Erlés. De César-Javier Palacios a Luisgé Martín. De Fernanda García Lao al epidemiólogo Adam Kucharski.

Agosto siempre me ha parecido un mes difuso, un paréntesis que deja vacías las grandes ciudades y cambia algunas de nuestras rutinas. Este año maldito de la pandemia lo ha convertido aun en más fantasmal y, en las redes sociales, sobre todo en Facebook o Instagram, no abundan tanto como otros veranos las fotos en la playa o en lugares exóticos a los que se ha llegado en vuelos low cost. Son muchos quienes no pueden permitirse salir en vacaciones o, peor, tienen vacaciones obligadas. Para estas personas el tiempo se convierte en una losa y es difícil aprovecharlo. Para todos, valga esta pequeña y, como todas, azarosa propuesta de lecturas (no sujeta a la estricta actualidad). Pensada para quienes busquen un consuelo en los libros, una vía de escape, un disfrute, un placer o una forma de viajar sin salir de casa.

Aparte de gente en bañador frente a la playa, en Facebook se encuentran también noticias de las que me costaría enterarme por otros medios, como la muerte de Erith Aron, el personaje que inspiró a La Maga de Rayuela. Alfaguara ha publicado una edición conmemorativa de los 50 años de esta novela, que dinamitó la literatura en español e hizo feliz a tantos lectores. Incluye un epílogo en el que se puede conocer la gestación de esta obra inmensa a partir de cartas escritas por Julio Cortázar. Es una buena manera además de viajar por París sin moverse del sofá.

Después de Fractura (Alfaguara), su novela más cosmopolita, el escritor Andrés Neuman regresa al género corto, donde el autor se mueve como pez en el agua, con un libro bello e inteligente, Anatomía sensible (Páginas de Espuma). Una colección de narraciones que te abrirán los ojos y quizás te permitan ver tu cuerpo de otra manera, ahora que quizás lo expongas a los inclementes rayos de sol y a las miradas ajenas. En Todo arde (Alfaguara), Nuria Barrios cierra una suerte de trilogía sobre el mundo de la droga. Es una novela dura, conmovedora e intensa, y en ella la autora nos plantea las posibilidades del amor para redimirnos de los infiernos. La editorial Alfaguara publica también Progenie, la última novela de Susana Martín Gijón, una autora que se ha ido ganando un espacio propio en el prolífico mundo del género negro. Ambientada en Sevilla, aborda una serie de crímenes que ha de investigar Camino, una inspectora feminista y con no demasiadas aptitudes sociales; la historia te atrapa desde la primera línea y aborda un tema de gran actualidad, la reproducción asistida y los límites de la ciencia y la tecnología.

La editorial La Navaja Suiza publica La entreplanta, un original y auténtico ejercicio de estilo de un autor, Nicholson Baker, poco conocido en España y que cuenta con el aval de autores como David Foster Wallace o Dave Eggers. Es un ácido retrato del modo de vida occidental y sus costumbres. Con una prosa descarnada y un ritmo frenético, Fernanda García Lao nos cuenta en Nación vacuna (Candaya) una historia visionaria, distópica, sobre un virus y los delirantes caminos elegidos por los gobernantes para sobrevivir a él. Escrita antes de la covid-19, la literatura tiene a veces estas dotes proféticas. Una novela breve, intensa, que se lee de un tirón hasta llegar a un final sorprendente.

Ya desde el ensayo, para entender la pandemia y lo que se avecina, no dejéis de leer Las reglas del contagio. Cómo surgen, se propagan y desaparecen las epidemias (Capitán Swing), del epidemiólogo Adam Kucharski. En un mundo interconectado, nuestras vidas están entrelazadas más que nunca. Kucharski nos da algunas de las claves para afrontar las pandemias y cómo las emociones y las redes de relaciones pueden ser barrera contra el virus. De emociones, de miradas, hay mucho en La vida en suspenso. Diario del confinamiento (Fórcola), de Jordi Doce. Escrito durante las semanas del estado de alarma, este poeta y traductor mantiene un sabio equilibrio entre lo que ve y lo que siente, nos lleva por la cotidianidad del encierro y nos enseña que la literatura es, ante todo, una mirada hacia el mundo.

