Vivir de la creatividad: La diseñadora y la escritora novel

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María Conde, diseñadora que utiliza La Condesa como nombre de batalla, a la izquierda, y la periodista Celia Blanco. Foto: Manuel Cuéllar.

Creadoras de muy distintos ámbitos. Caminos diferentes, esencias compartidas. Intersecciones. Marina Conde y Celia Blanco. Una diseñadora y una escritora novel. Observamos cómo afectan las circunstancias a quien acaba de empezar a publicar y a quien ya vive de sus creaciones. Cómo se acercan a la realidad creadoras de espacios distintos. Lo que trasciende las une y abraza. Intercambio de miradas creativas desde ángulos diferentes. ¿Los caminos son insondables?

VIVIR DE LA CREATIVIDAD 1

La creatividad se materializa y se da a conocer para ser leída, observada, gozada, estimulada, saboreada, lucida, vivida y, sobre todo, disfrutada. Una vez que existe un producto creativo concreto, aún queda un largo camino por recorrer. La trayectoria empieza en el momento en que se hace pública. Nos detenemos ahora precisamente en esta fase con la curiosidad de conocer experiencias de quienes ya llevan años de trabajo y quienes acaban de empezar. Hoy son una diseñadora que vive de su moda y una escritora que tiene su primer libro publicado. Ambas son creadoras y quieren plasmar sus ideas, sus experiencias y su creatividad. Ambas necesitan un público para que su obra esté completa. ¿Similitudes? ¿Diferencias? ¿Qué hay más allá de los aspectos que las distinguen? ¿Qué experiencia aportan otros ámbitos de la cultura a los escritores que comienzan? Muchas preguntas. Las conclusiones pertenecen a cada lector.

Marina Conde es La CondesaEs diseñadora de moda y suma experiencias de agujas, sueños, hilos, formas y telas desde 2008, aunque empezó a prepararse mucho antes. Si la asociara a uno de los cuatro elementos, sería aire. Como el aire juega y nos envuelve. Difícil de atrapar, asume diferentes formas. A veces parece que no está y de repente abraza su brisa fresca. Es libertad en movimiento que deja huellas, puntada tras puntada, en cada una de las prendas de sus colecciones. Hay algo impredeciblemente seductor que la arropa y que desorienta a los demás en más de una ocasión. Provoca que se la eche de menos cuando aún no la hemos contactado. Tiene, sin lugar a dudas, la fuerza de un huracán para trabajar, muestra de ello es su presencia en Vogue, Elle, Marie Claire, Rolling Stone, Cosmopolitan, Telva, Ragazza, SModa. Su última colección se titula Sand and sea (arena y mar), ideal para para dibujar olas y dunas traviesas, fabulosa para peces. Cada una de sus chaquetas -marca de la casa, perdón: palacio- tiene nombre: Icarus, Wings and stars, Malinche barco son algunos. Sin lugar a dudas, son chaquetas evocadoras de cuentos y mitos. Empezó respirando con un blog y en él sigue: El vestidor de la condesa.

Celia Blanco es periodista y escritora. Su primer libro está en la calle. Con dos tacones pisa fuerte en Esfera de los Libros y nos trae “las fantasías sexuales de las mujeres que dejaron de soñar con ser princesas”. Si la asociara a uno de los cuatro elementos, sería fuego. Como el fuego, crepita y embruja. Celia Blanco se inscribe en la nueva ola de literatura femenina y escribe para las mujeres que superan con su luz todas las sombras que se puedan contar. Es cálida y generosa. Su entusiasmo ilumina. Y cuando parece que va a quemar, se descubre que susurra el secreto de las llamas de las velas de cumpleaños y deseos. Defiende la libertad de la imaginación femenina en estos tiempos de ciertas costumbres y de leyes que pretenden, una vez más, aprisionarnos. Ha trabajado 20 años en televisión: TVE, Antena 3, Telecinco, Telemadrid y La Sexta. Parece haber nacido para disfrutar de las chaquetas de La Condesa, es hija de militar. ¿Para cuándo un desfile literario con las historias de esas chaquetas? Fuego y aire, una combinación llena de promesas y tentaciones. Ya estoy impaciente.

Comienzos, riesgos y sueños

Marina Conde : “El origen de todo está en mi casa. Mi madre era modista y en casa siempre nos hacía la ropa ella; bueno, hasta que llegaron las grandes cadenas de ropa y ya no merecía la pena todo el trabajo que le dedicaba. Después, yo compaginé mis estudios de Ingeniería con trabajos de escenografía en teatro y cortos de amigos, así como algunos cursos en la escuela de moda de la Politécnica de Madrid. Con los años me orienté hacia la ingeniería y, cuando quise dar el cambio a la moda, me fue imposible de forma directa, así que abrí un blog para desahogarme. Y es cuando todo surge a raíz del blog de La Condesa, que abrí hace ahora casi seis años, creé una chaqueta de estilo militar y colgué un tutorial para que la gente pudiera hacerse una chaqueta similar en casa. Era un tutorial bastante extenso y cuál fue mi sorpresa cuando empecé a recibir mails de personas a las cuales les gustó la idea y me pidieron confeccionarlas para ellos. Empecé a compaginar mi trabajo de ingeniera con el diseño, hasta que llegó el momento de decidir y poner en una balanza mi trabajo y La Condesa… Y di el paso y me quedé con La Condesa. Un sueño hecho realidad”.

