Michi Sarmiento, leyenda viva de la música latina, calienta la Navidad madrileña

El músico Michi Sarmiento.

El músico Michi Sarmiento.

Llega a Madrid, a Matadero, a la programación navideña de la ciudad, Michi Sarmiento, de 81 años, leyenda viva de la música latina, uno de los mejores músicos de Colombia. Para conocerle mejor y ponerle en contexto, viajamos hasta Cartagena de Indias, al Mercado Cultural del Caribe, cuya nueva edición se celebró a finales de noviembre. Su concierto: se ha retrasado al 22 de diciembre a las ocho de la tarde debido a las lluvias en Madrid. Entrada gratuita.

No es nada original volver a afirmar que Cien años de soledad es un vallenato de 450 páginas; ya lo manifestó en su día el propio autor de la novela. Tampoco un descubrimiento el papel prominente que Cartagena de Indias tiene en la prosa del ilustre escritor colombiano. Música, literatura y ciudad son indisociables, siempre apareados en la obra de Gabriel García Márquez, que en su momento manifestó: “Dicen que uno vive donde tiene sus libros, pero yo vivo donde tengo mis discos” (‘El Manifiesto’, septiembre de 1977).

Portales, casas, jardines y calles de la ciudad han sido escenarios literarios reiterados, no solo en la obra de Gabo. Florentino Ariza y Fermina Daza, protagonistas de El amor en tiempos del cólera, empezaron su pasión en El Portal de los Dulces, en la novela Portal de los Escribanos, muy cerca de la Torre del Reloj, punto de partida para adentrarse en la ciudad amurallada. En el interior de sus muros, en cada nueva visita, descubrimos cómo “la heroica” ciudad va perdiendo identidad convirtiéndose en un parque temático de restaurantes, bares, hoteles y locales de salsa para satisfacción y deguste casi exclusivo de turistas, con excepción de espacios como Caribbean Power en la Carrera 7ª. Al acercarnos al Teatro Heredia, conocido oficialmente como Teatro Adolfo Mejía, nos viene a la cabeza sobre qué pensaran de esta evolución cuatro –Talía, Terpsicore, Euterpe y Caliope–, de las hijas de Zeus y Mnemosine que dan la bienvenida en la entrada del coliseo cartagenero.

Cerca, en la Plaza de Santo Domingo, nos encontramos con la gorda Gertrudis, escultura de 650 kilos de Fernando Botero Angulo. Cuentan que si acariciamos sus senos tendremos excelentes relaciones amorosas. Sea o no cierto, lo que sí parece real es que parece estar allí para dar la bienvenida a los que acudan a la iglesia, del mismo nombre que la plaza y/o al Centro de Formación de la Cooperación Española que ocupa el claustro del antiguo convento. En esta institución, gestionada por la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID), tuvo lugar del 28 al 30 de noviembre la XIª edición del Mercado Cultural de Caribe (MCC) bajo la batuta y dirección del artista, promotor y gestor cultural Rafael Ramos, que desde hace años nos introduce en las músicas de los afrodescendientes, las étnicas, indígenas y campesinas. Días de debate, conocimiento, intercambio, gestión, reflexión y acompañamiento, posibles gracias al trabajo, nunca suficientemente visibilizado, de la directora del espacio, la burgalesa Sofía Mata. La actividad central del MCC es la música. Una de las grandes sorpresas de este año fue ver en directo a Michi Sarmiento, uno de los grandes maestros de la música colombiana.

El nombre real de Michi es Blas Sarmiento Marimón. Nació un 1 de noviembre de 1938 en Labrace, municipio de María Baja, uno de los asentamientos con más presencia de afrodescendientes, a unos 70 kilómetros de Cartagena, adonde se trasladó a la edad de 14 años aprendiendo a tocar saxofón, clarinete, batería, piano y canto, siguiendo las indicaciones de Clímaco Sarmiento, su padre, reputado músico y autor de temas muy populares, como Vaca vieja o Pie pelúo. No fue el único antecedente musical familiar; su madre y abuela fueron cantantes de bullerengue. En 1960 fundó Los Corraleros de Majagual gracias a la invitación de Antonio Fuentes, que unió en su estudio de grabación a algunos de los mejores músicos de la época. Discos Fuentes es la discográfica colombiana por excelencia. Fundada el 28 de octubre de 1934, es la compañía independiente más importante de América Latina, con más de 60.000 fonogramas en catálogo, fruto de sus 85 años de vida, dando a conocer a todo el mundo la música tropical, su valoración y respeto frente al desprecio que muchas veces ha sufrido este tipo de música.

Mencionaba antes espacios musicales en la Cartagena amurallada. Fuera de sus históricos muros existen otros rincones donde escuchar música y bailar, como el Bazurto Social Club, Media Luna, Café Havana, Mister Babilla o Quiebra Canto, con terraza con vistas a la Puerta del Reloj, en el barrio de Getsemaní. Zona de tolerancia donde hace años se ubicaban clubs como el Big Fox, El Príncipe, El Bambú, Ray Bar, Las Américas, El Niño de Oro o el Club Verde, lugares de alterne que competían por atraer turistas y marineros, en los que descargaban todas las noches las mejores bandas; una de ellas era la de Michi y su Combo Bravo. Joe Arroyo, que por cierto nació el mismo día que Michi 17 años después, cuenta que fue invitado a participar una noche con dicha agrupación con apenas 14 años. Sarmiento lo niega relatando que se encontraron en uno de esos prostíbulos, pero que el no le llevó. Fuera como fuera, lo real es que en uno de esos espacios surgió una relación artística que tuvo como fruto algunas de las mejores grabaciones de la música caribeña y uno de los temas imprescindibles de la música en español, Rebelión, con arreglos del propio Sarmiento dando forma y vida al No le pegué a la negra de Arroyo. Canción que forma parte de Musa original, LP publicado en 1986 (Discos Fuentes) en el que Sarmiento también es arreglista de Mary y de la canción que da título al disco.

Una de las noches del MCC coincidí con Néstor Meléndez, que trabajó en una de las grandes discográficas de la época, confirmando que Arroyo nunca aprendió música y que gran parte de su éxito fue gracias a Sarmiento, que transcribía sus composiciones y las arreglaba, contribuyendo a que Arroyo sea reconocido como uno de los grandes de la música latina junto a Benny Moré, Celia Cruz o Ismael Rivera. Sarmiento no fue solo arreglista de Arroyo, sino que se ocupó también de la cocina: “Cuando fuimos a Miami, yo era el cocinero del Joe. Él me decía: Michi Sarmiento es el único que me tiene que cocinar», manifestó en alguna ocasión.

La carrera de Sarmiento no acabó con Michi y su Combo Bravo, con quien grabó nueve discos y temas tan reconocidos como Arepa de arroz, La rumba se acabó o Anacaona. Durante años se dedicó a la docencia para volver en 2012 con Ondatrópica, proyecto innovador creado por los productores Mario Galeano y William Holland, más conocido como Quantic, volviendo a los estudios de grabación en este 2019 con 81 años.

El domingo 22 de diciembre, actúa en Matadero de Madrid dentro de la programación navideña de la ciudad. Lo hará acompañado de Elviro Cienfuegos, su pianista y arreglista actual, y de La Seriedad Orquesta, banda madrileña concebida para acompañar a leyendas musicales de paso por Europa, oportunidad única de ver en directo, entrada libre, a uno de los grandes de la música afrocaribeña, personaje también de la novela El patio de los vientos perdidos, de Roberto Burgos Cantor.

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