Se ha escrito mucho sobre la guerra, sobre qué nos lleva a los humanos a enfrentarnos a unos con otros. La escritora Ana María Shua da una vuelta de tuerca al tema bélico en This book needs you. La guerra, un libro de microrrelatos narrados con la precisión, el humor y el buen manejo de la elipsis que han convertido a Shua en un referente de este género y que ha publicado Páginas de Espuma. Esta editorial ha recuperado Manderley en venta, de Patricia Esteban Erlés, una maestra del cuento fantástico. Relatos que nos dan otra mirada hacia lo cotidiano. Lejos de la tranquilidad que nos aporta, lo cotidiano también puede convertirse en algo muy inquietante y fantasmal. Páginas de Espuma también publica el segundo libro de cuentos de Alberto Marcos, Hombres de verdad, en el que el autor reflexiona con humor, ironía y ternura en las identidades masculinas en el siglo XXI. Hombres que buscan un espejo donde encontrarse en este confuso inicio de siglo. En Crónicas desde el país del No y otros cuentos (Editora Regional de Extremadura), Ana Ayuso Verde intercala la fantasía y la realidad con una mirada extremadamente sensible hacia el mundo de la familia, los amigos y las relaciones.

La literatura, en verdad, no deja de bordear nunca (aunque los personajes sean gnomos o alienígenas) la posibilidad de ser feliz. Esa posibilidad es lo que se plantea Luisgé Martín en Un mundo feliz (Anagrama). El comienzo de este ensayo, “La vida es en su esencia, un sumidero de mierda”, me recuerda mucho al de El mito de Sísifo. De igual forma que Camus construye una vida a partir del reconocimiento del absurdo, Martín lo hace sobre la imposibilidad de ser felices. Y lo logra sin cinismo y sin medias tintas. Si es posible la felicidad, para algunos eso pasa por un mayor contacto con la naturaleza. El periodista César-Javier Palacios nos propone en Naturalmente (Plaza y Valdés) algunas píldoras para disfrutar de nuestro entorno. No podemos querer lo que no conocemos y Palacios logra acercar al lector a ese mundo natural tan cercano y tan lejano a la vez, sobre todo en las grandes ciudades.

La naturaleza está ahí. Solo hay que acercarse a ella. Somos parte de ella. Lo sabe muy bien una de las autoras de referencia de lo que se ha venido en llamar la nature writing, Annie Dillar. En Enseñarle a hablar a una piedra (Errata Naturae) la acompañamos en sus exploraciones a algunos lugares remotos, como el Polo Norte o las Islas Galápagos, pero en un trayecto que es a la vez un viaje interior. Baudouin de Bodinat reflexiona sobre nuestra desconexión con la naturaleza y lo verdaderamente importante, sobre cómo este mundo tecnológico se ha convertido en una mascarilla que nos impide ver y hablar, en La vida en la tierra. Reflexiones sobre el poco porvenir de estos tiempos (Ediciones el Salmón), un ensayo profundo que cuestiona nuestro modo de vida desde la radicalidad.

En realidad, todos los buenos viajes son viajes interiores. Y a veces con resultados literarios. Un ejemplo es En el camino, de Kerouac. Precisamente, la editorial La Moderna ha publicado El disfraz de la inocencia. Jack Kerouac en México, de Jorge García-Robles. En esta novela biográfica el autor nos cuenta la experiencia de Kerouac y Cassady en México tras la llamada de William Burroughs, quien les anima a visitarles.

El mundo sería un poco peor sin dos figuras clave del pensamiento y la acción del siglo XX. Me refiero a Rosa de Luxemburgo y Simone Weil. Como buenas revolucionarias, para ellas el verdadero cambio no podría llegar sin el amor. La editorial El Viejo Topo ha publicado con gran acierto Cartas de amor y revolución en las que Luxemburgo nos desvela su lado más íntimo y sensible, el más cotidiano. La misma editorial publica Sobre Simone Weil, de Francisco Fernández Buey, en la que el pensador marxista se acerca a una autora que, como Luxemburgo, intentó vivir como pensaba, en un ejemplo de coherencia vital e intelectual. Una buena manera de aproximarse no solo a Weil, sino también a la obra de Fernández Buey, un autor ineludible no solo para comprender el mundo en el que vivimos, sino también para transformarlo.

Feliz verano, nos volvemos a encontrar a finales de agosto. A la sombra siempre cálida y acogedora de El Asombrario.

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