Millones de pequeños electrodomésticos: mañana cambia la ley para su reciclaje

Foto: Pixabay.

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Cada año se ponen en circulación en España casi 100.000 toneladas de pequeños electrodomésticos. Desde cafeteras y tostadoras a planchas y maquinillas de afeitar. Una auténtica avalancha cuyo desmadre de residuos debemos evitar entre todos. Mañana, 15 de agosto, entra en vigor una nueva normativa para poner un poco más de orden y promover el reciclaje de aspiradoras, microondas, juguetes electrónicos, básculas, enchufes, regletas… y un sinfín de aparatos eléctricos y electrónicos que nos rodean.

Suena el despertador y encendemos el transistor de radio. En el cuarto de aseo nos pesamos en la báscula y, tras la ducha, arreglamos nuestro pelo con un secador y posteriormente con un moldeador eléctrico, y apuramos los pelos de las piernas con un depilador, también eléctrico. Ya en la cocina miramos el reloj de la pared (“vamos tarde”), encendemos la cafetera eléctrica, calentamos la leche en el microondas y nos hacemos un batido en la licuadora y unas tostadas en la tostadora. Vuelta al aseo para lavarnos los dientes con un cepillo eléctrico. Al salir de casa dejamos enchufado un ambientador.

No hemos salido aún de casa ni ha pasado una hora de nuestra rutina diaria y ya hemos encendido y apagado al menos trece pequeños aparatos eléctricos en el hogar, algunos claramente prescindibles. Y eso sin contar que también pueden pasar por nuestras manos planchas para el pelo y la ropa, máquinas de afeitar, exprimidores, sandwicheras, robots de cocina, cuchillos eléctricos, relojes de pulsera, básculas para pesar alimentos, regletas y enchufes, reguladores de climatizadores y alguna radio más en la cocina.

Todos forman parte de lo que el real decreto 110/2015 sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) establece como “pequeños electrodomésticos”, antes englobados en la categoría 2 y en breve en la 5 con el añadido de “sin ninguna dimensión exterior superior a 50 centímetros”. Importante este cambio, porque tendrá efecto a partir de mañana, del 15 de agosto, y porque añade herramientas eléctricas y electrónicas (antes categoría 6), juguetes y equipos deportivos y de ocio (7 anterior), pequeños productos sanitarios (8), instrumentos de vigilancia y control (9) y “otros aparatos electrónicos de consumo”, como radios y videocámaras (4.4).

Es decir, que se agrupan en la misma categoría, para llevar a cabo un correcto depósito de sus residuos (en puntos limpios y tiendas) y posterior y adecuado tratamiento, incluyendo la reutilización o reciclado, pequeños aparatos de uso más o menos cotidiano, como un taladrador, una máquina de coser, un tren eléctrico de juguete, un termómetro, un pulsómetro, un termostato, un reproductor de DVD o un teclado musical.

Según datos del registro de aparatos eléctricos y electrónicos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en 2017 se pusieron en el mercado en España 52,6 millones de unidades de pequeños electrodomésticos de la antigua categoría 2. Las aspiradoras, radiadores, planchas para el pelo y para la ropa, freidoras, cepillos de dientes eléctricos y secadores del pelo, entre otros muchos aparatos incluidos en dicha categoría, sumaron un peso de 47.500 toneladas. Si le añadimos los juguetes, herramientas y videocámaras que a partir del 15 de agosto contarán como pequeños electrodomésticos, las toneladas se disparan hasta las 86.000.

Llaman la atención los más de dos millones de aspiradoras o aparatos similares para absorber el polvo puestas a la venta en 2017; también los dos millones de planchas o el millón de tostadoras y otro tanto de cafeteras. Se supone que por cada aparato nuevo que se adquiere se desecha el viejo, por lo que las normativas europea y española se rigen por el total puesto en el mercado para establecer los objetivos mínimos de recogida separada.

Ya hemos hablado aquí que el primer mandamiento de un buen comportamiento ambiental es llevarlos a reparar o auto-reparar combatiendo la obsolescencia programada, resistirse a las modas que pretenden hacernos cambiar constantemente de marcas y modelos, donar, intercambiar o aprovechar el mercado de segunda mano y no tirar sin más. Si al final toca desecharlo, hay que recordar que cualquier establecimiento está obligado por ley a recoger un aparato “de tipo equivalente o que haya realizado las mismas funciones que el que se adquiere”. Es decir, si compramos un nuevo secador para el pelo están obligados a quedarse con el viejo, esté en el estado que esté, y almacenarlo hasta su envío al gestor autorizado.

Si no compramos uno nuevo, los puntos limpios de ayuntamientos y comunidades autónomas son el mejor destino, siempre que estén preparados para almacenarlos, bien para su posible reutilización, bien para su reciclado. Nada de lanzarlo sin más al contenedor e impedir con un golpe o la pérdida de una pieza que sea reutilizado. También lo dice la ley (real decreto 110/2015): “Las instalaciones de recogida deberán disponer estanterías, palés y contenedores adecuados que permitan la separación de los RAEE destinados a la preparación para la reutilización de los restantes, evitando roturas entre equipos”.

