Amaral, buscando el amor desde la oscuridad

Eva Amaral y Juan Aguirre. Foto: Roberto Villalón.

Eva Amaral y Juan Aguirre. Foto: Roberto Villalón.

Eva Amaral y Juan Aguirre. Foto: Roberto Villalón.

Acaban de llegar al número mágico. ‘Nocturnal’ es su séptimo disco de estudio. Una colección de 14 canciones presentadas en un envoltorio oscuro y negro como la noche. Catorce historias que persiguen alcanzar la felicidad y la plenitud partiendo desde lo sombrío, desde países sin corazón, y transitando por un camino repleto de una infinita gama de grises. Ellos saben de escalas de grises, y en esta entrevista con ‘El Asombrario’ lo demuestran.

Amaral (Eva y Juan o Juan y Eva) abren su nuevo trabajo con un trepidante misil –de guitarras, bajo y batería- titulado Llévame muy lejos, que se sitúa en el disco justamente antes de una obertura instrumental como si sirviera de preludio de lo que va a venir y como resumen del momento que vive el dúo. Exaltación, elevación, celebración… Eso es Nocturnal.

“No vayamos dócilmente hacia la oscura noche”. Así titula Ignacio Juliá la nota de prensa que acompaña al disco. En ella el crítico escribe: “El corazón de Nocturnal palpita azorado por el tormento de esta época crítica que ha diluido valores y esperanzas”. No es este un disco que entre fácilmente a la primera escucha. Es, como la mayoría de los buenos discos, un trabajo al que hay que prestarle atención y mimo; que se debe enfrentar con una actitud activa y emprendedora para alcanzar todos sus matices. Cierto es que al bucear por sus letras y por los más presentes que nunca rayos y centellas de la guitarra de Aguirre se intuye al final del trago un regusto de amargura y parece que quedaran unos posos de pura rabia en el vaso recién vaciado. Podemos caer en la tentación de adivinar un disco social al escuchar a Eva cantando desde la primera canción estos versos: “Borra todos mis recuerdos / llévame muy lejos / de este país sin corazón”. De sacar la conclusión de que este disco es un ajuste de cuentas a una época de mierda. Ya que han sido tan amables de ponerse delante de nuestra grabadora, hagamos la pregunta.

Estáis bastante cabreados, ¿verdad? Uno escucha ese trepidante tema de apertura ‘Llévame muy lejos’ y piensa en la misma estructura de los versos de ‘Acto de fé’ de Pablo Milanés. Toda una canción en la que piensas que se está hablando de una historia de amor, para terminar diciendo “Creo en ti, revolución”. Aquí calificáis a España de país sin corazón y pedís que os lleven lo más lejos posible de aquí. Lo mismo que nos pasa a muchos cada vez que ponemos un telediario. ¿Tan enfadados estáis?

Juan Aguirre: No, para nada. ¿Da esa sensación? Pues no. Más que de una realidad o de un entorno, Llévame muy lejos habla de un estado de ánimo. Es más una canción de elevación y de búsqueda de la plenitud o del amor o de un estado de equilibrio partiendo de un estado de ánimo tal vez sombrío. Es un tránsito que se refleja en la manera premeditada de cantar de Eva. Comienza diciendo “Si mi vida va cuesta abajo y no la puedo parar”… para llegar a “Hazme subir para respirar / el oxígeno líquido en tus labios / quiero dormir para despertar / en un universo paralelo / un refugio en otra dimensión”. Nuestra intención era hacer una canción para que quien la escuchara se sintiera bien, de ahí el ritmo trepidante. Nos gustaría que a la gente le produjera la sensación de elevación y de vitalidad que a nosotros nos producía cuando la estábamos tocando y componiendo.

¿Cómo nació esa canción? ¿De dónde sale esa línea de bajo tan alucinante?

Muchos de los temas de este disco los compusimos durante la última gira del grupo. La empezamos a tocar en habitaciones de hotel. Las primeras veces fueron en México y en Costa Rica. Después de tres años de viajes, cuando acabó la gira, nos juntamos Eva y yo. Teníamos la batería hecha con un sampler y no había guitarras. Empezamos con el bajo, pero programándolo con un sintetizador. Con esa línea de bajo. Después llegó Chris Taylor (coproductor del disco y bajista en Nocturnal) y le dio forma con un bajo de verdad y me encanta.

¿Este Chris Taylor tiene algo que ver con el bajista de la banda Grizzly Bear?

Eva Amaral: No, no. Para nada. Es verdad que algún compañero tuyo ya ha escrito que hay alguien de Grizzly Bear tocando con nosotros. Es algo que se presta mucho a la confusión. Tanto que me dijo que cuando escribiera los créditos pusiera Bluebarn Studios para evitar ese tipo de cosas. Es el nombre del estudio que se ha hecho en el granero de su casa.

