Secretos del éxito de la exposición de Bowie

Aladdin Sane

MILUCA MARTÍN

David Bowie ha vuelto y lo ha hecho a lo grande y por partida doble. El pasado 8 de enero, día en que cumplía 66 años, anunció por sorpresa que iba a publicar disco nuevo, diez años después de su último trabajo, Reality. The next day vio la luz el 11 de marzo y se encaramó directamente al número uno de las listas de ventas del Reino Unido. Ese mismo mes se inauguraba la exposición David Bowie is, una muestra retrospectiva sobre la vida y obra de uno de los artistas más influyentes de la cultura pop, en el Victoria & Albert Museum con récord de venta de entradas anticipadas antes de abrir las puertas. Una vez más el camaleón más famoso del rock ha vuelto a dar en la diana y a cogernos por sorpresa. Tras diez años fuera de los focos de la vida pública en los que ha habido todo tipo de especulaciones, desde que había muerto hasta que padecía una enfermedad incurable, ha escogido el momento oportuno para ofrecernos su nuevo trabajo. ¿Es casualidad que coincidieran el tiempo la publicación de su nuevo disco con la exposición que llevaba años preparándose? David Bowie is recorre toda la carrera del músico inglés explorando sobre todo el proceso creativo que le llevó a ser uno de los músicos más innovadores e icono cultural durante décadas. Queda patente su colaboración con artistas de las más variadas disciplinas -moda, diseño, teatro, arte, cine- y cómo Bowie influyó en ellos a la vez que se dejaba influir por los más diversos movimientos culturales surgidos después de la II Guerra Mundial, desde el Surrealismo o el Expresionismo alemán, el teatro de Brecht o el Kabuki japonés.

La exposición, comisariada por Victoria Broackes y Geoffrey Marsh, reúne unos 300 objetos -de un total de 75.000- procedentes del archivo personal del artista en el que los comisarios bucearon durante seis semanas y que no han sido mostrados nunca. Trata de colmar las aspiraciones de cualquier fan que se precie, textos de canciones escritas de su puño y letra, escenografías utilizadas para sus giras, el vestuario usado en las distintas personalidades en que se transformó a lo largo de su camaleónica trayectoria, fotografías, portadas de discos, instrumentos musicales. El estudio 59 Productions, responsable de las ceremonias de apertura y clausura de los JJ OO de Londres, ha sido el encargado de montar la escenografía, dividida en cuatro sectores: la génesis del personaje, las estrategias creativas, la moda y el vestuario y los productos audiovisuales. El montaje nos va introduciendo, sin seguir un orden cronológico estricto, en el mundo de David Bowie, nacido David Robert Jones en Brixton, Londres (1947), con sus primeros pasos en el música en grupos de tendencia mod como The King Bees o The Kon- rads en los que militó en los años sesenta y con los que lanzó su primer single, Liza Jane, en 1964. Fotografías de esta época poco conocida y algunos LPs de sus músicos favoritos de la época como Little Richard, forman parte de este sector.

Pero sin duda, la sección que más llama la atención es la dedicada a uno de los mayores éxitos de Bowie, Space Oddity (1969) y su protagonista el astronauta Mayor Tom, personaje inspirado por la película de Stanley Kubrick 2001: Una odisea en el espacio. El single de este disco se lanzó coincidiendo con el primer viaje del hombre a la Luna y la fiebre popular por la carrera espacial que imperaba en la época, y se convirtió en uno de los momentos más importantes de su carrera.

Las estrategias creativas del artista quedan al descubierto en otra sección que muestra el proceso de composición de las canciones, la grabación, la producción, el vestuario, el diseño de las portadas de los álbumes o los decorados de los escenarios usados en sus actuaciones. Como la aparición de Ziggy Stardust  sin duda el personaje que le catapultó a la fama y dejo en estado de shock a los espectadores que se encontraban frente al televisor cuando Bowie apareció el 6 de julio de 1972 en el programa Top of The Pops interpretando su tema Starman enfundado en un bodysuit de estampado psicodélico, con el pelo rojo de punta y agarrado a una guitarra azul. Completan este sector algunos de sus instrumentos musicales, trozos de película y fotografías de las sesiones de grabación de Outside (1995) y Hours (1999) y una curiosidad que no ha sido mostrada hasta ahora, los collages de palabras realizados con la técnica cut up, (palabras de textos recortadas para reordenarlas creando un nuevo texto)  inspirados en la obra de  William Burroughs.

El vestuario utilizado en sus múltiples reencarnaciones es uno de los apartados más nutridos con más de 60 piezas expuestas. Además del body de Ziggy Stardust diseñado por Freddie Burretti, ocupa un lugar destacado el Tokio Pop, el mono de vinilo ideado por Kansai Yamamoto en 1973 para una de las transmutaciones más famosas de Bowie, Aladdin Sane (A lad insane, un tipo loco) el joven con la cara atravesada por un rayo maquillado por Pierre La Roche, y The Thin White Duke (El delgado duque blanco). El abrigo con la Union Jack ideado por Alexander McQueen para el álbum Earthling es otra de sus piezas más famosas, así como los atuendos usados en las cubiertas de discos como The man who sold the World (1970) y Hunky Dory (1971).

Los comisarios han cuidado mucho la parte audiovisual como es esperable en la retrospectiva de un músico que siempre fue por delante en el lanzamiento de sus videoclips -impresionante el que ha hecho con Tilda Swinton de su último sencillo The stars (are out tonight) -y películas que acompañaron a sus discos. Una de las joyas nunca antes mostrada es la película que Bowie concibió como prolongación del disco y la gira de Diamond dogs (1974). Los storyboards dibujados a mano y las detalladas notas de su puño y letra que se exhiben y bosquejan un filme desarrollado en Hunger city, una ciudad temible por su perversa actualidad. Proyecciones de los videos más ambiciosos incluyendo DJ (1979) The Hearts Filthy Lesson (1995) así como el recientemente descubierto de su participación con Jean Genie en el Top of The Pops en 1973 y la película Ziggy Stardust y The Spiders from Mars. Esta galería también  sigue la evolución del tour Diamond dogs, cuyo diseño  estaba inspirado en la película Metrópolis de Fritz Lang y en la novela 1984 de Georges Orwell. Sin olvidar el periodo monocromático y teatral de su trilogía Berlín realizada durante su estancia en Alemania entre 1977 y 1979

Martin Roth, director del Victoria &Albert, declara en el catálogo de la exposición que “David Bowie es un verdadero icono, más importante que nunca para la cultura popular y que continúa inspirando a artistas y diseñadores de todo el mundo”. El éxito de esta muestra parece que le da la razón.

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