La siguiente cadena para este efectivo tratamiento de los RAEE la forman los “sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor”. Algunos tienen ya datos del pasado año. Así, Ecolec afirma que en 2017 gestionó 11.000 toneladas de residuos de pequeños electrodomésticos, y Recyclia, 1.700 toneladas. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) aportan los datos globales referidos a 2016 sobre 45.000 toneladas puestas en el mercado y 23.000 recogidas y tratadas, es decir, la mitad si asumimos que por cada pequeño electrodoméstico que compramos desechamos otro. El resto acaba en canales y lugares que escapan al control oficial.

Según la misma información del Miteco, de esas 23.000 toneladas, prácticamente todas (21.159) se destinaron a procesos de reutilización y reciclado, aunque no se precisa qué porcentaje se derivó a uno u otro destino. Como en la mayoría de los aparatos, el plástico suele ser el componente principal, pero no hay que olvidar que, aunque en peso sean menos importantes, la presencia de elementos como cadmio, mercurio, plomo, arsénico, aluminio, fósforo, aceites y compuestos organoclorados como los policlorobifenilos (PCB) obligan a extremar su adecuado tratamiento final.

 ECOLEC se suma a ‘El Asombrario’ #SúmateAlReciclajeResponsable

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Comentarios

  • Pedro José Martin

    Por Pedro José Martin, el 14 agosto 2018

    Quiero reparar yo mismo mu microondas para no tener que tirarlo pero necesito saber donde conseguir en Madrid piezas de microondas de algun lugar donde vayan a parar para su reciclado,consiguiendo piezas de pequeños electrodomesticos yo podria contribuir al reciclaje de los mismos ya que soy un manitas,espero me puedan ayudar.

  • Javier Rico

    Por Javier Rico, el 14 agosto 2018

    Buenas tardes. Echa un vistazo a las páginas de Repair Café https://repaircafe.org/es/ y Alargascencia https://alargascencia.org/es. Seguro que encuentras lugares, colectivos o contactos donde dar con lo que buscas.
    Saludos

  • Rubén González

    Por Rubén González, el 14 agosto 2018

    Buenas tardes. Muchas gracias por el articulo, muy completo en cuanto a esos terroríficos datos, dan auténtico pavor se lo puedo asegurar, puesto que mi trabajo actual consiste en la retirada masiva de residuos, concretamente el aceite vegetal ya usado, ya quemado, dentro del departamento de P.L(Puntos Limpios) de una empresa publica municipal.
    En fin, la pregunta es que donde se puede ver la nueva ley que pone en la cabecera. Seria interesante empezar a informar a las vecinas y vecinos.
    Un saludo.

  • Antonio

    Por Antonio, el 14 agosto 2018

    Si los fabricantes alargaran la vida util de toooodos los electrodomesticos,pequeños y grandes,e igualmente fabricantes de coches,etc. No habria tanta chatarra y aparatos casi nuevos para reciclar.Antes,si querias un refresco o cerveza tenias que llevar el «casco»y salia mas barato.se reciclaba vidrio y no habia tanto cristal en los suelos.hechemos la vista atras y fabriquemos con mas sentido,no sentido econimico.

  • cocose

    Por cocose, el 15 agosto 2018

    En la cuestión de la reparacion de pequeños, medianos y grandes electrodomésticos, siempre he intentado pensar de forma positiva, a pesar de que en más de 25 años no he encontrado ningún técnico, ni uno solo, que se comportara con profesionalidad y honradez; razón por la cual tengo dos seguros multiservicios, uno de gas y otro de electricidad, asociados al seguro del hogar que dispone de un servicio de manitas; además de ser socio de OCU, cuyo servicio jurídico nos resolvió dr manera fantástica un problema con la Compañía del Gas.
    Aparte, tengo un minitaller bastante bien equipado para las pequeñas chapuzas caseras que siempre aparecen en un hogar, pero cuando algo se complica mucho con algún pequeño eñectrodoméstico, sin dudarlo compro uno nuevo para tener la tranquilidad de la garantía y, sobre todo, para no tratar con supuestos técnicos ni improvisados reparadores.

  • Javier Rico

    Por Javier Rico, el 15 agosto 2018

    Buenos días. Es el real decreto 110/2015. Lo tienes en el primer enlace del texto. Gracias

  • Ciudadan@

    Por Ciudadan@, el 15 agosto 2018

    Conozco personas que se niegan a reciclar. Dicen que el gobierno dijo que repercutiría económicamente en los ciudadanos beneficiándolos y piensan que es todo lo contrario, que se enriquecen los que han montado todo esto nada más. Por ello son contrarios a reciclar.

  • Ciudadan

    Por Ciudadan, el 15 agosto 2018

    Conozco personas que se niegan a reciclar. Dicen que el gobierno dijo que repercutiría económicamente en los ciudadanos beneficiándolos y piensan que es todo lo contrario, que se enriquecen los que han montado todo esto nada más. Por ello son contrarios a reciclar.

  • Yolanda Guzmán

    Por Yolanda Guzmán, el 15 agosto 2018

    Un paso adelante, excelente. Me gustaría que esa misma idea sea llevada a los países subdesarrollados, ya que somos grandes consumidores de estos productos y no contamos con ningún tipo de regulación. El planeta es uno y es de todos. Los pobres somos más y poco educados en cuidado medioambiental.

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