Celia Blanco ha escrito toda su vida. “Y hay diseminados por todas las mudanzas cientos de cuadernos, apuntes, folios mecanografiados y libretas garabateadas… No ha habido una evolución así. Siempre quise escribir y siempre he escrito. Sólo que ahora he publicado. Pero nada cambia. Y a la vez cambia todo. Mis diarios de India han sido uno de los textos que más he prestado a aquellas personas que deseaban leerlo. Ahora me asusta mucho la reacción de los lectores, si es que hay reacción siquiera. Por eso me impresiona cuando me llegan noticias de lo que ha provocado en los que lo han leído. Ando acomodándome en eso, acostumbrándome a escuchar lo que dicen del libro. Me ha gustado cómo han reaccionado compañeros de profesión. Marta Robles fue la primera. No tardó ni dos días en decirme que lo tenía y que quería entrevistarme. Marta siempre ha sido especialmente generosa conmigo, pero sobre todo muy honesta. Ahora me han publicado. No creo que mi vida vaya a cambiar mucho. Ojalá sí y me permita reubicarme profesionalmente cambiando televisión por prensa escrita… ¡Ojalá! Y aunque no fuera así, yo seguiría escribiendo. Lo hago por placer. Que aspire a que ese placer me permita vivir es sólo una utopía. Otros sueñan con ganar mucho dinero de sus libros. No dejaré de escribir, coma de ello o no”.

Celia Blanco luce un traje de la colección primavera-verano 2014 de La Condesa. Foto: Manuel Cuéllar.

Celia Blanco luce un traje de la colección primavera-verano 2014 de La Condesa. Foto: Manuel Cuéllar.

La base fundamental

Celia Blanco adora al escritor Hanif Kureishi. Ojalá un día llegara a ser tan sincera. «El sexo irrumpe en mis relatos porque arrolla del mismo modo en la vida. Y forma parte de ella. Ojalá pudiera comer de lo que escribo, aunque tuviera que fragmentarlo en mil soportes. Eso no me asusta; el trabajo, nunca. Me da pavor que los periodos de supervivencia de mi vida se prolonguen demasiado, porque trabajaría de cualquier cosa con tal de poder llevar una vida al uso. La tele, como te decía antes, me ha escupido. Intento escribir del modo que me gusta expresarme. Y eso no quiere decir ni mucho menos que coincida con el gusto de los lectores… Pero es como puedo hacerlo. Es como me siento cómoda. Es como no miento”.

Marina Conde tiene las ideas muy claras también. “Las redes sociales, el universo 2.0, es la herramienta más poderosa que hayamos tenido jamás para emprender, para hacer muchas cosas. Me comparo con mi madre, yo coso mucho peor que ella, sin embargo su núcleo de actuación se reducía a nuestro barrio o ciudad, mientras que el mío abarca el mundo entero gracias a que se empeñaron en que hablara idiomas y manejase bien las nuevas tecnologías. Nada hay que te haga más libre que una buena educación, así que he de estarle eternamente agradecida a mis padres y a todas las becas que me dieron por los conocimientos que adquirí y el mundo que me permitieron conocer”.

La búsqueda y el impulso

Cuando Celia busca, prefiere ir directa al origen de cada cuestión: “Mis mejores terapias las hago revolviéndome las tripas. Con honestidad. Es lo que deseo para todas las mujeres. Pero sobre todo con nosotras mismas. Puede que haya mujeres que crean que pueden mentir. Pero jamás conseguirán tragarse ellas la mentira. Así que no hay nada mejor que ser honesta con una misma. Escuece a veces. Pero funciona siempre”.

Cuando La Condesa mira hacia atrás para avanzar mejor, su mirada es generosa. Ahora se siente más segura y ha entendido que cada una de las piedras, los tropiezos y los escollos han tenido tanto valor como el apoyo que ha recibido. “El cariño que la gente siente hacia las chaquetas, la marca. La ilusión con la que nos escriben para contarnos los halagos que reciben cuando utilizan nuestras prendas. En el fondo siento que hemos creado la marca entre muchos, entre los miles de lectores y seguidores que tenían mis redes sociales en los inicios, fue así como empezó a correr el boca a boca y surgió la marca… Ya sabía que este mundo era difícil, hay que tener constancia para conseguir tus metas. Al final siempre te tienes que quedar con lo positivo y aprender de lo negativo. He aprendido que tienes que intentar cada proyecto con todas tus fuerzas, a pesar de que haya pocas posibilidades de que finalmente cuaje porque al final algo paralelo y estupendo puede surgir de ahí”.