Juan Aguirre: Es que ser anglosajón y llamarte Chris Taylor debe ser como llamarte Juan Rodríguez en España.

Eva: Claro que si te llamas José González (famosísimo músico sueco especializado –entre otras cosas- en folk independiente) y haces música tienes que ponerte otro nombre. Desde luego.

Si no tiene que ver con la rabia, ¿entonces ‘Nocturnal’ en su conjunto con qué tiene que ver?

Juan Aguirre: El disco tiene mucho más que ver con encuentros entre personas. Las historias que se cuentan en estas canciones son situaciones derivadas del encuentro entre personas al nivel que quieras. Hay amor, desamor, amistad, empatía, atracción física, pasión y todo eso en un entorno…

Eva Amaral: …Un entorno que sí, muchas veces es hostil, cambiante, en el que sientes vértigo hacia el futuro, sin saber cómo enfrentarlo.

Juan Aguirre: Se me ha ocurrido una forma de explicarlo. ¿Recuerdas la película Gente en sitios de Juan Cavestany, que era como un collage de situaciones diversas? Pues lo mismo. Aquí las situaciones tienen su peso, sí, pero lo realmente importante son las personas. Esa es la esencia real del disco. Por ejemplo, En el tiempo equivocado es una canción que habla de una pareja, que cada uno lo entienda como quiera, lo cerrada o abierta que se quiera entender. Habla de una pareja de inadaptados que se encuentran y hablan a un nivel sentimental, sexual o ambos…

Eva Amaral: En esa canción en concreto sí que hay una atmósfera opresora tipo 1984. En este caso, por ejemplo, el lugar en el que situamos a los personajes sí te puede llevar a la confusión.

Juan Aguirre: Cuando empezamos a trabajar en 500 vidas, por ejemplo, pensamos que era de verdad una canción de felicidad absoluta. De hecho, lo que hicimos con el ritmo fue intentar expresar una sensación de plenitud, como hablábamos en Llévame muy lejos. Una sensación exultante. Es una celebración. Pero puedes plantear una celebración sobre la nada o sobre las cenizas de una civilización. Resumiendo, el disco está escrito en el aquí y en el ahora por dos personas de Zaragoza e indudablemente algo de lo que estamos viviendo se filtra, pero no es un disco social, ni nada que se le parezca.

Eva Amaral: Es una búsqueda del amor tal vez desde la oscuridad.

Juan Aguirre: Nos encanta que las canciones no nos pertenezcan y cada uno las interprete a su manera. Es maravilloso cuando desde el primer segundo una canción es reescrita por el oyente. Nuestra intención es hacer de los directos como una celebración. Una celebración de que estamos aquí.

Claro, pero es fácil llegar a la confusión después de la que se montó con ‘Ratonera’ y el vídeo que la acompañaba. Era un puñetazo directo a la boca del estómago de la clase política española.

Creo que hemos acostumbrado a la gente que nos conoce a que no solemos pasar dos veces por el mismo camino. No solemos contar dos veces el mismo corto (o la misma película). Ratonera es un corto que responde a un sentimiento y cuando lo has contado una vez, ahí queda grabado. El que quiera que lo escuche y ahora vamos a contar otra cosa. Es normal que los medios tiendan a ser un poco reduccionistas, no estáis dentro de nuestra cabeza. Pero aquello ya lo dijimos, creemos que quedó claro y ahora queremos contar otras cosas.

Vale. Entonces estamos ante un disco de esperanza y vitalidad. De trepidación. De estar vivos.

Eva Amaral: Creo que también habla de amor, pero no de amor de pareja como la entiende el conjunto de la sociedad. Hay letras que hablan simplemente de atracción física, de encuentros más o menos amorosos; pero también hay muchas canciones de amor entendidas de otra manera. De amor como empatía con el que tienes enfrente. O de amor de otro tipo.

Siempre con las causas perdidas… La empatía no está muy de moda.

Eva Amaral: Creo que se ha puesto de moda el hecho de ser cruel con los demás. Es como si eso fuera gracioso y, hombre, el humor negro puede ser muy gracioso, pero también un horror. Sin embargo, creo que en general somos una sociedad bastante bondadosa. Me llama la atención que eso no se refleje en expresiones sociales o públicas. Pero sí que parece que nos da miedo mostrar la bondad o mostrarnos como bondadosos.

Parece que demostrases debilidad, ¿no?

