‘Rol & Rol’, de Chus Gutiérrez, premiada en el Festival Cine Hecho por Mujeres

La directora de cine Chus Gutiérrez, premiada por su película ‘Rol & Rol’.

¿Qué poder de manipulación tienen los medios de comunicación en la representación de los papeles femeninos? “En esta película, ‘Rol & Rol’, puede que haya mucha más militancia que cine”, contaba Chus Gutiérrez al recoger el premio decidido por la comunidad ‘Blogos de Oro. Premios de cine independiente’, y entregado el pasado viernes en el cine Palacio de la Prensa de Madrid, justo antes de proyectarse la película ‘Rompiendo las normas’, de Philippa Lowthorpe, en la ceremonia de clausura de la tercera edición del Festival Cine por Mujeres . El galardón a la mejor película extranjera fue para ‘The Orphanage’, de la directora afgana residente en Kabul Shahrbanoo Sadat.  

Hace unos meses, durante la presentación del documental en una sala madrileña, Chus Gutiérrez, (Granada, 1962) se autodefinía como una directora “muy pesada”, incapaz de abandonar un proyecto sin exprimir su consumación. “Cuidado con las palabras que utilizamos”, reclama una voz femenina desde las últimas butacas. “Tanto nos llamamos pesadas que acabamos por sentirnos así”. ¡Cuánta razón! Mujeres cansinas, hombres tenaces. Mujeres tiquismiquis, hombres rigurosos. Mujeres caprichosas, hombres exigentes. Roles de mujer. Secundarios, molestos si osan quebrar el agarrotado bucle establecido; la desacertada exhibición de un imaginario donde los referentes femeninos avanzan en un camino donde las zancadillas todavía están de más.

La voz de Chus Gutiérrez es el hilo que enhebra las intervenciones de un reparto singular: Izza Oukhlija, Yolanda Domínguez, Icíar Bollaín, María Gimeno, Nerea Pérez, Asmâa Morine Azzouzi, Cristina Aranda, Anna Serner, Charo Izquierdo, Asmâa Benslimane, Chantal Ferrer, Ana Santos, Alessia Sonaglioni, Esther García, Lucía Gajá, Lorena Muñoz, María Teresa Fernández de La Vega, Mónica Oltra y Nouzha Skalli, cuestionando el papel de la publicidad, los medios de comunicación y la ficción, en los corsés que nos ahogan personal y profesionalmente.

Rol & Rol es descendiente natural de otra película, Retorno a Hansalla, rodada en 2008 por la perseverante Chus Gutiérrez en una aldea al norte de Marruecos. El equipo, formado por mujeres ejerciendo perfectamente cargos de responsabilidad, encandiló a las vecinas. “Un mes después de terminar el rodaje, las mujeres fueron al Consejo de Ancianos y pidieron formar parte de él. Por eso hago este documental, por si puedo aportar algo para cambiar la estructura egocéntrica y depredadora. ¿Qué cuentan de nosotras el cine, la publicidad, la televisión?”, pregunta y se pregunta Chus Gutiérrez. “Si puedes verlo, puedes llegar a serlo”.

Rol & Rol. El título sugiere un juego de palabras que te lleva a otra disciplina artística, tan festiva como el cine, trufada de mensajes muy machistas y en el que las mujeres son una valiosa minoría. Nos estamos refiriendo al Rock & Roll. “Era complicado poner un título a este documental sin caer en tópicos. Así que, dándole vueltas al tema de la representación y los modelos de rol en los medios de comunicación, se me ocurrió Rol & Rol. Tiene que ver también con algo inconcluso, con una imagen circular. Como si la cuestión de las mujeres fuera siempre un tema abierto que empezó hace mucho tiempo y que nunca termina de cerrarse”, explica la directora granadina, cuya primera película, Sublet, rodada en Nueva York hace ya tres décadas, protagonizó su amiga la actriz y directora Icíar Bollaín, presente en el reparto de Rol & Rol.

Chus ha dedicado la película muy especialmente a su hija Alba Gutiérrez, joven actriz, y a su madre María Luisa Ortiz, fallecida a los 84 años. “También hago este documental porque sé que a ella le hubiera gustado”, comenta presentando a las mujeres de su vida, sin olvidar a su abuela María Luisa. Referencias generacionales que a la hora de actuar nos golpean el alma. ¿Fueron felices nuestras madres? Cualquiera que sea la respuesta, ¿fueron conscientes?