Los momentos críticos

Para Marina Conde, en los momentos más difíciles lo que cuenta es “la ilusión por seguir haciendo cosas nuevas, creando colecciones que las personas se sientan identificadas con ellas. Darme cuenta de que vivo de lo que hago, que puedo pagar el alquiler y mis gastos con lo que yo creo. Aunque no viva desahogada, cuando me paro a pensar en eso me siento francamente privilegiada. Por otro lado, estoy casada con otro emprendedor que tiene más años de experiencia que yo, digamos que va por delante varias pantallas en el juego de emprender, así que los días que he caído y he jurado dejarlo todo mientras me mesaba los cabellos, él ha estado ahí para apoyarme; ahora además cuento con una niña de 2 años que es un torbellino de alegría y le da perspectiva y quita hierro a cualquier asunto”.

Celia Blanco le dio la vuelta a un momento crítico bastante reciente escribiendo. “Empecé el libro dos días después de que me despidieran de Telemadrid. Acabo de empezar y todo lo que pase, aunque sea muy poco y muy discreto, me impresiona. Tengo la sensación de que el día de la presentación voy a hacer mi directo más difícil. Lo siento así. Así que estoy aterrorizada… Como me pasa antes de cualquier directo. Y publicar aún no tengo claro lo que supone. Pero escribir ha supuesto la mejor de las terapias y disciplinas que podía tener”.

El camino está cargado de sorpresas

Marina Conde habita el futuro creyendo en que los imposibles a veces no lo son tanto: “Aunque soy ambiciosa, lo cierto es que por ahora se están cumpliendo muchas cosas que no esperaba que pudiera realizar a lo largo de estos seis años, por ejemplo: acabamos de hacer un desfile que yo siempre tuve claro que no podría permitirme por falta de presupuesto y, al final, mira, bravo por los patrocinadores”.

Celia Blanco deja la puerta abierta a lo que habita en la verdad de sus personajes que no difiere de la del género humano: “ Creo que jamás he podido escribir sobre personajes que no me resultaran cercanos, que no creyera que pueden aparecer en cualquier momento. Hasta los más sofisticados terminan siendo infinitamente menos retorcidos de lo que parecen en cuanto les doy forma. No creo que seamos ninguno tan original y al mismo tiempo considero que cada uno de nosotros es único”.

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La diseñadora María Conde. Foto: Manuel Cuéllar.

¿Los caminos de la creación hacia su público son insondables? Cuando la creación se encuentra ya materializada en una forma concreta, aún necesita llegar a quien la tome en sus manos. Un 50% del camino de un creador se compone de rechazo; especialmente en sus comienzos. Quien escribe un libro, por regla general, quiere verlo publicado enseguida. Eso es natural, ya que se escriben para ser leídos. Lo más habitual es que el primer manuscrito sea rechazado después de esperar mucho, un mínimo que varía entre los 3 meses, con mucha suerte, o los 6 u 8 meses. Es el inicio del camino para la gran mayoría, a menos que sean algunos escritores mediáticos con suerte. Aún así, no suele ser una jornada sin escollos. Es un largo viaje de aprendizaje. No se diferencia, en absoluto, del de actores, artistas plásticos, modistos, chefs, fotógrafos, escultores, cantantes y tantos otros que se encuentran con que el rechazo es parte de su profesión y con que hay que empezar de nuevo en muchas ocasiones.

¿Los caminos de la creación son intercambiables? ¿Qué pueden enseñarse cada uno de los ámbitos de la creación cuando buscan llegar a su público? Cada vez que un creador muestra su trabajo pasa un examen. Puede suceder que nos toca en el examen justo aquello que no nos hemos preparado. O todo lo contrario, un golpe de gracia nos ilumina. Son múltiples los factores que inciden, como todo en la vida. Cada creador se mueve en un ámbito concreto que define su manera de acercarse a la realidad. O al revés. ¿Y cómo alimentarse de la experiencia de los creadores que ya han recorrido un largo camino? Ellos tienen mucho que aportar y no sólo a los escritores que comienzan. Las diferencias crean intersecciones y espacios distintamente comunes. La realidad rica, variada y asombrosa se multiplica.

Felices lecturas, luminosas intersecciones y mágicas sorpresas

Celia Blanco

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Comentarios

  • Nely García

    Por Nely García, el 29 octubre 2014

    Pertenecer al mundo creativo es apasionante, y toda pasión conlleva riesgos de experimentar éxito, frustración, o indiferencia. Sin embargo, todo ello carece de banalidad.

    • Sardiflor

      Por Sardiflor, el 29 octubre 2014

      Querida nely!
      ¡Qué bien leerte por aquí! 🙂 Sí, es eso mismo que afirmas. He entrevistado a otras 4 mujeres. Y lo que une a las que ya llevan tiempo es una enorme alegría. me ha impresionado mucho. 😉

      Besos :-*

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