Eva Amaral: Es terrible, pero es cierto que existe esa tendencia a asociar la bondad con ser tonto o algo así. Cuando no tiene porqué…

Juan Aguirre: Es que la gente debe darse cuenta de que la fragilidad es una forma de fortaleza. Creo que todo esto de que la empatía no está de moda tiene que ver con lo que consideramos hoy en día susceptible de formar parte del entretenimiento. Aquello que se puede convertir en espectáculo no suelen ser las partes positivas del ser humano. Creo que eso genera una disociación entre lo que pasa en la calle, donde la gente está interesada en cosas más positivas que lo que pueden reflejar algunos medios o programas de televisión, que es la parte más sórdida o más frívola en el mal sentido del ser humano.

Habéis hablado de los directos. De las giras. Ya sabemos que iréis al festival SOS. ¿Cómo van a ser estos conciertos?

Juan Aguirre: Queremos hacer una inmensa celebración colectiva. Y va a ser un reto interesante: construir un directo que pase por todos los discos que hemos hecho, que tenga una hilazón y que encima su carácter sea eminentemente de ‘vamos a entrar aquí y nos vamos a elevar’. Queremos que cuando la gente llegue a su casa lo haga con una sensación de que hemos intentado hacerles felices. Lejos de hacer una cosa demasiado racional, lo que queremos es que sea una explosión de vitalidad. Al menos que sea un intento de devolver el inmenso favor que nos ha hecho la gente. Es una manera de manifestar gratitud por habernos permitido hacer música.

Es vuestro séptimo disco y el segundo firmado con vuestro propio sello.

No, no. Es el cuarto disco hecho con nuestro propio sello. No tuvo nombre hasta el disco anterior, Hacia lo salvaje, y tal vez de ahí pueda venir la confusión. Fichamos con Virgin y luego Virgin fue absorbida por EMI y después EMI no se sabía bien de quién era, si de un fondo de inversión o qué… Así que con esa situación, al acabar nuestro contrato con EMI decidimos emprender nuestro camino con nuestro propio sello.

Juan Aguirre y Eva Amaral. Foto: Roberto Villalón.

Juan Aguirre y Eva Amaral. Foto: Roberto Villalón.

Lo preguntaba por esa insistencia que tiene parte de la prensa especializada y el público que pretende ser el más moderno o ‘indie’ de trataros con desdén cada vez que se os programa en un festival. Una insistencia bastante palurda ya que vosotros con vuestro propio sello probablemente seáis mucho más ‘indies’ que muchos de los otros grupos españoles que se programan en verano.

Juan Aguirre: Creo que es una situación muy irrelevante.

Eva Amaral: A mí lo de las etiquetas, me parece ya una tontería. Además, no se le puede gustar a todo el mundo. Y como ahora las opiniones tienen mucha difusión… Pero es que no podemos vivir enconados con ese rollo.

Juan Aguirre: No nos gusta la unanimidad ni el pensamiento único. Todo esto lo miramos con cierta sonrisa. Estos comentarios son sobre el estatus de la banda, sobre algo que nos es ajeno a nosotros. Todos esos críticos realmente no hablan de la música. Estaría muy bien que dijeran algo sobre Concorde o sobre El tiempo equivocado… Además, creo que es una discusión y un asunto que es ajeno totalmente al público. El público nunca nos habla de esto. Nunca hemos rechazado la condición de ser un grupo que hace música popular y estamos encantados de llegar a mucha gente y estamos muy agradecidos.

¿Durante este tiempo de composición hay algo, alguna banda, algún grupo que os haya influenciado especialmente?

Juan Aguirre: Hemos escuchado toneladas de música como casi siempre y hemos visto al mayor número de grupos en directo, pero como siempre. Eva suele pinchar en garitos con Xavi y la manera de disfrutar la música es algo colectivo. Tratamos de huir de las zonas VIP y meternos en las primeras filas.

Sí creo que ha habido una evolución en que éramos un grupo eminentemente melódico. Pensábamos que si teníamos una buena melodía, ahí podía haber una buena canción y ahora pensamos que hay que buscar una forma de mover esa melodía o de dejarla flotante. Estamos abriéndonos a formas nuevas. Tenemos muchos retos por el lado de las bases rítmicas. Pero si quieres que te diga algo reciente que me impactara del todo fue la banda sonora de Interestelar de Hans Zimmer.

Otros temas de Amaral en El Asombrario:

Una fotógrafa llamada Eva Amaral

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Comentarios

  • Alex Mene

    Por Alex Mene, el 14 noviembre 2015

    Un gran grupo y una entrevista muy interesante.

  • Ìsaac Campos

    Por Ìsaac Campos, el 14 noviembre 2015

    Coincido. Da gusto leer entrevistas bien realizadas y formadas. Y esto antes no pasaba con Amaral. Enhorabuena.

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