“Creo que las mujeres de todas las generaciones han sentido que la vida era injusta para ellas y por supuesto que nos inocularon el feminismo en las venas. Algunas eran más conscientes que otras, pero las mujeres de la generación de mi madre fueron muy ninguneadas por un sistema que las consideraba seres subordinados a los hombres. En mi caso, la frustración que sentía mi madre nos la trasmitió en forma de energía positiva, y su mensaje era claro: tú puedes hacer todo lo que quieras”, comenta Gutiérrez, socia fundadora de la Asociación de Mujeres Cineastas CIMA, en cuya directiva ha participado. Sexo oral (1994), Alma gitana (1995) y El Calentito (2005) son películas que también llevan su firma.

“Sí, el precio que han pagado las mujeres que lucharon por sus sueños y por hacer lo que de verdad querían ha sido altísimo a lo largo de la historia. Detrás de ellas hay mucha locura, muchos suicidios y mucha frustración. Si analizamos la trayectoria de mujeres artistas y emprendedoras de la historia, está plagada de un dolor innecesario. La invisibilidad y la falta de reconocimiento han sido y son la tónica más generalizada”, afirma la cineasta.

“Lo universal siempre se identifica con lo masculino”, dice en la película Nerea Pérez, periodista y autora de la serie de humor Feminismo para torpes. “El mundo no se puede permitir el lujo de prescindir de la mitad de su población”, asegura Teresa Fernández de la Vega, magistrada, política y ex vicepresidenta del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero. “Estamos en el mejor momento porque tenemos muchas herramientas y muchas posibilidades”, concluye con optimismo la incansable Yolanda Domínguez, artista visual, fotógrafa y activista, cuyo mensaje nos hace reforzar la esperanza contra la inacción.

¿Comparte Chus Gutiérrez el incansable aliento de Domínguez? “Siempre hay que ser positivas y tener esperanza, es el motor mas poderoso y sí, creo que la sociedad en su conjunto está deseando un cambio profundo. Ya no es solo una cuestión de justicia, es una cuestión de supervivencia. El mundo necesita de la aportación de todos y de todas para salir de la situación en la que estamos, y las mujeres tienen mucho que dar. La diversidad es la única oportunidad viable para construir la sociedad tecnológica que está en construcción y sin la experiencia y el conocimiento de todos sus miembros es imposible que salga bien. Estamos en el mejor momento para hacer grandes cambios y pasar de la supervivencia a la excelencia. Nos merecemos un mundo más hermoso”.

Por suerte, la lucha continúa. El pasado 8 de marzo, últimos coletazos de la era precovid19, las principales ciudades españolas se tiñeron de morado celebrando el Día Internacional de la Mujer, evento al que los amigos de la libertad no dudaron en criminalizar sin pudor como responsable de la propagación del coronavirus. ¡Cómo si el resto del mundo se hubiera detenido mientras un grupo de irresponsables chaladas tomaban las calles para contaminar el confort de los bienpensantes, e infectar el planeta! Son las imágenes que precisamente cierran los 79 minutos del documental.

¿Desagravio?, le preguntamos. “Esos planos que hay en el documental son del 8 de marzo de 2019, pero es intrascendente. Lo que de verdad ha ocurrido en los últimos años es que el feminismo ya no es solo una cuestión de unas señoras pesadas y quejicas. La lucha por la igualdad es una cuestión que trasciende el género y a los años. Hombres y mujeres de todas las edades y condiciones somos conscientes de la desigualdad que el patriarcado ha impuesto, de la rigidez a la que nos somete y de la pérdida de tiempo y de talento que eso significa. El feminismo que yo entiendo tiene que ser inclusivo, diverso y acogedor. Yo lo que de verdad quiero es cambiar el mundo, no solo nuestra situación. Pero, por supuesto, ese cambio pasa por la igualdad entre hombres y mujeres. Creo que la conquista de la igualdad trae consigo, inevitablemente, muchas más revoluciones pendientes”.

Su próxima película, Ya descansaremos cuando estemos muertas, explorará el mundo de esas actrices que, cumplidos los 70, y puede que mucho antes, se vuelven invisibles para la inmensa mayoría de los proyectos de ficción. “De ahí el título. Nos iremos cuando queramos, no cuando nos lo imponga la industria. ¿Descansar? Sí, cuando estemos muertas”.

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Comentarios

  • Elena López

    Por Elena López, el 23 noviembre 2020

    Inteligente, bien escrito e informativo, artículo de Sol Alonso sobre esta pelicula de la, siempre inquisitiva, cineasta Chus Gutiérrez. Nos ofrece el génesis y razón de esta producción, el elenco, y algún detalle, y nos deja muy interesados en verla. Cuando alguien conoce un tema se nota.

    • Sol Alonso

      Por Sol Alonso, el 23 noviembre 2020

      Muchas gracias Elena. Un placer saber que la gente disfruta con lo que una escribe. A la altura del documenral. Buen día!

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