Esa mujer que avanza entre coyotes e insultos machistas en Twitter

El fotógrafo Pau Venteo pidió la colaboración de los usuarios de Twitter para tratar de localizar a esta chica que fotografió. Parte de la respuesta fue zafiedad e insultos machistas. Foto: Pau Venteo.

El fotógrafo Pau Venteo ha pedido la colaboración de los usuarios de Twitter para tratar de localizar a esta chica que fotografió hace un año. Buena parte de las respuestas han sido insultos machistas. Foto: Pau Venteo.

Pau Venteo pide colaboración en Twitter: “Esta es una de las fotos que hice el 18 de octubre de 2019, minutos antes de la ‘Batalla de Urquinaona’. Me gustaría encontrar a la chica de la foto. ¿Me ayudáis?”. Enseguida llegan las respuestas y los comentarios machistas: “Vaya piernacas”, “No te la vas a coger”, “Marranote”… No nos merecemos esto. Ojalá se haga la magia de la red y un buen final calle de una vez las malas voces que quieren mal. Que miran mal. ¿Si no nos ayudamos entre nosotros, qué sentido tiene todo?

Casualidades. Hoy una autora amiga me preguntaba en un audio de whatsapp: “¿Si no nos ayudamos entre nosotros, qué sentido tiene todo?”. En su momento no le he dado importancia a la reflexión, pero la vida, que siempre está al quite, no ha tardado en darme un toque de atención. Ese “nosotros” de Ana –así se llama la autora– ha vuelto como un bumerang y lo ha hecho donde menos se le esperaba.

La secuencia ha sido esta: En Twitter, un fotógrafo de prensa lanza un grito de ayuda. La imagen que acompaña al texto es una foto suya en la que una pared de policías antidisturbios monta guardia en una calle de Barcelona mientras delante de ellos, a escasos metros de su formación, camina una chica, ajena a la violencia que lo envuelve todo. Con un pequeño amasijo de cables en la mano, su perfil perfecto contrasta como un relámpago de alivio sobre el fondo de violencia en ciernes. A su paso parece pararlo todo, flotando sobre la actualidad.

La foto es tan impactante que me detengo a leer. El fotógrafo, Pau Venteo (@Pauventeo en la red), lanza a quien lo lea una bengala, pidiendo ayuda: “Esta es una de las fotos que hice el 18 de octubre de 2019, minutos antes de la “Batalla de Urquinaona”, escribe. “Me gustaría encontrar a la chica de la foto. ¿Me ayudáis?”. Enseguida llegan las respuestas y los comentarios. A fecha y hora de hoy domingo, el tuit tiene 2.700 retuits, 3.600 likes y un sinnúmero de comentarios. Curiosamente, ninguno de ellos ha ofrecido la menor ayuda al fotógrafo. Peor aún, a medida que los comentarios van ganando fuerza, abunda cada vez más lo peor del inconsciente y del consciente colectivo, con intervenciones como estas, y cito: “La buscas porque está buena y te la tirarías, aunque tiene cara de choni”, “Ojalá la encuentres y pase de ti como de la policía”, “Parece la hija de Belén Esteban”, “Búscala tú solito. Barcelona está plagada de burguesas y de pequeño burguesas”, “Vaya piernacas”, “No te la vas a coger”, “Marranote”, “Tiene perro o venía de una orgía, empecemos por ahí…”. Son solo algunas muestras, y en ningún caso las más tremendas. Otras se limitan a felicitar al autor por la foto. Nadie pregunta cómo puede ayudar. Ni una sola persona.

Aunque mi primer impulso es dejar el asunto, me cuesta. Toda la visceralidad machista, sucia y poco solidaria que se desliza por la pantalla de mi Tablet va raspándome el amor propio y mi poca tolerancia a esta clase de violencia generada por una petición de ayuda que seguramente no es más que eso. Decido confirmarlo. Envío un mensaje privado al fotógrafo y descubro que, efectivamente, su demanda de ayuda es exactamente lo que parece. Después de captar a la muchacha flotando ante la tormenta de brutalidad que se avecina, el artista quiere saber más, quiere saber por qué. “Me gustaría encontrarla y poder volver a ese cruce con ella. Que me contara qué hacía allí, por qué decidió pasar justo en ese momento… tantas cosas”. Y añade: “En ese instante había miles de jóvenes en Vía Layetana lanzando objetos contra esa línea policial. No se podía pasar por allí, pero esa chica, sin tener nada que ver y sin estar asustada, decidió hacerlo, y hacerlo además con esa fuerza…”. Y añade, casi avergonzado: “La gente diciendo que quiero ligar con ella. ¿En qué momento se les ocurre algo así?”.

Ayudarnos. Entre nosotros/as. Los que no pensamos así. Esa es la cadena que todavía aguanta, aunque en ocasiones la duda proyecte su sombra sobre lo que invocamos. Un artista se pregunta cosas sobre su obra y eso es lo que Pau Venteo confiesa así, desde la inocencia de quien quiere encontrar una respuesta a una imagen que –no hay ninguna duda– impacta no solo por sí misma, sino porque hay en ella imágenes de otros conflictos, de otras batallas. Pau no sabe todavía que la intrahistoria de esa imagen acaba de dársela Twitter. La foto es, en gran medida, mucho más que su contexto puntual: Una mujer que avanza entre coyotes, dispuestos a aplastarla con su violencia. Esa mujer es, hoy, todas las mujeres. Pau ha retratado lo universal. Esa chica son cientos de miles de mujeres a diario, salvándose por los pelos, ajenas al silencio cargado de comentarios malditos que se reprimen a su paso. La foto es magistral por eso. Es hoy. Es el mundo. Es arte porque es verdad y porque la lente supo ver y encapsular.

Este artista quiere encontrar a esa mujer para compartir su mirada con el valor o con el mundo silencioso que ella desprende al flotar sobre el terror. Por eso me gustaría que la suerte estuviera de nuestro lado, de los que nos ayudamos. Busquémosla, si es que ella quiere dejarse encontrar. Pau Venteo (@Pauventeo) bien lo merece. La buena gente también.

Ojalá se haga la magia y un buen final calle de una vez las malas voces que quieren mal. Que miran mal.

Todos/as nos merecemos un poco de luz este año.

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Comentarios

  • Mercedes

    Por Mercedes, el 21 septiembre 2020

    Increíble , cada vez peor . Tengo 59 años no sé si soy feminista o que soy , he visto de todo con respecto a la mujer , pero esto que está pasando es terrible cada vez peor , nos tenemos que apoyar las mujeres si o si. No hay otra.

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